El compositor, sus maestros y sus amigos

La sala del Centro Cultural Conde Duque se llen¨®, una vez m¨¢s, de un p¨²blico entusiasta que ha seguido el ciclo dedicado a Rodolfo Halffter en el centenario de su nacimiento. Tras la exposici¨®n de su obra pian¨ªstica, interpretada por Ignacio Mar¨ªn Bocanegra y la producci¨®n para cuarteto, por el grupo Degani, el d¨ªa 7 de febrero cant¨® Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez e intervino el conjunto Neopercusi¨®n en partituras de Halffter y los compositores m¨¢s pr¨®ximos a ¨¦l, tanto espa?oles como mexicanos. El cierre estuvo protagonizado, el lunes pasado, por esa personalidad fuera de serie que es el violonchelista Carlos Prieto, en d¨²o con la pianista madrile?a Chiky Mart¨ªn, siempre brava, brav¨ªsima.Prieto nos ha proporcionado, en edici¨®n del Fondo de Cultura, un libro muy apasionante sobre tema musical, Las aventuras de un violoncello, su violonchelo stradivarius de 1720, conocido con el sobrenombre de Piatti, que fue su due?o y ta?edor entre 1867 y 1901. El m¨²sico-historiador nos cuenta con puntualidad de music¨®logo y arte de novelista la aventura del Piatti que, como afirma ?lvaro Mutis, "habr¨ªan firmado gustosos Alejandro Dumas, Eugenio Sue o Walter Scott". Pero Carlos Prieto le da vida musical con palpitaciones especiales para el gran repertorio contempor¨¢neo y, de modo muy marcado, el iberoamericano.

Am¨¦rica y Espa?a

As¨ª escuchamos esta vez m¨²sica de los maestros, compa?eros y disc¨ªpulos de Rodolfo Halffter, centrada en la Sonata de 1961, p¨¢gina preciosa del Halffter de Am¨¦rica y Espa?a escrita cuando iba a evolucionar hacia el serialismo que practic¨® sin renunciar a sus ra¨ªces y se?as de identidad. P¨¢gina hondamente latina -o si se quiere, mediterr¨¢nea- con una evocadora y refinada Siciliana y un final en tiempo, quiebro y gracia de pasodoble.

Antes, el referente imprescindible de Manuel de Falla, de quien Rodolfo recibi¨® importantes consejos y orientaciones, nos lleg¨® a trav¨¦s de la transcripci¨®n de las Canciones populares, obra que al decir de Strauss justificar¨ªa, por s¨ª sola, la entrada de su autor en la historia de la m¨²sica. La Sonatina de Carlos Ch¨¢vez y las Piezas de Silvestre Revueltas nos hablaron sobre su fuerte valor vital y art¨ªstico, de dos grandes amigos de Halffter en M¨¦xico y, tambi¨¦n, dos agudos e imaginativos creadores de un nacionalismo universal, hisp¨¢nico e indigenista.

Joaqu¨ªn Guti¨¦rrez Heras (1927) y Mario Lavista (1943) forman entre los numerosos disc¨ªpulos de Rodolfo Halffter en sus a?os de "transterrado" que lo hicieron tan mexicano como espa?ol. La Canci¨®n del puerto del primero acusa un sentimiento peculiar y nost¨¢lgico de entornos vividos, mientras las Danzas de Lavista, uno de los m¨¢s singulares talentos del actual panorama mexicano, heredan de Halffter refinamiento, af¨¢n de belleza conciliadores de m¨²ltiples sentimientos y fallesca en su voluntad de no servirse de una nota de m¨¢s ni de menos. Arte expresivo y exacto encontr¨® en Prieto y su colaboradora Mart¨ªn. Igual que todo el programa. Las ovaciones no cesaron y las recogi¨® personalmente la viuda del gran m¨²sico conmemorado, Emilia Salas de Halffter.