El PSOE ofrecer¨¢ repartir mejor la riqueza
Los socialistas 'venden' un candidato a presidente "para la inmensa mayor¨ªa" de los ciudadanos
La campa?a no empieza para el PSOE el pr¨®ximo d¨ªa 25. La emoci¨®n, la tensi¨®n, la preocupaci¨®n por estos comicios forz¨® a este partido a poner su m¨¢quina en marcha hace varias semanas, por lo que se convertir¨¢ en su campa?a m¨¢s larga desde aquella de 1982, que culmin¨® con los votos de casi 10 millones de ciudadanos. La incertidumbre de los resultados, seg¨²n los m¨¢s realistas del PSOE, o la posibilidad de superar al PP, seg¨²n los m¨¢s optimistas, explican este derroche de energ¨ªas.El pacto del PSOE con la izquierda ha variado el ritmo de la campa?a. Aunque ello no cambiar¨¢ su sentido bipolar: PP o PSOE; Joaqu¨ªn Almunia o Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; derecha o izquierda. Junto a esto, reconocimiento de la "izquierda plural", por lealtad a IU, pero con la petici¨®n de que todos los votos se traduzcan en esca?os, bajo un ep¨ªgrafe subliminal que podr¨ªa ser el de "progresistas de Espa?a unidos". Almunia proclama que "quiere gobernar para la inmensa mayor¨ªa", con lo que afila el dardo de que el PP no ha beneficiado todo lo que hubiera podido a los ciudadanos, sino que la mayor tajada se la han llevado los poseedores de las rentas m¨¢s altas.
Concienciar al partido
Los estrategas del PSOE tuvieron una primera tarea que empez¨® hace un par de meses: convencer a su propio partido de que puede ganar las elecciones. Sin este requisito resultaba imposible dirigirse a los ciudadanos con convicci¨®n. A quien no le falta motivaci¨®n es a Joaqu¨ªn Almunia. Si hace meses, desde que acept¨® ser el candidato tras la renuncia de Jos¨¦ Borrell, asumi¨® la tarea que ten¨ªa que afrontar, ahora, seg¨²n distintos interlocutores,ha sumado a su idiosincrasia anal¨ªtica "la pasi¨®n y la ilusi¨®n". Sus puntos en el partido han ascendido vertiginosamente despu¨¦s de que propusiera el pacto con IU.
Si tambi¨¦n hace unas semanas las caracter¨ªsticas personales de Almunia no animaban a los estrategas socialistas a hacer una campa?a presidencialista, ahora la propia evoluci¨®n an¨ªmica de Almunia, m¨¢s extrovertido y desinhibido, les incita a resaltar sus cualidades de persona "normal y cercana" a la "inmensa mayor¨ªa". De ah¨ª, el lema electoral: Lo Pr¨®ximo.
As¨ª figura en la gu¨ªa interna de campa?a que todos los candidatos socialistas tienen en el bolsillo. "El objetivo ¨²ltimo es lograr que muchos ciudadanos interpreten que para ellos, para sus intereses concretos, ofrece m¨¢s confianza y seguridad de futuro un Gobierno de Joaqu¨ªn Almunia que uno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Entre otras cosas, porque Almunia gobernar¨¢ para ellos, para la mayor¨ªa, y Aznar gobierna para unos pocos".
El PSOE se presenta a los electores con la insistencia en que es "un partido renovado", que "ha aprendido de sus errores" y tanto ha cambiado que sus malas relaciones con IU incluso han desaparecido. En sus documentos internos no figura si realmente tienen comprobado que los ciudadanos perciben tal renovaci¨®n, aunque s¨ª es un hecho que se ha alcanzado una alianza con IU y que Almunia ha optado por gobernar con la izquierda.
La lealtad con el pacto impedir¨¢ que desde las filas socialistas se pida el voto ¨²til, pero se repetir¨¢ una y otra vez que "si todos los progresistas votan juntos, la victoria est¨¢ asegurada". De esta manera, dejan en manos de los ciudadanos que dudan entre votar a IU, a ellos, o abstenerse, "la responsabilidad" de que gobierne Almunia o siga Aznar. "Nuestro mayor peligro no es la fuga de votos a otros partidos, sino la abstenci¨®n. La experiencia demuestra que hay un buen n¨²mero de electores socialistas que requieren la m¨¢xima motivaci¨®n para decidirse a votar", se?ala un miembro del comit¨¦ de campa?a. En los estudios del PSOE se constata que el PP mantiene una elevada lealtad de sus votantes de 1996 y ejerce el monopolio en la derecha y el centro-derecha.
La obsesi¨®n durante muchos a?os de los dirigentes del PSOE ha sido la franja del electorado de centro, las clases medias, pero ahora consideran que si hay victoria, vendr¨¢ por la izquierda.
El problema para Almunia y su partido est¨¢ en compaginar la mirada a la izquierda con la defensa de una pol¨ªtica moderada, alejada de radicalismos y acorde con planteamientos modernos. Para solucionarlo echar¨¢n mano del ejemplo franc¨¦s, con el potente crecimiento de su econom¨ªa y su capacidad de redistribuci¨®n.
Como es l¨®gico, el PP va a recibir mucha le?a de los socialistas. "Estamos ante un Gobierno derechis-ta, ligado a los intereses de unos pocos, los m¨¢s poderosos y, adem¨¢s, autoritario", dicen en su gu¨ªa de campa?a interna. A Aznar se le dedicar¨¢n lindezas variadas, desde que no genera "simpat¨ªa" hasta que s¨®lo se ha preocupado de los m¨¢s poderosos. La evidencia del crecimiento econ¨®mico y del descenso de los impuestos directos tratar¨¢ de contrarrestarla el PSOE con la afirmaci¨®n de que un Gobierno socialdem¨®crata la habr¨ªa repartido mejor.
El cap¨ªtulo de la pol¨ªtica exterior tambi¨¦n ser¨¢ utilizado en contra de Aznar. Su gesti¨®n ser¨¢ contrapuesta con la de Felipe Gonz¨¢lez, adornando a ¨¦ste de elogios por "su prestigio" y por colocar a Espa?a en situaci¨®n de influir en la esfera mundial.
Gonz¨¢lez y Guerra
A prop¨®sito del ex presidente, el PSOE ha pensado mucho en su papel en esta campa?a. Gonz¨¢lez protagonizar¨¢ numerosos actos en Andaluc¨ªa -es n¨²mero uno al Congreso por Sevilla- y tendr¨¢ media docena m¨¢s en otras zonas. De momento, s¨®lo est¨¢ previsto que coincida con Almunia en un acto en la capital andaluza.
En estos tiempos en los que en el PSOE se vanaglorian de su unidad, se ha sentido el accidente de Alfonso Guerra, quien al fracturarse un pie tendr¨¢ que mantenerse fuera de campa?a. Pero el cl¨¢sico discurso agresivo de Guerra sobre la diferencia entre la izquierda y la derecha no quedar¨¢ arrumbado.
Si la campa?a hubiera discurrido por los derroteros "de la unidad de Espa?a", llevados por el PP, que la condujo hacia ese camino al poner en duda que el PSOE la defendiera, las cosas no hubieran ido bien para los candidatos socialistas, seg¨²n reconocen en el partido. Ahora est¨¢n en su salsa y se aprestan a hacer el discurso m¨¢s sentido: "Ellos, la derecha; nosotros, la izquierda".
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