"El tercer entorno no tiene nada de democr¨¢tico"
El fil¨®sofo Javier Echeverr¨ªa fue uno de los primeros en estudiar el campo social que creaban los nuevos medios de comunicaci¨®n, desde la televisi¨®n a Internet. La interrelaci¨®n entre los individuos que creaba ese tercer espacio (despu¨¦s del natural y el urbano) ha guiado sus ¨²ltimos ensayos, entre los que destacan Tel¨¦polis, Cosmopolitas dom¨¦sticos o Los se?ores del aire. Tel¨¦polis y el tercer entorno. Sobre las ideas aportadas en este ¨²ltimo vers¨® la conferencia que ofreci¨® el pasado viernes en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria dentro del ciclo sobre El individuo moderno.Pregunta. Tel¨¦polis fue su aut¨¦ntico reconocimiento. Tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, su libro propon¨ªa una visi¨®n de las relaciones humanas atrevida para el momento.
Respuesta. Efectivamente. Era el momento de un cambio total y el mundo se ha desarrollado en la direcci¨®n apuntada en aquel libro y que he continuado en mis siguientes ensayos, siempre relacionados con ese tercer entorno (el primero ser¨ªa la naturaleza, el segundo, la ciudad) que es aquello que est¨¢ alrededor de nuestro cuerpo y nos permite comunicarnos y actuar a distancia: el tel¨¦fono, la televisi¨®n, el dinero electr¨®nico, las tarjetas de cr¨¦dito, las redes telem¨¢ticas como Internet, los videojuegos o la realidad virtual. Y este conjunto de tecnolog¨ªas est¨¢ posibilitando la creaci¨®n de un nuevo espacio social.
P. ?Y c¨®mo es este tercer entorno?
R. Es un espacio social comparable por su envergadura y sus posibilidades a la ciudad y al campo. Mucha gente piensa este tercer lugar como un espacio de informaci¨®n y comunicaci¨®n, que lo es, pero hay m¨¢s: en ¨¦l se puede interactuar, comprar, vender, trabajar divertirse, hacer la guerra. Es decir, todas las actividades cl¨¢sicas de una sociedad se pueden hacer en el tercer entorno. Ah¨ª surge ese nuevo estatus social que son los se?ores del aire, los que dominan ese espacio.
P. ?Qui¨¦nes son estos se?ores del aire?
R. En todo espacio social, tarde o temprano, surge la cuesti¨®n del poder. As¨ª, creo que muy lejos de muchos optimistas, que consideran que es un lugar democr¨¢tico, yo creo que no lo es para nada. En este espacio no son los ciudadanos y sus representantes los que toman las decisiones, sino las grandes empresas multinacionales de teleservicios.
P. Y respecto a los otros dos espacios, ?c¨®mo son las relaciones de poder que se establecen, mejores o peores?
R. ?sta es otra cuesti¨®n. Pol¨ªticamente, por ejemplo, el tercer entorno es peor, como lo es tambi¨¦n desde el punto de vista de la justicia distributiva. Aunque hay gente para la que es mejor, como un especulador en Bolsa, quien quiere lavar dinero negro o los militares.
P. Las culturas ind¨ªgenas tambi¨¦n ensalzan Internet...
R. La aparici¨®n de este nuevo espacio social, donde acude principalmente el capital, genera tambi¨¦n la reacci¨®n de los espacios locales que tambi¨¦n buscan instalarse en ¨¦l, trasladando su cultura, su lengua, su m¨²sica o sus espect¨¢culos deportivos. Hay que tener en cuenta que yo incluyo tambi¨¦n la televisi¨®n. As¨ª que ah¨ª est¨¢n, por ejemplo, las traineras o la pelota adaptadas a este tercer entorno, mientras que otras expresiones tradicionales desaparecen. Aunque, adem¨¢s de esta relaci¨®n con los nuevos medios, hay otros defensores de la cultura tradicional que abogan por el rechazo total al cambio tecnol¨®gico.
P. La primera postura de combinar tradici¨®n y tecnolog¨ªa se apoya en la accesibilidad a estos medios para todo el mundo. ?Seguir¨¢ esta facilidad de acceso en el futuro?
R. Hablando en concreto de Internet, en la actualidad se vive una lucha de poder total, una convulsi¨®n en cierto modo paralela a las que se pueden ver en el segundo entorno: ataques a portales, sentadas como las que organizan los zapatistas, asaltos a determinadas p¨¢ginas web... Las consecuencias son todav¨ªa desconocidas, pero ir¨¢n a un mayor control de la red por las multinacionales de la comunicaci¨®n.
P. ?Y qu¨¦ lugar ocupan las relaciones sociales en ese tercer entorno?
R. No hay cuerpo a cuerpo ninguno. En Internet lo ¨²nico que se puede hacer es representar su propio cuerpo. Pero eso no quiere decir que las relaciones corporales vayan a desaparecer; seguiremos viviendo en el primer y el segundo entorno, porque en el tercero no se vive: no es un h¨¢bitat, pero s¨ª un espacio para actuar.
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