La Fiscal¨ªa de Menores act¨²a en 97 casos de faltas a clase

Hacer novillos comienza a ser considerado por las autoridades como algo m¨¢s que una travesura. La Fiscal¨ªa de Menores de M¨¢laga ha actuado en 97 casos de absentismo escolar en la provincia de M¨¢laga durante el curso acad¨¦mico 1998-99. Muchos de estos casos acaban con la comparecencia de los absentistas y sus padres ante el fiscal. Sin embargo, en algunas ocasiones el asunto va a m¨¢s y la Fiscal¨ªa remite el caso a los juzgados de instrucci¨®n. All¨ª, un juez se encarga de determinar si existe responsabilidad penal de los padres por desatender la educaci¨®n de sus hijos.Pilar V¨¢zquez es una de las fiscales malague?as encargadas de reconvenir a los j¨®venes demasiado proclives a practicar la rabona. Para V¨¢zquez, el absentista medio -se considera absentismo escolar la falta a clase injustificada y reiterada durante m¨¢s de cinco d¨ªas-, y el m¨¢s dif¨ªcil de enderezar seg¨²n ella, es un alumno de entre 14 y 16 a?os, de familia marginal y escasa cultura: "Es muy dif¨ªcil que un ni?o as¨ª salga adelante", afirma la fiscal.

P¨¦rdida de la tutela

Al amparo de la Ley de Protecci¨®n Jur¨ªdica del Menor de Andaluc¨ªa, que considera falta grave que padres o tutores impidan la asistencia a clase de sus hijos, V¨¢zquez ha solicitado en m¨¢s de una ocasi¨®n a la Junta de Andaluc¨ªa que retire la tutela a los progenitores que no hacen todo lo posible para que sus hijos acudan a clase. Seg¨²n ella, las familias conocen la situaci¨®n y con frecuencia la permiten: "A veces el ni?o no va al colegio porque se pasa el d¨ªa viendo la tele en casa". Tambi¨¦n es cierto, a?ade, que otros padres desconocen la obligatoriedad de escolarizar a los ni?os hasta los 16 a?os.

No todos los casos son tan dram¨¢ticos y acaban en el juzgado o con la p¨¦rdida de la tutela. Muchos se reinsertan despu¨¦s de la primera cita en la Fiscal¨ªa. A partir de ah¨ª, se hace un seguimiento del estudiante que puede durar un semestre. Durante ese periodo, los responsables de los centros mantienen informados a la Fiscal¨ªa sobre el progreso, o retroceso, de los alumnos.

Los casos de absentistas llegan a la Fiscal¨ªa, por lo general, a trav¨¦s de los servicios sociales de los ayuntamientos o diputaciones, alertados por los centros escolares cuando no son capaces de solucionar el problema. Si tampoco lo consiguen los servicios sociales, entonces interviene la Fiscal¨ªa. Otras veces, los menores acuden a la Fiscal¨ªa para dar explicaciones sobre una gamberrada o cualquier otra denuncia.Cuando les preguntan por su situaci¨®n escolar, explica V¨¢zquez, tras esas travesuras, con demasiada frecuencia aparecen continuas faltas a clase.