La gran con...fusi¨®n

En el inicio mismo de la campa?a electoral, la operaci¨®n BBVA-Telef¨®nica, con sus incalculables repercusiones financieras, econ¨®micas y medi¨¢ticas, no s¨®lo ha tenido un gran impacto de opini¨®n, sino que est¨¢ siendo utilizada m¨¢s como con-fusi¨®n que como fusi¨®n, que para colmo no lo es. Por eso he hablado de filializaci¨®n.Como no me gusta el modelo resultante, al margen de la brillantez inmediata para el BBVA, que recibir¨¢ su premio en los mercados de valores, y de los blindajes personales, me siento obligado con los lectores a recordar lo que les dec¨ªa hace un mes:

"Y en el reparto del crecimiento, unos pocos, amigos del poder, han hecho su gran agosto, controlando lo que era de todos, a trav¨¦s de las privatizaciones. El mayor pelotazo conocido en nuestro pa¨ªs, a manos de los que denunciaban a bombo y platillo la cultura del pelotazo".

"Las privatizaciones se han presentado como proyectos de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, para aumentar la competencia y mejorar la posici¨®n de los consumidores. Pero en realidad se han privatizado las grandes empresas p¨²blicas de comunicaciones, telecomunicaciones, energ¨ªa, finanzas..., poni¨¦ndolas en manos de los designados por el poder, antes y despu¨¦s de ser privatizadas, para crear una nueva oligarqu¨ªa. Todo un espect¨¢culo que favorece a una nueva clase financiera, econ¨®mica y medi¨¢tica, ligada al poder, con obediencia debida, a veces por duplicado.

?ste ha sido el ¨²nico designio claro del equipo gobernante. Y lo est¨¢n consiguiendo. Cuatro a?os m¨¢s y consolidan la operaci¨®n de control del poder m¨¢s importante realizada en democracia...

Veinte a?os despu¨¦s de aprobada la Constituci¨®n..., la derecha vuelve al poder, e intenta por los votos, aunque escasos en diferencia, lo que siempre hab¨ªa hecho por las botas: la creaci¨®n de una oligarqu¨ªa nueva, controladora de las finanzas -en un pa¨ªs con poca autonom¨ªa empresarial-, de la econom¨ªa en sectores estrat¨¦gicos y de la mayor parte de los medios de comunicaci¨®n.

Para eso han servido las privatizaciones. No s¨®lo para enriquecerse con voracidad sin l¨ªmites..." (EL PA?S, 16 de enero de 2000).

Pido excusas por repetirme en tan corto periodo de tiempo, pero los acontecimientos van a una velocidad tan grande y la confusi¨®n es de tal magnitud que no queda m¨¢s remedio que insistir. Es a¨²n m¨¢s necesario leyendo y oyendo a los hagi¨®grafos medi¨¢ticos de la "segunda transici¨®n", que dicen cosas parecidas a las que yo denuncio, pero atribuyendo las responsabilidades en la direcci¨®n m¨¢s favorable a sus jefes pol¨ªticos.

Hay que despejar inc¨®gnitas, porque lo que est¨¢ ocurriendo es determinante para el futuro del pa¨ªs, no s¨®lo para el 12 de marzo, que puede marcar su l¨ªnea divisoria.

?sta es una operaci¨®n protagonizada por dos personas: Juan Villalonga y Francisco Gonz¨¢lez, designadas por Aznar y Rato para dirigir Telef¨®nica y Argentaria.

Argentaria, con el acuerdo de Rato y Aznar, se fusiona con el BBV, y en el acuerdo, m¨¢s de absorci¨®n que de fusi¨®n si se tienen en cuenta las dimensiones de las partes, Francisco Gonz¨¢lez deviene copresidente, con Emilio Ybarra, del BBVA. Pero Francisco Gonz¨¢lez ser¨¢ el presidente ¨²nico dentro de dos a?os, desapareciendo Emilio Ybarra.

Ahora, Francisco Gonz¨¢lez ser¨¢, tambi¨¦n, vicepresidente de Telef¨®nica, tras el acuerdo con Villalonga, para hacer de Telef¨®nica una filial del BBVA. Como consecuencia, Villalonga ser¨¢ presidente de Telef¨®nica y vicepresidente del BBVA.

Todo conocido a partir del viernes d¨ªa 11 de febrero, pero susceptible de interpretaciones rocambolescas, que nos alejan de lo "evidente": Aznar y Rato colocaron, hace poco m¨¢s de tres a?os, a Juan Villalonga y Francisco Gonz¨¢lez, como amigos y hombres de confianza, al frente de dos de las empresas p¨²blicas que decidieron privatizar. De esta posici¨®n han pasado a la descrita m¨¢s arriba, controlando un porcentaje que da v¨¦rtigo del poder financiero, econ¨®mico empresarial y medi¨¢tico de lo que Aznar llama "marca" Espa?a, que dice representar ¨¦l.

Podr¨ªamos a?adir que la "marca" Espa?a la controla Aznar y sus amigos, o, si lo prefiere, Aznar con el permiso de sus amigos Juan Villalonga y Francisco Gonz¨¢lez. El dicho "se est¨¢n quedando con Espa?a" cobra una dimensi¨®n real, s¨®lo comparable a la tomadura de pelo de intentar hacernos creer que Aznar y Rato no saben lo que hacen los que designaron para este fin. Incluso propalan, a trav¨¦s de sus propagandistas medi¨¢ticos, que el que lo sabe soy yo.

