Nueva York inaugura un nuevo planetario espectacular y futurista Una esfera blanca de 27 metros de di¨¢metro incorpora los ¨²ltimos hallazgos espaciales
La recreaci¨®n c¨®smica m¨¢s moderna del mundo tiene forma de planeta y domina desde un bloque de cristal de siete pisos los ¨¢rboles de Central Park. El Centro Espacial Rose, obra de James Edward Polshek y Todd H. Schliemann, abri¨® ayer sus puertas y ya se considera como uno de los mayores logros arquitect¨®nicos que se han visto en Manhattan en estos ¨²ltimos 30 a?os. Ha conseguido lo que nadie cre¨ªa posible: hacer ver las estrellas a los neoyorquinos.
Desde fuera, la esfera blanca de 27 metros de di¨¢metro que encierra el nuevo planetario Hayden parece suspendida en el aire entre las m¨¢s grandes mamparas de cristal de Estados Unidos. Apenas se ven los seis pilares de acero que la apuntalan. Despu¨¦s de seis a?os y 210 millones de d¨®lares, el Frederick Phineas y Sandra Priest Rose Centre for Earth and Space aspira a ser un miniparque tem¨¢tico estilo guerra de las galaxias y una experiencia cultural original."La idea era desempolvar las viejas exposiciones y limpiar el edificio. Pero se me ocurri¨® que en vez de eso pod¨ªamos destruirlo y reconstruir la idea", cont¨® el arquitecto James Polshek, cuya firma ha dise?ado el nuevo planetario. "Ahora pienso en ¨¦l como si fuera una catedral c¨®smica, s¨®lo que en vez de atraer a peregrinos por el bien de la religi¨®n, los atraer¨¢ por el bien de la ciencia".
El edificio ya es considerado por muchos como una de la mejores piezas arquitect¨®nicas construidas en Nueva York en los ¨²ltimos 30 a?os, a excepci¨®n quiz¨¢ de la reci¨¦n inaugurada torre LVMH, en la calle 57, obra de Christian de Portzamparc.
El Rose Center quiere ser una estructura evolutiva que incorpore los ¨²ltimos descubrimientos espaciales. Est¨¢ compuesto de tres partes: la esfera, divida a su vez en dos salas de proyecci¨®n circulares: el Teatro del Espacio y el Big Bang; la Rampa C¨®smica que circunvala parte del edificio y el Hall del Universo, que hace oficio de entrada del museo. "Nadie, ni siquiera los astron¨®mos, han podido experimentar el universo a tan amplia escala", asegura James Sweitzer, el director de proyectos del museo. "Por primera vez podemos viajar a trav¨¦s de un modelo real, cient¨ªfico y continuo del universo".
El Teatro del Espacio es una sala de cine que proyecta los mapas gal¨¢cticos m¨¢s precisos del mundo gracias a los datos constantemente actualizados de la NASA y de la agencia espacial europea Hipparcos, que tienen registradas a m¨¢s de 2.000 millones de estrellas. Es un simulador de realidad virtual que s¨®lo tiene equivalente en los laboratorios de investigaci¨®n militar norteamericanos. La narraci¨®n de la pel¨ªcula corre a cargo del actor Tom Hanks, que en algo menos de media hora se pasea por Marte, J¨²piter, los anillos de Saturno o la V¨ªa L¨¢ctea. Los ascensores de cristal llevan a la parte inferior de la esfera, que alberga el Bing Bang, una sala con una pantalla convexa de 11 metros, donde la voz de Jodie Foster narra en dos minutos y medio, con l¨¢ser y sonido digital, los principios del universo. Al salir, se accede a la Rampa C¨®smica, que, en una vuelta y media a la esfera, recorre 13.000 millones de a?os de historia espacial. Cada paso supone 75 millones de a?os, hasta llegar al ¨²ltimo segundo, donde se concentra la vida humana.
En el Hall del Universo se puede admirar el meteorito Willamete, un trozo del Sistema Solar de 15 toneladas. El resto es una exposici¨®n permanente sobre las galaxias, el nacimiento de las estrellas o la historia de los planetas.
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