Arag¨®n, tierra de frontera
La Fueva es uno de los 19 municipios de la comarca oscense del Sobrarbe que se extiende en 2.202 kil¨®metros cuadrados y en la que viven poco m¨¢s de 6.000 vecinos. En 1900 hab¨ªa 22.000. Si el Sobrarbe tiene una densidad de poblaci¨®n inferior a la del Sahara -2,1 habitantes por kil¨®metro cuadra-do-, La Fueva est¨¢ una d¨¦cima por debajo. En el municipio viven 700 personas distribuidas en 24 n¨²cleos; hay adem¨¢s otros siete, que jalonan un valle con 40 pueblos abandonados desde mitad de siglo.La ca¨ªda poblacional comenz¨® tras la guerra y se agudiz¨® con los pantanos: Mediano, El Grado y otros peque?os embalses, adem¨¢s del proyecto de J¨¢novas que lleva desde los a?os 50 en los despachos ministeriales, cuando ya nadie cree necesario ese pantano. Ram¨®n Laplana es el alcalde socialista de La Fueva, un pueblo que vive de la agricultura y la ganader¨ªa, y asegura que nadie se ocup¨® de compensar a los habitantes.
Con parajes privilegiados y salvajes, el turismo rural es la empresa emergente en una comarca que encierra monumentos que hablan de la formaci¨®n del Reino de Arag¨®n. Ya hay diez casas destinadas a este uso y un hotel. A Laplana le parece "sensata y adecuada" la apuesta del Gobierno aragon¨¦s para frenar la despoblaci¨®n en el territorio. ?sta consiste en estudiar medidas natalistas, pero, sobre todo, en facilitar la llegada y el asentamiento de inmigrantes a las zonas rurales (V¨¦ase EL PA?S de ayer). Laplana aplaude el plan, pero advierte de que debe comenzarse la casa por los cimientos: "No podemos traer gente si no construimos las condiciones para que se queden. Si no hay carreteras no podemos ofrecer nada". Una carretera auton¨®mica, la A-138, v¨ªas locales y provinciales y una conexi¨®n con la N-260 insuficiente, estrangulan la zona. Pero los atractivos tur¨ªsticos hacen que en verano haya m¨¢s de 100.000 personas en el Sobrarbe. Alguno de los visitantes han intentado la aventura de quedarse. Pero s¨®lo quedan tres o cuatro familias.
"No hemos tenido problemas con los nuevos vecinos", dice el alcalde. S¨ª los hubo en 1995, cuando durante un a?o el colectivo Colores se instal¨® en el n¨²cleo abandonado de Sas¨¦ y fue desalojado por orden judicial. Los hippies, como se les conoci¨® en la zona, intentaron rehabilitar sin permisos un pueblo inaccesible, propiedad del Gobierno aragon¨¦s. La prohibici¨®n desat¨® la resistencia. "Hubo problemas pero pocos", dice Laplana, "era su aspecto, viv¨ªan de otra forma y marchaban a lo suyo, no aportaban mucho, pero no fue tan grave. S¨®lo algunos estaban realmente enfadados". El alcalde recuerda que todo ocurri¨® por la p¨¦sima pol¨ªtica de repoblaci¨®n de n¨²cleos abandonados. "Se los dej¨® hundirse, y los ocuparon". Por el contrario resalta las experiencias de Morillo de Tou y Lig¨¹erre, restaurados por CC-OO y UGT y hoy centros de vacaciones "que han aportado vida a la comarca". Otros pobladores buscan la soledad. En la Ribagorza los budistas mantienen un centro en Panillo - ayer su Lama visit¨® al presidente aragon¨¦s- y en La Solana el colectivo Artibora¨ªn mantiene viva su apuesta de permanecer en un entorno aislado y ecol¨®gico. En Mipanas, los primeros ocupantes ya tienen hijos que trabajan en la administraci¨®n pirenaica, pero ¨¦sa no es la soluci¨®n.
Ahora las esperanzas del alcalde est¨¢n en una nueva pol¨ªtica de ordenaci¨®n del territorio que racionalizar¨¢ los recursos: "De lo contrario repoblar es dif¨ªcil". Y se?ala por ejemplo la penosa situaci¨®n del transporte sanitario que tiene en pie de guerra a los vecinos con el Insalud. "La concesi¨®n de las ambulancias se hace desde un despacho de Madrid a una empresa privada sin contar con la Cruz Roja, sin saber c¨®mo es esto. El hospital de referencia es Barbastro, la ambulancia llega desde La Fueva en 40 minutos, pero desde Gista¨ªn puede ser hora y media. Y el helic¨®ptero del rescate de monta?a est¨¢ todo el d¨ªa a pie de Pirineo, mientras los vecinos viven la angustia de la tardanza de los servicios sanitarios". En la comarca hay tres centros de salud, en L?A¨ªnsa, Bolta?a y Lafortunada, escuelas en todos los municipios, un instituto en L?A¨ªnsa y el Gobierno de Arag¨®n, que ya tiene las competencias educativas, ha accedido a la petici¨®n de la mancomunidad del Sobrarbe de abrir un centro de FP en Bolta?a. "Ahora se trata de que la gente joven con ideas se quede".
A?os sin bautizos
C. M Zaragoza
La comarca del Matarra?a, en Teruel, ha perdido m¨¢s del 10% de su poblaci¨®n. Zona fronteriza con Catalu?a y Levante, rica y din¨¢mica, ve c¨®mo los pueblos se quedan vac¨ªos y no nacen ni?os. En Torre del Compte este a?o van 10 cr¨ªos a clase; el pr¨®ximo, s¨®lo nueve. Hace a?os que los 190 vecinos no celebran un bautizo y quienes se casan se marchan a vivir a Alca?iz, a 20 kil¨®metros, o a Valderrobres, la cabecera de la zona, con instituto, centro de salud y un matadero comarcal.
La fruta es riqueza, pero amenaza la sequ¨ªa. Eso, y el envejecimiento de la poblaci¨®n, hacen decir al alcalde, Pedro Falg¨¢s, del PSOE: "En 10 a?os no habr¨¢ m¨¢s que viejos". No hay gente para trabajar y s¨®lo en verano unos pocos inmigrantes ayudan a recoger el melocot¨®n. La zona ha sido escenario de rodajes como Libertarias, y esconde hermosos hoteles de cuatro estrellas con otros de turismo rural. Pero es una soluci¨®n temporal que s¨®lo maquilla la ca¨ªda demogr¨¢fica.
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