Los inmigrantes rechazan adjudicar por sorteo los barracones en El Ejido

El Ejido La Comisi¨®n de Inmigrantes de El Ejido rechaz¨® ayer de manera tajante e indignada la propuesta de los ministerios de Trabajo y de Administraciones P¨²blicas de que se sorteen las plazas de los distintos barracones prefabricados que est¨¢ previsto instalar en la zona. Las casetas met¨¢licas con capacidad para seis personas (se intent¨® con ocho, pero no entraban las literas) estar¨¢n ocupadas, seg¨²n prev¨¦ el Gobierno, a partes iguales por trabajadores de la finca donde est¨¦n enclavadas y por personas contempladas en el censo de los que perdieron todo tras los disturbios racistas.

Los representantes de los ministerios pidieron a la Comisi¨®n de Inmigrantes que contactaran con los favorecidos por el sorteo, pero ¨¦stos se negaron por su repulsa del m¨¦todo.Han pasado pocos d¨ªas, pero ha ca¨ªdo mucho desde que el ministro de Administraciones P¨²blicas, ?ngel Acebes, reprendiera al alcalde de El Ejido, el tambi¨¦n popular Juan Enciso, por negarse a instalar las carpas destinadas a una atenci¨®n de emergencia a las personas que se hab¨ªan quedado sin cobijo, por m¨ªnimo que fuera, tras los incidentes racistas. Con el paso de los d¨ªas no hay ni carpas ni viviendas prefabricadas y el ¨²nico que se ha salido con la suya ha sido Enciso, que se ha convertido en la verdadera llave de todo el proceso.

En primer lugar, el alcalde de El Ejido ha conseguido que los enviados de los distintos ministerios del Gobierno se plieguen a sus demandas y que las viviendas prefabricadas se instalen en terrenos particulares, cerca de los invernaderos, lejos de las poblaciones y tras petici¨®n del agricultor en las oficinas municipales.

Hasta tal punto llega el poder de Enciso que, a mediod¨ªa de ayer, los t¨¦cnicos de Protecci¨®n Civil tan s¨®lo sab¨ªan que se hab¨ªa instalado un barrac¨®n y se preparaban dos. Con seis personas por barrac¨®n, la cifra de alojados ascender¨ªa a dieciocho, mientras que el Gobierno se comprometi¨® a alojar antes del d¨ªa 25 a unos 500.

Las que ganan por el momento y por goleada son las tesis de Enciso: los m¨®dulos est¨¢n en terreno privado y todo pasa por ¨¦l antes de llegar a las Administraciones p¨²blicas que pondr¨¢n los medios y el dinero. Ayer, el alcalde de El Ejido, tras una sesi¨®n maratoniana, les asegur¨® a los representantes del Gobierno central que hab¨ªa al menos nueve agricultores m¨¢s dispuestos a que se instalen m¨®dulos en sus terrenos. Eso s¨ª, seg¨²n fuentes presentes en la negociaci¨®n, Enciso exigi¨® que los m¨®dulos prefabricados se ocuparan al menos al 50% por trabajadores de la finca en la que se ubicaba y la otra mitad por integrantes de la lista.

Esta divisi¨®n, auspiciada por las tesis de disgregaci¨®n de los inmigrantes de Enciso, culmin¨® en la madrugada del martes en la sede de Cruz Roja en Almer¨ªa con un sorteo para ver qui¨¦nes de los cerca de 500 inmigrantes inscritos en el censo acced¨ªan a las pocas plazas que hay previstas por el momento. De hecho, no hay ninguna, ya que tras levantar el primer barrac¨®n las literas de dos camas encargadas eran demasiado anchas y se redujo la capacidad de ocho a seis personas, tras pedir que se enviaran nuevas literas desde M¨¢laga.

Hasta el momento, Protecci¨®n Civil ha pedido a una empresa de Sevilla la compra de alrededor de medio centenar de estos habit¨¢culos, dise?ados para servir de vestuario a obreros de la construcci¨®n. El alcalde s¨®lo quiere alojar a los trabajadores con contrato, pero entre los que han denunciado la p¨¦rdida de sus enseres hay mayor¨ªa de sin papeles y, aunque es pr¨¢cticamente imposible concretar cifras, la situaci¨®n podr¨ªa afectar a cerca de 5.000 personas, seg¨²n analistas de la inmigraci¨®n en la zona.

Este panorama ha dado un ¨²ltimo hervor a las ya de por s¨ª caldeadas asambleas de inmigrantes que, al cierre de esta edici¨®n, discut¨ªan las medidas de respuesta ante lo que ven como un total incumplimiento de los acuerdos que podr¨ªa llevar a un nuevo paro de braceros.