Partidos
ADOLF BELTRAN
Hay partidos con fecha de caducidad, como las conservas o los medicamentos. Lo est¨¢ comprobando Uni¨®n Valenciana, cuyo regionalismo visceral se ha desbravado al pincharse el globo del anticatalanismo demencial, en cuanto la derecha ha expulsado con cajas destempladas su fervoroso victimismo a la intemperie y se ha instalado en el confort c¨¢lido de la hegemon¨ªa social. Otros fraguan como el hormig¨®n gracias a la argamasa del poder. Lo ha constatado el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en esa nueva modalidad de mitin reservado a los representantes de los medios de comunicaci¨®n. "El PP es el partido m¨¢s cohesionado y unido de toda la democracia espa?ola", dijo el s¨¢bado en el monasterio del Puig. Convert¨ªa, como acostumbra, el l¨ªder popular la circunstancia en cualidad y olvidaba a conciencia aquella d¨¦cada y media de calvario sufrida en busca de un liderazgo vencedor. El calvario es precisamente el destino que los socialistas todav¨ªa creen que pueden eludir, embelesados por las "dulces derrotas" y la inaudita solidez de su suelo electoral. Cipri¨¤ Ciscar est¨¢ convencido de que el PSOE puede ganar mediante golpes t¨¢cticos dise?ados por los expertos de la calle de Ferraz, un lugar alejado de los campos de batalla fratricida donde los cad¨¢veres a¨²n se descomponen al sol. Una de esas estratagemas gestadas entre el humo de los cigarrillos en los despachos de Ferraz le ha brindado a Izquierda Unida una dosis de reconstituyente cuando la anemia adelgazaba sus expectativas hasta la inanici¨®n. Todos los sondeos coinciden al revelar que el pacto Almunia-Frutos ha sido la versi¨®n pol¨ªtica de un tratamiento de Pharmaton complex para la coalici¨®n, cuyos militantes abandonan estos d¨ªas con asombroso vigor las viejas trincheras de la radicalidad. Y en fin, hay algunos partidos, como el Bloc, que, a la manera de aquel caballero inexistente que ?talo Calvino puso en el centro de una de las f¨¢bulas extra¨ªdas de su imaginaci¨®n, persisten ¨²nicamente a base de fe o de voluntad.
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