Lo pr¨®ximo
La precampa?a electoral, a la busca del compromiso del voto, adquiere esta semana una esot¨¦rica dimensi¨®n matrimonial, mientras me llega un mensaje de Conxa, que viaja por Espa?a. "SOS. ?Salvemos el Organismo Social! ?Qu¨¦ hace una treinta?era como yo en una globalizaci¨®n como ¨¦sta? ?Me siento hormiga! Busco lo pr¨®ximo: quiero casarme. Estoy perdida entre Madrid, Bilbao, M¨®stoles, Villalonga, Venezuela y Nueva York: Gorka desde all¨ª me mantiene informada de los acontecimientos, que me sobrepasan. 'Big is beautiful', asegura. ?Tendr¨¦ que casarme con lo global? Fabrico mi propia encuesta: mi vida es una campa?a electoral. No estoy para nada, disculpa". El mensaje inclu¨ªa unos n¨²meros de tel¨¦fono y la instrucci¨®n: "?Llama!".Se trataba, interpret¨¦, de hacer un peque?o sondeo. ?Treinta?eras acosadas por lo global, por el matrimonio o por algo peor? ?Pura histeria electoral / laboral o problemas privados? ?Qu¨¦ les pasa a estas chicas? Resumo a continuaci¨®n mis conversaciones con algunos treinta?eros amigos de Conxa. Esta es la situaci¨®n.
Seg¨²n Almudena P. de M., madrile?a, ejecutiva de publicidad en la misma compa?¨ªa que Conxa, los problemas de treinta?eros no existen: "Todo lo que interesa a los periodistas es un invento de cuatro comunicadores. ?stos hasta se atreven a decirnos lo que tenemos que pensar; s¨®lo los que estamos en publicidad les conocemos los trucos. Conxa es v¨ªctima de un desfallecimiento moment¨¢neo: Gorka no le conviene. Es guapo y listo, pero le ha comido el coco con el local / globalismo. Mal rollo. Cuando nos dimos cuenta, en el despacho se decidi¨® darle nuevos trabajos posibilistas que la absorbieran. Ahora tiene el encargo de averiguar por qu¨¦ el negocio de los cines del pa¨ªs ya no es el cine sino las palomitas... algo muy concreto, tangible. As¨ª que ella ahora viaja por toda Espa?a buscando esa respuesta a un asunto que empieza en Hollywood y acaba en Alcorc¨®n: saber por qu¨¦ la gente come tantas palomitas". Lenin Ortega, estilista cubano vecino de Conxa, describe as¨ª la coyuntura: "Conoc¨ª a Gorka y enseguida comprend¨ª por qu¨¦ Conxa cay¨® rendida: es un macho antiguo y muy moderno, un integrista que llegar¨¢ lejos. A ella le halag¨® que ¨¦l la escogiera, es lo tradicional, ha pasado siempre y seguir¨¢ pasando: le hizo sentir mujer con ese gesto. Conxa es brillante, capaz de utilizar con la misma destreza el telescopio y la lupa, pero demasiado buena persona. La situaci¨®n del treinta?ero, hombre o mujer, es dram¨¢tica: ha de elegir entre ser malo y oportunista, ganar dinero, hacer carrera y la vida privada, que es todo lo contrario a menos que uno escoja la tortura psicol¨®gica. Ser¨¦ pedag¨®gico: es una decisi¨®n parecida a si hay que votar a Aznar o a Almunia, ?me sigues? 'Vamos a m¨¢s' o 'Lo pr¨®ximo'. Casarse es como votar: elegir una est¨¦tica vital. He hablado con Conxa y le aconsejo que no se case. En cambio, le dije que fuera a votar, eso distraer¨¢ su mente".
Remei Gurb, llamada Crispita, detective comercial amiga de Conxa, hace este an¨¢lisis: "Ella es la reina del trip y ve a Gorka como una aventura. Lo comprendo, todos los t¨ªos lo son... pero vivir en Bilbao y tener siete hijos no es precisamente que te caiga una stock option. ?Lo dejar¨ªa yo todo por un solo t¨ªo? Esta historia me ha hecho entrar en crisis: ?y si en realidad ese es el tipo de trabajo que queremos todas? Ella est¨¢ convencida de su oportunidad ¨²nica. No hay nada que hacer. El treinta?erismo acaba siempre en la cuarentena, pero tampoco se trata de anticiparla". Detectada, pues, la preocupaci¨®n por lo pr¨®ximo, s¨®lo cabe deducir lo elemental: hay que tener mucha paciencia con las identidades fluidas de los treinta?eros. (Continuar¨¢ si Gorka lo permite).
Resumen de lo publicado: Conxa, una barcelonesa creativa de una compa?¨ªa de publicidad, aporta su diario y su peripecia vital a una investigaci¨®n sobre los horizontes de las treinta?eras espa?olas. En su camino, inesperadamente, se cruza el amor que arrasa cualquier previsi¨®n supuestamente propia del a?o 2000.
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