La Moncloa admite malestar por los "desaires" de Pimentel y le reprocha "inmadurez pol¨ªtica"

La Moncloa no oculta su perplejidad y malestar por el comportamiento de Manuel Pimentel. La ¨²ltima secuencia se produjo ayer mismo, con la ausencia del exministro en la toma de posesi¨®n de su sucesor, Juan Carlos Aparicio. En el Gobierno se atribuye esta actitud a la "inmadurez pol¨ªtica" de Pimentel y a su deseo de situarse cuanto antes fuera de este escenario pol¨ªtico, como ya avanzara al renunciar a encabezar la lista del PP por C¨®rdoba. Los populares niegan una crisis y desv¨ªan as¨ª este inesperado rev¨¦s hacia la esfera privada del dimisionario y a su pesadumbre por el esc¨¢ndalo de uno de sus colaboradores.

Aznar volvi¨® ayer a tragarse un sapo cuando supo que Pimentel no hab¨ªa asistido a la toma de posesi¨®n de su sucesor, Juan Carlos Aparicio. Era el cuarto rev¨¦s de una larga secuencia que empez¨® el 11 de enero cuando Pimentel anunci¨®, por sorpresa, que se retiraba de la vida pol¨ªtica para dedicarse a la actividad privada y renunciaba a ser elegido diputado por C¨®rdoba. Pimentel evit¨® entonces cualquier vinculaci¨®n entre su retirada de la vida pol¨ªtica y la p¨¦rdida de su batalla en el Gobierno a favor de la Ley de Extranjer¨ªa.El segundo mal trago para Aznar fue la decisi¨®n unilateral de Pimentel de investigar por su cuenta la denuncia de la Cadena SER sobre el negocio presuntamente fraudulento de su exjefe de Gabinete y director de Migraciones, Juan Aycart. En una entrevista concedida a esta misma cadena la noche del jueves pasado, Pimentel reconoci¨® la existencia de una violaci¨®n de las incompatibilidades de su colaborador y anunci¨® su destituci¨®n fulminante en el Consejo de Ministros del d¨ªa siguiente. Tampoco hab¨ªa consultado con La Moncloa.

Luego llegar¨ªa la dimisi¨®n, igualmente por sorpresa, el s¨¢bado por la tarde, anunciada en una rueda de prensa y notificada posteriormente, por carta, al presidente del Gobierno. El remate llegar¨ªa ayer, con su ausencia en la toma de posesi¨®n de Aparicio.

La Moncloa niega, pese a todo, que esta secuencia de "desaires" de Pimentel al Gobierno de Aznar guarde relaci¨®n con la incomodidad que sent¨ªa en el Consejo de Ministros tras anunciar que pensaba abandonar la pol¨ªtica -una decisi¨®n que sorprendi¨® tanto a sus compa?eros de Gabinete como al propio Aznar- o con su defensa de una pol¨ªtica social antag¨®nica con la de otros departamentos, como en el tema de la inmigraci¨®n.

La fulminante dimisi¨®n de Pimentel sorprendi¨® a Aznar el s¨¢bado en La Moncloa, reci¨¦n llegado de un mitin celebrado en Logro?o. El coordinador de la campa?a electoral del PP y compa?ero de Gabinete, Mariano Rajoy, y el titular de Administraciones P¨²blicas, ?ngel Acebes, se enteraron en ?vila, e inicialmente no dieron cr¨¦dito a lo que le contaban. Acebes hab¨ªa mantenido esa misma semana una reuni¨®n con Pimentel, al que acababa de relevar en la coordinaci¨®n de las actuaciones de la Administraci¨®n en El Ejido tras los disturbios racistas. Nada sospechaba.

La Moncloa, que no quiere admitir que Pimentel se haya ido del Ejecutivo por no sentirse a gusto con la pol¨ªtica de Aznar, atribuye la renuncia exclusivamente a una "manera personal" de asumir las responsabilidades en un asunto de supuesta corrupci¨®n que le ha afectado de manera "muy ¨ªntima", como ha sido el fraude de confianza de un colaborador directo. Pero en este an¨¢lisis no faltan reproches. Ahora le achacan "falta de sentido de equipo" y, en definitiva, de "madurez pol¨ªtica".

Y es que Aznar, a las puertas del inicio de la campa?a electoral, ha ofrecido estos d¨ªas una imagen de descontrol de la situaci¨®n, precisamente cuando presum¨ªa de controlar el partido y el Gobierno. El mismo domingo, a¨²n sin haber tomado posesi¨®n el sucesor de Pimentel, repet¨ªa esta idea en Toledo al presumir de que ten¨ªa fama de "crear buenos equipos".

Tambi¨¦n se ha alterado el ritmo de la campa?a electoral dise?ada por Mariano Rajoy, que pretend¨ªa hacer de la estabilidad del Ejecutivo uno de sus principales activos. Pero, adem¨¢s, incomoda que Pimentel ha puesto el list¨®n muy alto en la asunci¨®n de responsabilidades pol¨ªticas y ha dejado en situaci¨®n delicada a ex compa?eros de Gabinete como Josep Piqu¨¦ y Rafael Arias-Salgado, que no asumieron responsabilidad alguna en las denuncias formuladas contra ellos en relaci¨®n con sus patrimonios personales.

Otra de las consecuencias de la dimisi¨®n es que ha dejado abierta la especulaci¨®n sobre una posible trama corrupta en Trabajo, como ha sugerido el candidato socialista, Joaqu¨ªn Almunia.

Frente a todo ello, ayer desde el Gobierno se lanzaban mensajes de tranquilidad y se negaba cualquier tipo de crisis.