El juez Brown: "?Est¨¢ desesperado el ministro?"

La revisi¨®n judicial comenz¨® ayer al hilo de la intervenci¨®n del abogado Jonathan Sumption, quien estuvo casi tres horas y media con la palabra y sometido a las preguntas del tribunal, sobre todo del presidente, Simon Brown. Sumption, un hombre eficaz, con aire de intelectual, tuvo, seg¨²n uno de sus colegas, "uno de esos d¨ªas en que se te hunde la tierra que pisas". Hay un hecho de inter¨¦s: Sumption no es un hombre del equipo de Straw; se trata de un abogado externo contratado en exclusiva para el caso Pinochet. Fue ¨¦l quien dise?o los fundamentos jur¨ªdicos de una operaci¨®n singular para salvar al ex dictador.El juez Brown, poco antes de terminar la sesi¨®n, pregunt¨® al abogado: "?Est¨¢ desesperado el ministro del Interior?" Sumption replic¨®: "Se?or¨ªa, desesperaci¨®n no es una palabra que se debe utilizar sobre un Gobierno en los tribunales". Brown, con una sonrisa traviesa, apostill¨®: "Lo s¨¦. Es la raz¨®n por la que soy yo quien se la ha sugerido".

Sumption suele moverse de un lado, pero ayer la crispaci¨®n contenida le perdi¨®. Explic¨® al tribunal que el inter¨¦s de B¨¦lgica era "lejano", aunque esta vez, a diferencia de la semana pasada, no cuestion¨® su derecho a recurrir. "Adem¨¢s, todo lo que pueda lograr B¨¦lgica te¨®ricamente supondr¨ªa que Pinochet, caso de ser extraditado, lo ser¨ªa a Espa?a".

"Quiero destacar", dijo, "que Espa?a respeta nuestra decisi¨®n. Ellos llaman a esto una decisi¨®n pol¨ªtica, quiz¨¢ no con el sentido que esta palabra tiene en el Reino Unido". Y explic¨®: "Nuestra posici¨®n es que la decisi¨®n que tiene que adoptar el ministro Straw -que a¨²n no ha adoptado- es inquisitorial". Sumption lo repiti¨® varias veces. Despu¨¦s matiz¨®: "No hemos pedido alegaciones sobre el informe m¨¦dico. Este informe no puede ser cuestionado cl¨ªnicamente". El juez Brown le pregunt¨®: "Entonces ?para que son las alegaciones?".

El juez Brown escuch¨® y puso l¨ªmites: "Espa?a.... Est¨¢ la posici¨®n del Gobierno y la de un magistrado [Baltasar Garz¨®n], y ¨¦ste no aprueba lo que se ha decidido con el informe m¨¦dico. Tenemos sus alegaciones". Sumption, nervioso, con la vista hacia abajo, apret¨® los dientes: "El juez espa?ol... El juez entusiasta que plantea recurrir. Pero en Espa?a hay un Estado. Y esto, se?or¨ªas, no es deplorable". Brown insisti¨® en que el juez espa?ol quiere ver el informe y aconseja recurrir.

Sumption volvi¨® a la carga. "El ministro no tiene por qu¨¦ revelar el informe a los Estados que solicitan la extradici¨®n de Pinochet ya que ello ser¨ªa traicionar el compromiso asumido con el senador, que tiene su privacidad, para una operaci¨®n de relaciones p¨²blicas". El juez Brown replic¨®: "Pero en la carta del Ministerio del Interior al abogado Caplan, de la defensa de Pinochet, se le ped¨ªa permiso del senador para revelar el informe porque as¨ª ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil sacar adelante el asunto, hacerlo progresar (...) Eso es una operaci¨®n de relaciones p¨²blicas".

Hoy contin¨²a la sesi¨®n.