Teofilac¨®n
ALEJANDRO V. GARC?ALa apertura de la campa?a ha puesto de manifiesto la escasa credibilidad de que goza internet y las nuevas t¨¦cnicas de comunicaci¨®n entre los pol¨ªticos. Es verdad que Manuel Chaves y Te¨®fila Mart¨ªnez comparecieron a la vez en ocho provincias y abrieron la feria del voto con carteles intangibles y con las sonrisas espectrales que tienen las im¨¢genes de las transmisiones por sat¨¦lite. Tambi¨¦n es innegable la felicidad un tanto presuntuosa de la candidata del PP cuando se refiere a s¨ª misma como la otra, la Teofilac¨®n, esa duplicaci¨®n inocente que tiene la misma consistencia que un dibujo animado.
Sin embargo, no deja de ser una simple concesi¨®n a la forma en que hemos dado en simbolizar el futuro. El aplauso de los militantes y candidatos socialistas, reunidos en ochos hoteles diferentes, a los Chaves virtuales no pas¨® de un gesto publicitario para trasladar cierto aire de modernidad al electorado. A continuaci¨®n, y como para sacudir los restos de la intromisi¨®n electr¨®nica, los candidatos provinciales tomaron la palabra para reinvindicar la presencia material sobre la fantasmag¨®rica y las ventajas de la corporeidad sobre las representaciones.
Te¨®fila Mart¨ªnez, a pesar del fervor con que habla de su espectro -la Te¨®filac¨®n- no ha concedido a su doble de internet m¨¢s importancia que un ni?o a sus h¨¦roes de los videojuegos. Teofilac¨®n tiene un ligero parecido con Laura Croft, e incluso con la Valentina del tebeo, de Guido Crepax, pero menos perversa y con m¨¢s ropa. Ah¨ª radica su falta de credibilidad. Teofilac¨®n no es un doble sino un s¨ªmbolo publicitario que la aut¨¦ntica Te¨®fila explota como un s¨ªntoma de la revoluci¨®n conservadora que consta en su divisa electoral.
Pero la prueba m¨¢s consistente del recelo de los pol¨ªticos hacia los nuevos medios es la confusi¨®n respecto a su valor ideol¨®gico. Mientras Chaves y Mart¨ªnez convocaban la medianoche del jueves a sus simpatizantes ante ocho pantallas para participar en una sesi¨®n de espiritismo, Antonio Romero, candidato de IU, ped¨ªa el voto en Jauja (C¨®rdoba) mediante la t¨¦cnica rupestre del aerosol y el muro en blanco. Quiz¨¢ porque a la izquierda le cuesta abandonar sus instrumentos de propaganda. O porque una cuenta de correo electr¨®nico le produce la misma desaz¨®n de clase que una cuenta a plazo fijo.
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