El Tribunal Constitucional de Alemania abre la puerta al uso terap¨¦utico del hach¨ªs

El Tribunal Constitucional alem¨¢n emiti¨® ayer una resoluci¨®n por la que se considera admitido el uso terap¨¦utico del hach¨ªs en determinados casos, a pesar de mantener la prohibici¨®n generalizada para la sustancia. Para conseguir la aprobaci¨®n de las autoridades, los enfermos deber¨¢n presentar su caso ante el Instituto Federal de Productos M¨¦dicos, que estudiar¨¢ si da su permiso en funci¨®n de la necesidad del paciente. El tribunal argumenta en su decisi¨®n que "el cuidado m¨¦dico" de los ciudadanos es uno de los casos "de inter¨¦s p¨²blico" que recoge la ley de estupefacientes.

Hasta la fecha, las peticiones para el uso medicinal del hach¨ªs hab¨ªan sido desestimadas porque los jueces alemanes consideraban que su consumo prestaba ¨²nicamente un "servicio individual". El cambio en la argumentaci¨®n jur¨ªdica y su inclusi¨®n entre los servicios p¨²blicos es lo que motiva la nueva respuesta de las autoridades.La decisi¨®n judicial se produce a los dos meses de que un grupo de ocho enfermos presentara una reclamaci¨®n para que la clasificaci¨®n del cannabis se modificara y pasara a considerarse una droga de consumo bajo receta m¨¦dica. Los demandantes padecen enfermedades como sida, esclerosis m¨²ltiple, epilepsia, fuertes migra?as o hepatitis C, y reclamaron el uso del estupefaciente para calmar alguno de los efectos derivados de sus dolencias.

Con la sentencia del Constitucional, los demandantes no han conseguido que se les autorice a adquirir cannabis, pero su abogado, Lorenz Boellinger, opina que se les abre la puerta para obtener la droga una vez que sigan el procedimiento establecido y pidan su receta al Instituto Federal.

Los beneficios del hach¨ªs para algunas enfermedades han sido objeto de discusiones durante los ¨²ltimos a?os, aunque ¨²ltimamente parece cada vez m¨¢s claro que su consumo puede ayudar a aliviar s¨ªntomas como los dolores, insomnio, p¨¦rdida de apetito y n¨¢useas que provocan algunas enfermedades o sus tratamientos, como los c¨®cteles de antivirales que se recetan para tratar el sida o la quimioterapia con que se combaten muchos c¨¢nceres.

Precisamente en Espa?a un juzgado de Barcelona absolvi¨® el mes pasado a un enfermo de c¨¢ncer austriaco que fue detenido en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) con casi dos kilos de hach¨ªs. La magistrada del caso rompi¨® el criterio que se ven¨ªa manteniendo hasta el momento en Espa?a, por el que siempre se hab¨ªa considerado que la posesi¨®n de m¨¢s de un kilo era para traficar.

"Beneficiosa oferta"

En su defensa, el acusado Ronald H. manifest¨® que hab¨ªa aprovechado una "beneficiosa oferta" para adquirir una elevada cantidad de droga, ya que en su pa¨ªs ¨¦sta le resultaba m¨¢s cara. La juez record¨® en su sentencia que la tenencia de droga para consumo propio no constituye un delito seg¨²n la legislaci¨®n espa?ola, que es "una de las m¨¢s liberales de Europa en esa materia".

Aunque el consumo de droga no puede perseguirse en Espa?a seg¨²n el C¨®digo Penal, s¨ª que puede ser castigado por la v¨ªa administrativa, seg¨²n la llamada ley Corcuera, que prev¨¦ que las sanciones impuestas puedan suspenderse si el encausado acepta someterse a un tratamiento de desintoxicaci¨®n. Las multas pueden ir de las 50.000 a los 5 millones de pesetas.

En Holanda, est¨¢ autorizado el consumo, posesi¨®n e incluso la venta de hach¨ªs siempre que se haga dentro de un coffee-shop. La legislaci¨®n es parecida en Dinamarca. Tampoco Alemania persigue la tenencia si es para uso privado. En cambio, en Francia, B¨¦lgica y Reino Unido las penas para quienes sean detenidos con hach¨ªs en los bolsillos que pueden ir desde multas hasta la c¨¢rcel.

Pero las pol¨ªticas m¨¢s represoras tienden a suavizarse. Por un lado, se extiende el uso terap¨¦utico de la sustancia, que empieza a reconocerse en pa¨ªses europeos y en algunos Estados de EE UU, como California.

Por otro lado, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio Europeo de la Droga, una agencia de la UE, "en muchos Estados miembros se tiende a percibir el consumo de cannabis como algo normal y com¨²n, en lugar de marginal". La causa pude estar en la apreciaci¨®n de que el porro no tiene por qu¨¦ considerarse como el primer paso para drogas m¨¢s peligrosas.

El fin de semana pasado, el coordinador de la lucha antidroga del Reino Unido, Keith Hellawell, pidi¨® a la polic¨ªa de su pa¨ªs que dejara de obsesionarse con la persecuci¨®n de esta sustancia y se concentrara en la de la hero¨ªna y la coca¨ªna.

En Espa?a, el 19,5% de la poblaci¨®n reconoce que ha probado el cannabis alguna vez.