Los inmigrantes de El Ejido ampl¨ªan su plazo al Gobierno para cumplir lo pactado
Los inmigrantes marroqu¨ªes de El Ejido (Almer¨ªa) han acordado dar un nuevo plazo al Gobierno hasta despu¨¦s de las elecciones para que sean realojados aquellos que se quedaron sin techo y se indemnice a los comerciantes cuyos establecimientos fueron asaltados y saqueados durante los recientes disturbios racistas. La decisi¨®n de seguir trabajando ser¨¢ revisada por los magreb¨ªes el 14 de marzo, si bien el Ejecutivo se ha comprometido a tener acabados antes del d¨ªa 10 sus deberes m¨¢s urgentes.
Los trabajadores marroqu¨ªes decidieron dar este margen suplementario a las autoridades durante la reuni¨®n de la comisi¨®n que deb¨ªa evaluar el cumplimiento del pacto ante la constataci¨®n de que, aunque se ha incumplido en sus aspectos m¨¢s acuciantes, algo se ha empezado a hacer. Est¨¢ previsto que hoy mismo queden instalados 22 m¨®dulos para acoger a 170 inmigrantes y ya se han pagado m¨¢s de tres millones de pesetas en indemnizaciones.No obstante, la ¨²ltima palabra la tienen las asambleas y no se descartan medidas de presi¨®n para que la Administraci¨®n se d¨¦ prisa en cumplir su palabra. "Si no cumple, haremos una huelga legal con todas sus consecuencias", advirti¨® ayer Omar el Hartiti, l¨ªder de la comisi¨®n de inmigrantes.
La fecha en la que deb¨ªa haberse cumplido lo pactado el d¨ªa 12 expiraba ayer, momento hasta el que el paro en los invernaderos estaba suspendido cautelarmente.
Los braceros magreb¨ªes, los empresarios y los sindicatos se dieron cita en la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa. Los primeros mostraron, de entrada, su malestar por la lentitud con que se est¨¢ realojando a quienes fueron expulsados a golpes o fuego de sus chabolas y por la demora en el pago de las indemnizaciones. "El s¨¢bado pasado se instalaron los primeros m¨®dulos en terrenos cedidos por agricultores y se ha hecho lo que se ha podido", les inform¨® el delegado gubernativo en Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Torres.
El segundo punto exigido por los marroqu¨ªes para no volver a cruzarse de brazos es el del pago de compensaciones a los damnificados.
Por el momento, se han presentado casi 80 solicitudes de resarcimiento, pero hasta ayer s¨®lo se ha atendido una decena de ellas por un valor conjunto de algo m¨¢s de tres millones de pesetas. "Las previsiones son que habr¨¢ que pagar algo m¨¢s de 40 millones en principio y el dinero ya est¨¢ en las arcas de la Cruz Roja de Almer¨ªa", les asegur¨® Torres.
Adem¨¢s, el Ministerio de Administraciones P¨²blicas se ha comprometido a crear otras nueve oficinas para la regularizaci¨®n de inmigrantes, un proceso que comenzar¨¢ el 21 de marzo.
Las presiones de Rabat
Los marroqu¨ªes criticaron ayer la actitud del Gobierno de Rabat en el conflicto. Por un lado, le reprochan que no haya mandado una representaci¨®n oficial a El Ejido para abanderarles en sus reivindicaciones; por otro, le acusan de infiltrar a agentes suyos en sus asambleas para tratar de influir en sus decisiones.Los inmigrantes aseguraron que en los primeros momentos, inmediatamente despu¨¦s de los disturbios, su Ejecutivo era partidario del mantenimiento de las movilizaciones, pero que cambi¨® de criterio tras la firma del preacuerdo que dej¨® en suspenso los paros mantenidos.
En su opini¨®n, Marruecos estar¨ªa ahora presionando para evitar la vuelta a la huelga, ya que le podr¨ªa perjudicar en las conversaciones que mantiene con la Uni¨®n Europea para renegociar el acuerdo pesquero -la no renovaci¨®n perjudicar¨ªa especialmente a Espa?a- y la obtenci¨®n de mejores condiciones para la exportaci¨®n de sus productos. Dichas presiones, afirman, se est¨¢n llevando a cabo de forma extraoficial mediante "agentes infiltrados en las asambleas".
"El Gobierno de Marruecos debe asumir su responsabilidad como la hemos asumido nosotros", declar¨® ayer Kamal Rhamaouni, presidente en Andaluc¨ªa de la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME). En la misma l¨ªnea, Mohamed Mandi, de la asociaci¨®n Mogador, critic¨®: "Hemos recibido apoyos de personas individuales, pero ninguna representaci¨®n oficial se ha desplazado hasta aqu¨ª para aglutinar al colectivo".
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