"Kohl ha agravado el conflicto al no dar los nombres de los donantes"
Angela Merkel, n¨²mero dos de la Democracia Cristiana en Alemania, desgrana la crisis en su partido por el esc¨¢ndalo de los fondos ilegales y la negativa de Kohl a revelar los donantesEl futuro de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica de Alemania (CDU) depende menos del esc¨¢ndalo de las cuentas clandestinas que de su capacidad para mantener, tras el fin de la guerra fr¨ªa, la cohesi¨®n del amplio espectro de fuerzas pol¨ªticas que en los a?os cuarenta se unieron para luchar contra el comunismo y el socialismo. As¨ª opina, en una entrevista con EL PA?S, la secretaria general de la CDU, Angela Merkel, una luchadora de pies a cabeza formada en el este de Alemania, que vive entregada a la misi¨®n de mantener abierto el horizonte para los seguidores de Helmut Kohl.Pregunta. ?Qu¨¦ experiment¨® al saber que la CDU se ha financiado ilegalmente durante m¨¢s de 20 a?os?
Respuesta. Comprend¨ª enseguida que era una grave conmoci¨®n para la CDU y para su relaci¨®n con Helmut Kohl como presidente de honor. Comprend¨ª que deb¨ªamos aclarar este asunto, pues de lo contrario no volver¨ªamos a tener una base de credibilidad como partido. Me asust¨¦ el 16 de diciembre cuando Helmut Kohl dijo en televisi¨®n que no revelar¨ªa los nombres de los donantes. Para la CDU, esto supone un conflicto muy grave. ?Debemos dar prioridad sobre la ley a las palabras de un hombre de Estado importante? No, porque queremos que la legalidad siga siendo nuestra base en el futuro.
P. ?Pondr¨ªa usted su mano en el fuego por Wolfgang Sch?uble, el presidente de la CDU?
R. No tengo ninguna base para decir que Sch?uble ha transgredido la ley. Sch?uble recibi¨® un donativo y lo entreg¨® a la tesorera, y actualmente desempe?a un papel muy positivo en la investigaci¨®n. Creo que es muy peligroso que los fallos de algunos se transformen en una sospecha generalizada dentro del partido, la sospecha de que todos han recibido algo que no han declarado. Quiero evitarlo, porque, de lo contrario, no tendremos ninguna fuerza para sobrevivir como partido. Debemos luchar contra los errores donde ¨¦stos sean perceptibles, pero no sospechar de todos. El conflicto con Helmut Kohl se da a otro nivel y tiene que ver con el dilema "palabra o ley". Kohl ha agravado el conflicto al no dar los nombres de los donantes. Esto es un asunto grave para nosotros. Debemos pensar en nuestro futuro.
P. ?Es posible convencer a Kohl?
R. La semana pasada, la CDU mantuvo conversaciones con ¨¦l. Seguiremos intentando convencerle. Pero, si no lo conseguimos, entonces tendremos que pensar en nuestro futuro sin ¨¦l.
P. ?Contemplan la posibilidad de procesar a Kohl?
R. Queremos solucionar el conflicto pol¨ªticamente.
P. ?Puede ayudar a Kohl a salir del callej¨®n sin salida en el que parece encontrarse? ?Qu¨¦ espera de ¨¦l, aparte de que diga los nombres de los donantes?
R. Tal vez debe pasar algo m¨¢s de tiempo.
P. ?Se producen muchas bajas en el partido?
R. No tenemos muchas bajas. Tambi¨¦n tenemos ingresos, no tantos como bajas, pero la situaci¨®n no es dram¨¢tica.
P. ?Entiende el silencio de Kohl?
R. Sinceramente, no. Pero he superado la fase de rogarle que diga los nombres de los donantes. Creo que superaremos la crisis con nuestras propias fuerzas.
P. ?C¨®mo explica el esc¨¢ndalo?
R. Creo que, durante la guerra fr¨ªa, los partidos burgueses estuvieron sometidos a una intensa presi¨®n y que esa presi¨®n justific¨® tal vez medios que no eran legales para mantener la propia existencia. Tras la ca¨ªda del tel¨®n, esto ya no es moderno.
