L'Hospitalet acepta un carril para autobuses en la Gran Via, de Castelldefels a Barcelona

Celestino Corbacho, alcalde de L'Hospitalet de Llobregat y presidente de la Entidad Metropolitana del Transporte, cree imprescindible elaborar un plan para potenciar el transporte con autobuses. "Si a la gente le ofrecemos elegir entre un metro cada tres minutos o un autob¨²s cada media hora, el resultado est¨¢ claro; hay que cambiar el esquema y completarlo con m¨¢s autobuses en todo el territorio". Para apoyar su tesis, anunci¨® que est¨¢ dispuesto a aceptar la construcci¨®n de un carril para autobuses en la Gran Via entre Castelldefels y Barcelona.

El alcalde de L'Hospitalet defiende que la Gran Via no puede ser un agradable paseo dentro de Barcelona y convertirse en una v¨ªa r¨¢pida que divide a las poblaciones que cruce en cuanto supere la plaza de Cerd¨¤. Lo que la capital catalana no quiere para s¨ª no puede imponerlo a su vecinos. De la mano de esta tesis, L'Hospitalet ha rechazado una y otra vez la creaci¨®n de un carril para uso exclusivo del transporte p¨²blico a trav¨¦s de la Gran Via.Pero esta oposici¨®n ha terminado, entre otros motivos, seg¨²n explic¨® el alcalde de L'Hospitalet a los miembros de la Asociaci¨®n para la Promoci¨®n del Transporte P¨²blico, con los que cen¨® la pasada semana, porque cree que el carril segregado ser¨¢ el primer paso para la transformaci¨®n de lo que hoy es autov¨ªa en un paseo ciudadano.

Corbacho, que es tambi¨¦n diputado por el PSC, ha propuesto varias veces en el Parlament desde la instalaci¨®n de sem¨¢foros hasta la conversi¨®n en avenida urbana, con el mismo resultado en todas las ocasiones. Ahora ha decidido cambiar de t¨¢ctica convencido de que mientras la Gran Via sea una v¨ªa r¨¢pida, L'Hospitalet no lograr¨¢ convertirla en avenida. El carril segregado para el transporte p¨²blico, asegur¨®, en lo que dependa de L'Hospitalet puede ser construido hoy mismo desde Castelldefels hasta la entrada de Barcelona. Con ello, opina, se lograr¨ªan dos cosas: dar mayor agilidad y capacidad al transporte p¨²blico de superficie y restringir el n¨²mero de coches que cada d¨ªa utilizan la avenida para desplazarse hasta Barcelona. Y en la medida en que disminuya el n¨²mero de conductores privados, los poderes p¨²blicos se atrever¨¢n a poner sem¨¢foros primero y aceras y jardines, al fin.

Pero la medida, cree Corbacho, debe insertarse en la elaboraci¨®n de un plan director del transporte urbano de superficie. El presidente de la EMT cree que el Plan Director de Infraestructuras presta una atenci¨®n principal al modo ferroviario, tanto el metro como el tranv¨ªa, y que hay que potenciar tambi¨¦n el autob¨²s.

El transporte de superficie, afirm¨® Corbacho, ha sido el gran desheredado de los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, es el primero que paga las consecuencias de las obras en las calles, y ha habido muchas en los ¨²ltimos meses, muy pocas de ellas hechas para aumentar la capacidad de este tipo de transporte.

Corbacho defiende una reordenaci¨®n de la flota del transporte de superficie de forma que se convierta en una especie de suministro a los transportes r¨¢pidos ferroviarios y suburbanos. Una teor¨ªa que comparte con el consejero de Pol¨ªtica Territorial, Pere Macias. Ambos argumentan que el autob¨²s, cuya inversi¨®n es notablemente inferior al metro, es el medio adecuado para determinados vol¨²menes de pasajeros.

Macias aduce, adem¨¢s, que el verdadero d¨¦ficit del transporte en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona, cuando se la compara con Madrid, no es el del metro, sino el de los autobuses.

Los datos con los que trabaja la Autoridad del Transporte se?alan que si se toma en cuenta la regi¨®n metropolitana, las poblaciones de Barcelona y Madrid son muy similares: 4,2 millones, en el primer caso; 5 millones, en el segundo. El n¨²mero de viajes efectuado en transporte p¨²blico, sin embargo, es muy distinto: 1.364 millones en Madrid y 726 millones en Barcelona. Pero la gran diferencia no se produce en el caso del autob¨²s: en Barcelona se hicieron 202 millones de viajes (47,8 viajes por habitante); frente a los 547 millones (109 por habitante) registrados en Madrid.

Respecto al metro, el n¨²mero de viajes hecho en Madrid es de 437 millones, frente a los 315 millones de Barcelona (incluyendo la zona urbana de los Ferrocarrils de la Generalitat). Si se a?aden las Cercan¨ªas de Renfe, el n¨²mero de viajes de Madrid es de 680 millones (87 por habitante), frente a los 462 millones de Barcelona (74 por habitante).

Corbacho y Macias sostienen que potenciar la red de autobuses y su conexi¨®n con la ferroviaria de metros y Cercan¨ªas redundar¨ªa en un incremento del n¨²mero de usuarios del transporte p¨²blico en general, tanto en el autob¨²s como en el metro y Renfe, especialmente si se procediera, al mismo tiempo a la unificaci¨®n tarifaria.