El asesinato de Bulatovic prueba el caos que reina en Serbia, seg¨²n la oposici¨®n
El Gobierno federal, con Slobodan Milosevic al frente, mantuvo ayer una reuni¨®n extraordinaria -a la que acudieron Slavka, la viuda, y los hijos del fallecido- para homenajear a Pavle Bulatovic, el ministro de Defensa asesinado el lunes en Belgrado y para garantizar que las autoridades luchar¨¢n contra el terrorismo.Los grupos de la oposici¨®n no se sienten seguros. El Movimiento de Renovaci¨®n Serbio, que preside Vuk Draskovic (quien sufri¨® un extra?o accidente de autom¨®vil en 1999 que ¨¦l calific¨® de terrorismo de Estado), coincide en su diagn¨®stico con el Gobierno reformista y prooccidental de Montenegro, al que combati¨® Bulatovic desde su Ministerio de Defensa: "?sta es una prueba de que Serbia est¨¢ sumida en el caos".
El Partido Democr¨¢tico de Zoran Djindjic, el ex alcalde de Belgrado destituido en una maniobra pol¨ªtica por Milosevic, hizo p¨²blico un comunicado en el que se declara "extremadamente inquieto por el desarrollo de los acontecimientos y la espiral de violencia que se vive en el pa¨ªs". Lo m¨¢s preocupante, a jucio de la oposici¨®n democr¨¢tica, es que esta serie de cr¨ªmenes con un cierto tufo mafioso (algunas fuentes vinculan a Bulatovic con la mafia montenegrina) no se han resuelto jam¨¢s.
La muerte de Bulatovic sigue rodeada de un halo de misterio. Seg¨²n el diario Glas Javnosti, el ministro de Defensa yugoslavo, asesinado el lunes en un restaurante de la capital, se encontraba sin la protecci¨®n de sus guardaespaldas en el momento del atentado. El peri¨®dico Vecernje Novosti cita en su edici¨®n de hoy a fuentes del hospital militar en el que ingres¨® Bulatovic que aseguran que el ministro "ten¨ªa 17 impactos de bala en su cuerpo". "Los m¨¦dicos no pudieron parar la hemorragia de Bulatovic, que lleg¨® pr¨¢cticamente sin vida al hospital", detalla el diario. La polic¨ªa rastreaba ayer la ciudad en busca de una camioneta en la que se supone huyeron las cuatro personas relacionadas con el atentado. Todo indica que se trata de profesionales.
Estupor en la calle
Las reacciones al asesinato de Bulatovic, un montenegrino de 51 a?os, aliado del presidente yugoslavo Milosevic, amigo de Radovan Karadzic y con un perfil p¨²blico bajo, son de estupor. En la calle, la gente resalta el clima de inseguridad en Serbia, donde en tres semanas han sido abatidos dos hombres claves: Bulatovic y Zeljko Raznatovic, alias Arkan, el jefe de los Tigres, grupo paramilitar que sembr¨® el terror en Croacia, Bosnia-Herzegovina y Kosovo.
El primero en la lista de asesinatos en el entorno de Milosevic fue, en 1997, el viceministro del Interior serbio, Radovan Stojicic. Ese mismo a?o, unos desconocidos mataron a Zoran Todorovic, Culata, un responsable de la Izquierda Unida Yugoslava que preside la mujer de Milosevic, Mirjana Markovic.
Desde entonces han sido eliminados numerosos personajes, menores o medianos, en lo que parece una lucha por el poder pol¨ªtico o el control del contrabando de gasolina y tabaco.
Por otra parte, la UE ha decidido suspender durante seis meses el embargo a¨¦reo impuesto a Serbia desde la guerra de Kosovo, pero, al mismo tiempo, reforzar¨¢ el control de visados y de bienes serbios en el extranjero. "Existe ya un consenso para que tales medidas sean aprobadas el lunes en el Consejo de ministros de Exteriores", asegur¨® ayer a este diario una fuente oficial del Consejo Europeo, informa Bosco Esteruelas.
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