P. ?Corre peligro la unidad de la CDU?
R. Nuestros adversarios pol¨ªticos intentar¨¢n provocar un debate sobre la escisi¨®n, pero no existe ese peligro. La discusi¨®n cr¨ªtica es parte del proceso de autodepuraci¨®n de la CDU. No se puede superar una crisis tan grave sin discusiones. Pero el futuro de la CDU depender¨¢ de si somos capaces, como en la posguerra, de mantener un amplio espectro de fuerzas pol¨ªticas -conservadores y liberales, cat¨®licos y protestantes, trabajadores y empresarios- en un gran partido popular. Creo que la dificultad para ello depende menos de la discusi¨®n sobre los donativos que de las circunstancias sobre las cuales se produjo la unidad de la CDU que tuvo lugar en la posguerra.
P. El problema se ha dado en otros partidos, como la Democracia Cristiana italiana.
R. La situaci¨®n es la misma para todos los partidos conservadores. La guerra fr¨ªa se ha acabado, y yo veo la oportunidad de la CDU en sus or¨ªgenes, en nuestras ideas de libertad, responsabilidad y de econom¨ªa social de mercado aplicadas en un mundo globalizado. Debemos encontrar la respuesta para una nueva econom¨ªa social de mercado en una ¨¦poca en la que los mercados y las finanzas son globales, y no nacionales. Debemos abogar por una Europa federal, en lugar de una Europa centralista, y tambi¨¦n por los valores cristianos. La batalla es por la organizaci¨®n del mundo global.
P. El futuro de su partido depende del presidente del Bundestag, Wolfgang Thierse, que debe decir la cantidad a pagar por la CDU a causa de los donativos.
R. Espero que Thierse no tome una decisi¨®n que nos lleve a la ruina material.
P. ?Comparar¨ªa a Kohl con personajes como De Gaulle o Adenauer?
R. La historia no se repite. Tras los 25 a?os de presidencia de Kohl, el partido est¨¢ en una fase de cambio radical. Debe regenerarse y tambi¨¦n aprender la lecci¨®n de nuestros vecinos europeos, para que no pase aqu¨ª lo ocurrido en otras partes.
P. ?Se siente demasiado joven para ser presidente del partido?
R. Tenemos un presidente, que adem¨¢s vuelve a presentarse. Sch?uble ha impulsado el proceso de clarificaci¨®n y la CDU le apoya. La cooperaci¨®n entre Sch?uble y yo es incre¨ªblemente buena.
P. Si la CDU es demasiado d¨¦bil, ?podr¨ªa darse en Alemania un fen¨®meno Haider?
R. No veo ning¨²n peligro de contagio del fen¨®meno Haider. En Austria, la situaci¨®n es totalmente distinta, porque los partidos no han tenido la fuerza de cubrir todo el espectro pol¨ªtico. No creo que la CDU sea demasiado d¨¦bil. Al contrario, tengo la impresi¨®n de que hemos emprendido el proceso de autodepuraci¨®n de forma sincera, valerosa y autocr¨ªtica, y que por eso no existe ese peligro.
P. ?Qu¨¦ opina del aislamiento de Austria por los pa¨ªses europeos?
R. Veo un peligro latente en Haider y en la pol¨ªtica del FP?. No en el programa gubernamental, pero s¨ª en declaraciones p¨²blicas que me infunden mucha desconfianza. Por eso saco la conclusi¨®n de que debe hacerse todo lo posible para que Haider no se fortalezca. Temo que un aislamiento demasiado riguroso de Austria sea interpretado como un aislamiento de los votantes de Haider, y eso es el 30% del electorado. Y temo que esto pueda llevar a lo que Europa debe evitar. Por eso considero las declaraciones de la Comisi¨®n m¨¢s equilibradas e inteligentes que las que abogan por un aislamiento riguroso de Austria. Tengo mis dudas sobre la dura posici¨®n del Consejo y no s¨¦ si contribuir¨¢ al fin, que yo apoyo, de debilitar a Haider o si en lugar de ello lo fortalecer¨¢. De momento, no considero apropiadas las sanciones.
P. ?Fueron los donativos para la construcci¨®n de la democracia en Espa?a y Portugal tambi¨¦n una parte de las cuentas clandestinas?
R. Tanto los socialdem¨®cratas como la CDU recibieron dinero para ese fin, y ese dinero no se ha gastado en asuntos internos del partido y para los fines de la CDU en Alemania, sino que siempre se utiliz¨® correctamente para la tarea a la que estaba destinado.
P. He le¨ªdo que el dinero podr¨ªa no haber llegado a su destino.
R. No tenemos ni un solo testimonio de que eso pudiera ser as¨ª.
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