El tranv¨ªa, arriba o abajo

La Diagonal sigue siendo una v¨ªa menor. Es la calle m¨¢s larga de Barcelona; en algunas zonas, la m¨¢s amplia, con hasta 100 metros de ancho, pero no acaba de ser ni una v¨ªa r¨¢pida, ni una zona de paseo, ni todo lo contrario. Cada d¨ªa la cruzan 450.000 veh¨ªculos y circulan por ella casi 70.000, sumando los dos sentidos de la marcha, pero cualquiera sabe que su velocidad media en d¨ªa normal es m¨¢s que baja: apenas 10 kil¨®metros por hora, que suben hasta los 25 en franjas de tr¨¢fico escaso como el domingo por la ma?ana.Los laterales de la avenida son cualquier cosa menos eficaces. A una hora tan poco densa como entre las 20.00 y las 21.00, se puede contabilizar, s¨®lo entre Francesc Maci¨¤ y el paseo de Gr¨¤cia, una media de 13 veh¨ªculos mal aparcados en la zona de mar y 21 en la de monta?a. Estas infracciones inutilizan una de las aceras m¨¢s estrechas del Eixample. Las de la Diagonal tienen 2,8 metros de media, frente a los cinco metros del resto del ensanche, con la diferencia de que las otras calles tienen una anchura de 20 metros y la Diagonal, en su parte m¨¢s estrecha, tiene 50 metros de ancho. Los veh¨ªculos mal aparcados inutilizan tambi¨¦n uno de los dos carriles laterales, con lo que desciende notablemente la media de velocidad del transporte privado.

Son datos que ha manejado Barcelona Regional a la hora de sugerir la reforma de la avenida, aprovechando la posibilidad de implantar en ella una l¨ªnea de tranv¨ªa. La propuesta ha resultado pol¨¦mica en lo relativo al tranv¨ªa, en la medida en que el Ayuntamiento se muestra partidario de que circule por abajo (soterrado) y CiU se ha descolgado esta misma semana defendiendo lo contrario. Pero una cosa queda clara: la Diagonal es una avenida insatisfactoria, para el peat¨®n, el transporte p¨²blico y el privado.

En estos momentos, dispone de dos carriles laterales en cada sentido, por donde circulan entre 22.000 y 52.000 veh¨ªculos seg¨²n la horas. Su saturaci¨®n es, en ciertos momentos del d¨ªa, total, pero en otros ofrece mayor fluidez que las calzadas interiores.

Los paseos centrales, originalmente pensados para peatones, resultan perfectamente in¨²tiles para andar. Una parte ha sido dedicada a carril para bicicletas. Circulan por ¨¦l unas 80 por hora, contando los dos sentidos de la marcha. Esto supone unos 1.240 ciclistas cada d¨ªa laborable y unos 1.800 en los festivos.

Lo de los peatones es m¨¢s chungo. Unas 200.000 personas cruzan diariamente a pie la Diagonal, una cantidad que hace que las aceras (parcialmente ocupadas por veh¨ªculos) y los paseos (convertidos en carril para bicicletas y aparcamiento para motocicletas) resulte insuficiente. El resultado es que la mayor avenida barcelonesa es una v¨ªa de paso, evitada en lo posible por unos y otros, vayan a pie, en coche o autob¨²s.

En este horizonte, CiU propone el tranv¨ªa como excusa para su transformaci¨®n. Un tranv¨ªa que ya llegar¨¢ hasta la plaza de Francesc Maci¨¤, circulando por la parte m¨¢s ancha de la avenida (100 metros de amplitud) y que Molins defiende que es la soluci¨®n para una mayor movilidad, menor contaminaci¨®n y menos ruidos.

La propuesta de Molins fue descalificada ayer mismo por el grupo del PSC en el Parlament, que la pasada semana hab¨ªa presentado una moci¨®n en la C¨¢mara pidiendo que el Gobierno catal¨¢n se apeara de sus reticencias ante la petici¨®n municipal de que el tranv¨ªa discurra soterrado bajo la Diagonal.

Los diputados socialistas Joan Ferran y Manel Nadal afirmaron ayer mismo que la propuesta de Molins no s¨®lo no aporta soluciones, sino que "crea confusi¨®n", adem¨¢s de calificarla como "irreflexiva, electoralista y precipitada".

El informe de Barcelona Regional, no obstante, recoge que las soluciones apuntadas en el estudio (que le fue encargado por la Autoridad de Transporte metropolitano) tienen ventajas e inconveniente. Por ejemplo: en una de las hip¨®tesis, el carril para bicicletas es contiguo a la v¨ªa del tranv¨ªa, lo que no deja de resultar peligroso. Una soluci¨®n distinta supone, en cambio, trasplantar 528 ¨¢rboles. El propio informe suger¨ªa la posibilidad de soterrar el tranv¨ªa. Es la opci¨®n que prefiere el gobierno municipal y la que CiU rechaza.