Rajoy resta importancia a la forma de la dimisi¨®n y ve la "sustancia" en que asumi¨® su responsabilidad

Mariano Rajoy, jefe de la campa?a de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, rebaj¨® ayer "la importancia", en pol¨ªtica y en otros aspectos de la vida, de las formas en favor de "la sustancia" cuando se le pregunt¨® por c¨®mo se hab¨ªa concretado el pasado s¨¢bado la dimisi¨®n del ya ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel. Rajoy neg¨® que desde el Gobierno se hubiese aislado pol¨ªticamente a Pimentel; ni desminti¨® ni confirm¨® que el exministro hubiese mantenido alguna conversaci¨®n con Aznar el s¨¢bado tras el anuncio de la dimisi¨®n, y asegur¨® que ¨¦l no hab¨ªa intentado convencerle jam¨¢s para que olvidase su deseo de dejar el cargo.Rajoy eludi¨® comentar el m¨¦todo y las maneras empleadas por Pimentel para comunicar p¨²blicamente su dimisi¨®n antes que a Aznar y se zaf¨® con esta disquisici¨®n: "Lo importante en las cosas es la sustancia. Lo sustancial es que el ministro asumi¨® sus responsabilidades pol¨ªticas y lo dem¨¢s tiene un inter¨¦s relativo. Y que haya dimitido no es para que se critique".

Rajoy utiliz¨® de nuevo la celeridad de Pimentel al asumir pol¨ªticamente su responsabilidad por el caso Aycart para distanciar la actitud de su partido y de sus dirigentes con la de los responsables del PSOE en el pasado ante casos de corrupci¨®n. Algo que hicieron tambi¨¦n el presidente valenciano, Eduarzo Zaplana, y el secretario de Estado de Econom¨ªa, Crist¨®bal Montoro. Ambos se?alaron que Pimentel ha colocado muy alto el "list¨®n ¨¦tico" para otros pol¨ªticos en el futuro.

Rajoy descart¨® que el problema de la corrupci¨®n sea hoy un asunto de la agenda diaria de Espa?a y catalog¨® el caso Aycart como algo "aislado". El director de la campa?a de Aznar a?adi¨® que no ha variado su trabajo para las pr¨®ximas semanas por esta circunstancia y admiti¨® que s¨ª espera que el PSOE haga mucho hincapi¨¦ tanto en ese ¨¢ngulo de la corrupci¨®n como en las multimillonarias acciones sobre acciones de Telef¨®nica. Pero porque Rajoy entiende que "cuando uno no tiene programa, es consciente de que no tiene alternativa y algo tiene que hacer". Y fue ah¨ª cuando despleg¨® un mapa de Espa?a que refleja "el guirigay del PSOE, un rompecabezas que no encaja", con una distribuci¨®n coloreada por provincias seg¨²n los distintos programas sellados por los socialistas y diversos socios.

El jefe de la campa?a de Aznar no concedi¨® en un primer momento a los dirigentes socialistas, entre los que personaliz¨® el nombre de su candidato, Joaqu¨ªn Almunia, "autoridad moral" para hablar de corrupci¨®n, de creaci¨®n de empleo y de mejora de las pensiones. Luego matiz¨® sus palabras. Rebaj¨® esa declaraci¨®n un grado y explic¨® que al aspirante socialista hab¨ªa que "ponerle en tela de juicio" esa autoridad "porque cuando alguien se presenta no sale de la nada, tiene un historia, un bagaje y una credibilidad".

Por si la frase pod¨ªa ocasionar confusi¨®n, Rajoy concret¨®: "Almunia puede decir lo que quiera, pero sus hechos no le avalan". Y rescat¨® el argumentario oficial del PP contra el curr¨ªculo de Almunia cuando fue ministro de Trabajo con Felipe Gonz¨¢lez en 1984 para se?alar que hab¨ªa creado 800.000 parados y "provocado la ruptura de UGT con el PSOE". A Rajoy se le escap¨® como broma que dentro del PSOE hay dirigentes con m¨¢s credibilidad, "como [Jos¨¦] Bono".