En la prensa de estos d¨ªas, incluso en la progubernamental, se ofrece un cuadro del poder medi¨¢tico resultante de esta operaci¨®n. Pero para ayudarles en la comprensi¨®n del fen¨®meno habr¨ªa que a?adir el poder econ¨®mico (en sectores estrat¨¦gicos) que se concentra y su repercusi¨®n en el mercado de valores.

Como s¨®lo el grupo Telef¨®nica supone, hoy, el 41,6% del mercado de valores, si a?aden lo que representa el BBVA como instituci¨®n y le suman su participaci¨®n en Repsol (casi 10%), en Acerinox (13,24%), en Endesa (2,7%), entre las privatizadas, y en Iberdrola, Sogecable y otras, ver¨¢n que la criatura que presiden Francisco Gonz¨¢lez y Juan Villalonga, resultante del acuerdo del viernes, participa significativamente en el 60%, aproximadamente, del Ibex 35.

Pero hoy, cuando esto es tan evidente, lo que m¨¢s sorprende es que trate de explicarse a los ciudadanos que Aznar y Rato no tienen nada que ver. Es decir, que en realidad lo que querr¨ªan es que Antena 3, Onda Cero, etc¨¦tera, hicieran informativos libres, pluralistas y no al servicio del poder. Lo que pretenden, ahora que hay que pedir votos, es explicar que ellos no est¨¢n de acuerdo ni con los pelotazos ni con las concentraciones de poder. Naturalmente, tenemos que creerlos, porque si no, se ofenden.

Debo reconocer que ¨¦sta no es la ¨²nica cuesti¨®n implicada en la operaci¨®n, por lo que habr¨ªa que aclarar otras muy importantes en relaci¨®n con la globalizaci¨®n. De lo contrario, algunos pensar¨¢n que no estoy de acuerdo con el modelo resultante, s¨®lo por ser amigos del poder pol¨ªtico actual los protagonistas de la "cosa".

Pero lo que me preocupa para el futuro de nuestro pa¨ªs, que para m¨ª es algo m¨¢s que esa "marca" Espa?a que presume haber patentado Aznar, es que esto no abre nuestra econom¨ªa, sino lo contrario, ni nos prepara para competir en la global a medio y largo plazo. Lo que propicia es un reparto de riqueza y poder mucho m¨¢s injusto y desequilibrado cada vez.

Las otras empresas que han pasado de lo p¨²blico a lo privado, salvo el caso de Indra, est¨¢n en manos de los que fueron designados por Aznar y Rato, y est¨¢n participadas por entidades financieras como Caja Madrid, asimismo dirigidas por hombres de confianza de Aznar, adem¨¢s de por otras privadas. La resultante deber¨ªa ser estremecedora para cualquiera de los defensores de la liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, pero sobre todo para los ciudadanos que consumen y usan lo que produce este grupo de poder pol¨ªtico, financiero, econ¨®mico y medi¨¢tico, sin la posibilidad de acudir a ninguna alternativa. El modelo, dentro de Espa?a, impide el desarrollo de una competencia seria entre iniciativas emprendedoras, porque el mercado est¨¢ repartido entre unos pocos y s¨®lo se puede actuar en los m¨¢rgenes, o en las migajas. El que sea peque?o o mediano empresario ver¨¢ el horizonte como peque?o o mediano sea cual sea su grado de eficiencia, salvo que tenga un amigo en el poder que le permita a?adirse al club. Y si quiere expandir su actividad tendr¨¢ que hacerlo mediante pactos con lo "establecido" como control estrat¨¦gico. Esto es particularmente significativo en todo lo relacionado con nuevas tecnolog¨ªas, con Internet, con energ¨ªa y otros sectores claves y/o de futuro.

Pero este modelo que se va conformando podr¨ªa, al menos, ayudarnos a competir en la aldea global, en la nueva econom¨ªa informacional, aunque tengamos que sacrificar nuestro mercado nacional someti¨¦ndolo a un oligopolio de oferta. ?ste ser¨¢ el argumento de los que est¨¢n m¨¢s al tanto de algunas de las tendencias mundiales de la globalizaci¨®n.

En mi opini¨®n, ni siquiera tendremos ese consuelo. No hay parang¨®n entre lo que aqu¨ª est¨¢ pasando y las fusiones o concentraciones que llenan los diarios en los ¨²ltimos tiempos. Ni una sola entidad financiera ha "comprado" o se ha fusionado con una gran empresa de telecomunicaciones ni con ninguna de las grandes de Internet. No van por ah¨ª las cosas, aunque parezcan lo mismo. Lo m¨¢s pr¨®ximo a lo que estamos viviendo -espero que no sea igual en sus consecuencias- es la imbricaci¨®n de las entidades financieras y las grandes empresas de los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico o el propio Jap¨®n.

En el fondo, como explicar¨¦ en la pr¨®xima ocasi¨®n, estamos confundiendo el instrumento -Internet y la revoluci¨®n tecnol¨®gica- con el cambio cultural, en el sentido profundo, que comporta esta nueva era, que amenaza con dejar obsoletas actividades propias de la era industrial para sustituirlas -a trav¨¦s de nuevos instrumentos- por otras diferentes, o concebidas de otra manera, que a?adan valor a los ciudadanos del mundo globalizado.

Felipe Gonz¨¢lez es ex presidente del Gobierno espa?ol.