Contra el racismo
A lo largo de la historia, desde la aparici¨®n del ser humano, ha existido un denominador com¨²n, la lucha del ser, autoproclamado, superior contra el considerado inferior, ya sea por su raza, sexo, religi¨®n, pensamiento, etc¨¦tera. Lucha del todo desigual, puesto que el ser superior siempre ha contado y cuenta con todos los medios como para aplastar a su mortal enemigo. Mientras tanto, los seres que supuestamente nos encontramos en la l¨ªnea divisoria del virtual campo de batalla, consider¨¢ndonos dem¨®cratas, progresistas, que creemos plenamente en la igualdad, no movemos, salvo minoritarias excepciones, un solo dedo en pos de esos colectivos que tanto necesitan de nuestro apoyo, solidaridad e intervenci¨®n.?Hasta cuando vamos a estar cruzados de brazos? ?A que esperamos para presionar, desde nuestros diferentes ¨¢mbitos, a los estamentos p¨²blicos para que, de una vez por todas, se tomen en serio esta gran lacra que significan el racismo, la xenofobia o cualquier actitud que vulnere los derechos individuales o colectivos del ser humano y ejecuten las acciones oportunas para tratar de erradicar dichas actitudes, no limit¨¢ndose a promover, s¨®lo y exclusivamente, iniciativas de cara a la galer¨ªa o meras declaraciones de intenci¨®n, sobre todo, en periodo electoral.
El intervenir a conciencia, desde la primera etapa educativa en materias como la igualdad, el respeto, la justicia, etc¨¦tera, ser¨ªa del todo prioritario, consiguiendo con ello que nuestra sociedad futura est¨¦ desarraigada de lacras tan despreciables como las anteriormente expresadas. Esta intervenci¨®n acompa?ada de campa?as de sensibilizaci¨®n en institutos, universidades, medios de comunicaci¨®n, etc¨¦tera..., as¨ª como de la intervenci¨®n desinteresada de partidos pol¨ªticos, sindicatos y asociaciones de participaci¨®n ciudadana, lograr¨ªa a mi entender dos objetivos prioritarios que van, inevitablemente, concadenados: producir un efecto de rechazo inmediato en la sociedad ante cualquier actitud racista, xen¨®foba, etc¨¦tera, posibilitando con ello su erradicaci¨®n a medio plazo; forjar un armaz¨®n que sirva de soporte imprescindible de una futura sociedad, exenta de cualquier atisbo de insolidaridad e injusticia, en definitiva una sociedad abierta, basada en el respeto a "lo diferente". Eso s¨ª, estas intervenciones s¨®lo tendr¨¢n ¨¦xito si existe una apuesta sin reservas desde las distintas Administraciones p¨²blicas, que conjugue y canalice todos los esfuerzos e iniciativas de la sociedad, propiciando as¨ª una intervenci¨®n coordinada y eficaz.- Cayetano Recio Alcaide. Sevilla.
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