Pip¨ª MARUJA TORRES
Aparte el hecho de que empezamos a necesitar un informe m¨¦dico sobre las condiciones mentales de nuestro ministro de Asuntos Exteriores -su forma de recordar lo que dijo respecto a su actuaci¨®n en relaci¨®n con el caso Pinochet puede deberse a clemencia senil, quiero decir autoclemencia-, una cosa es cierta: el tipo a quien Scotland Yard detuvo en Londres hace 18 meses pasaba ante el mundo por ser un Augusto y ahora es simplemente una piltrafa.Tanto quererle ayudar, y miren en qu¨¦ le han convertido las demoras: de haberlo extraditado inmediatamente a Espa?a habr¨ªa llegado al juicio hecho un basilisco, con toda su crueldad intacta y sin mearse encima. Pues, de entre todos los sufrimientos f¨ªsicos que finalmente han ido a concurrir en este azote de los otros, tres de ellos me parecen especialmente humillantes: que llore sin motivos, pese a no acordarse de lo que hizo y lo que le ocurri¨®; que no reconozca a todos sus familiares y confunda a las personas -¨¦l, que controlaba la ca¨ªda de cualquier hoja en suelo chileno- y que haya desarrollado "una incontinencia urinaria", ¨¦l, que permit¨ªa que sus esbirros metieran la cabeza de los torturados en cubos de excrementos.
El trabajo del tiempo y la demora ha puesto las cosas bastante en su sitio, y perdonen que no sienta compasi¨®n porque la tengo ocupada conmovi¨¦ndome por ancianos que est¨¢n en sus mismas condiciones f¨ªsicas despu¨¦s de haber vivido de forma ejemplar. De todas formas, ni multiplicando el resultado de estos meses por mil veces mil me parecer¨ªa tan justo como lo hubiera sido un buen juicio con garant¨ªas democr¨¢ticas retransmitido por televisi¨®n y al alcance de cualquiera en Internet.
A sus partidarios les cabe la esperanza de que el ex gobernante militar (as¨ª le llama el diario derechista El Mercurio) se recupere cuando regrese a Chile. Tendr¨¢ una oportunidad para ello. A mediados de abril, y si no logran cancelarlo con sus protestas la comunidad jud¨ªa y otras entidades, se celebrar¨¢ en Santiago un encuentro internacional neonazi organizado por la asociaci¨®n Patria Nueva Sociedad. Me juego algo a que, si llevan all¨ª al vitalicio, se produce el milagro y echa a andar, arrojando lejos de s¨ª bastones y dodotis.
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