Rosa Maria Sard¨¤ y Mario Gas llevan a Benet i Jornet al TNC
Conjunci¨®n extraordinaria en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC): Josep Maria Benet i Jornet-Rosa Maria Sard¨¤-Mario Gas. Dif¨ªcilmente se hallar¨¢ mayor cantidad de experiencia y sabidur¨ªa teatral sobre un escenario como la que re¨²ne en la escritura, la direcci¨®n y la interpretaci¨®n Olors, la obra de Benet i Jornet que en montaje de Gas y con la Sard¨¤ como protagonista se estrena el pr¨®ximo jueves en la Sala Gran."Es una obra sobre la destrucci¨®n, la destrucci¨®n de personas y de su mundo", dijo ayer el autor al presentar Olors, que tiene como trasfondo la transformaci¨®n urban¨ªstica del Raval barcelon¨¦s, un proceso visto con ojos cr¨ªticos. Con esta pieza, Benet i Jornet debuta por todo lo alto en el TNC, un espacio por cuya apertura a la dramaturgia catalana actual pugn¨® el escritor durante la etapa de Flotats, sin conseguirlo.
Hay m¨¢s circunstancias que hacen muy interesante el espect¨¢culo: supone la vuelta, despu¨¦s de ocho a?os, de Sard¨¤ a los escenarios. Y es la primera ocasi¨®n en que la dirige Gas.
Tambi¨¦n significa la uni¨®n en un mismo proyecto de dos personajes, Benet i Jornet y Mario Gas, que se destacaron en la cr¨ªtica y la defensa, respectivamente, de Josep Maria Flotats en su fugaz periodo como director del TNC. Que ahora Gas dirija una obra de Benet i Jornet, y precisamente en el TNC, tiene algo de cat¨¢rtico en el agitado mar de la escena catalana. El dramaturgo, por cierto, respondi¨® ayer a las acusaciones del director Jordi Mesalles en el sentido de que obstaculiza la renovaci¨®n del teatro catal¨¢n.
Olors cierra una trilog¨ªa que se inici¨® con Una vella, coneguda olor (1963) y sigui¨® con Baralla entre olors (1979). Una trilog¨ªa protagonizada por una mujer, Maria, cuya vida y la de los que la rodean ha seguido la escritura de Benet i Jornet a lo largo de 37 a?os en las tres piezas. El marco de esas vidas es Barcelona y la progresiva transformaci¨®n de sus barrios, concretamente el del Raval.
Benet i Jornet estrena en el TNC 'Olors', obra con la transformaci¨®n del Raval como tel¨®n de fondo
Josep Maria Benet i Jornet no deja dudas sobre su opini¨®n acerca de los cambios urban¨ªsticos del popular barrio barcelon¨¦s. En Olors, la protagonista, Maria (Rosa Maria Sard¨¤), dice: "Sin un rinc¨®n para guardar la memoria. Unos arquitectos que esponjan el barrio, lo trastocan, lo desfiguran, lo devoran y lo arrasan. ?Lo arrasan!". Y el mismo Benet i Jornet opina: "Si me preguntasen qu¨¦ elemento arquitect¨®nico de la ciudad merece ser declarado patrimonio art¨ªstico de la humanidad dir¨ªa, convencido, la casa del n¨²mero 30 de la calle de la Riera Alta. La casa ser¨¢ derruida. Se perder¨¢ la memoria de d¨®nde y c¨®mo viv¨ªa la gente corriente". Y a?ade: "El n¨²mero 30 de la calle de la Riera Alta me parece tan representativo de la historia de Barcelona como Santa Maria del Mar, y mucho m¨¢s que las casas que el cat¨®lico Gaud¨ª o los otros y geniales arquitectos coet¨¢neos suyos edificaron en la zona de la ciudad bautizada como quadrat d'or". El edificio de la Riera Alta no aparece en la obra, que transcurre en un lugar indeterminado del Raval, pero para Benet i Jornet es un ejemplo de c¨®mo se pierde la memoria de la clase trabajadora y de la gente humilde de la ciudad. "Estoy espantado de lo que se ha hecho en el Raval, ?qu¨¦ pensar¨ªamos si hicieran lo mismo en el Eixample, abriendo por ejemplo desde Villarroel a Roger de Flor?", dice.El dramaturgo, sin embargo, advierte que Olors "no es un panfleto ni un ensayo", y que el debate urban¨ªstico es s¨®lo un tel¨®n de fondo donde se desarrolla lo realmente importante: la vida de los personajes.
Al presentar Olors, ayer, su autor subray¨® que aunque forme parte de esa trilog¨ªa apuntada al principio, la pieza es una historia independiente que no precisa en absoluto de las otras dos. Expres¨® su confianza en que, pese a ser una obra que transcurre en Barcelona en un momento muy concreto, "tenga un sentido m¨¢s general", y destac¨® que los personajes tienen una entidad m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota de la historia; no son simples mu?ecos al servicio de una tesis".
Record¨® Benet i Jornet la vinculaci¨®n de Rosa Maria Sard¨¤ con el personaje de Maria, al que interpret¨® en la versi¨®n televisiva de las dos anteriores obras y que tras leer la tercera dijo al dramaturgo que si le daban el papel a otra actriz le ara?ar¨ªa la cara a la elegida. Benet i Jornet alab¨® generosamente a Mario Gas, a los dem¨¢s int¨¦rpretes -Pere Arquillu¨¦, Joan Anguera, Carme Molina y Rosa Boladeras- y al director y el equipo del TNC.
Por su parte, Sard¨¤, que vuelve al teatro despu¨¦s de ocho a?os, record¨® que al hacer Una vella, coneguda olor acababa de saber que estaba embarazada y que ahora aquel hijo tiene 24 a?os y podr¨¢ ver la funci¨®n. La actriz compar¨® su evoluci¨®n vital, desde aquella joven que era entonces, con la de Maria, la protagonista.
De la creaci¨®n dram¨¢tica de Benet i Jornet dijo que pese a que se le tiene por un escritor desesperanzado, incluso duro, por todas partes se le escapa la ternura. "Es un hombre que cree en los sentimientos, en el amor y en la amistad". Apunt¨® que, en todo caso, "en la vida no existen los finales felices".
Al ser interrogada por su opini¨®n sobre la evoluci¨®n urban¨ªstica de Barcelona, dijo: "Barcelona est¨¢ muy bonita, pero se han hecho cosas disparatadas; tal como dice la obra, una cosa es esponjar barrios y otra arrasarlos. En todo caso, yo no vivir¨ªa en otro lugar".
Sard¨¤ critic¨® de la Sala Gran del TNC que "pide un gran esfuerzo para hacer llegar la voz al p¨²blico, hay que gritar mucho", y se?al¨® la necesidad de revisar la sonoridad del teatro.
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