Una monta?a de tierras contaminadas
Ocupa 16.000 metros cuadrados, el equivalente a tres estadios de f¨²tbol, y dibuja ya el perfil una aut¨¦ntica monta?a artificial en lo alto de la colina de Santa Luc¨ªa, en las afueras de Pamplona. Se trata de la celda de seguridad en la que desde el pasado oto?o se entierran a diario los suelos manchados de la cercana empresa Inabonos. 150.000 metros cuadrados de tierras altamente contaminadas con elementos como ars¨¦nico, cadmio, cobre, mercurio, plomo, cobalto, zinc, amonio, fosfatos, sulfuros, aceites minerales e hidrocarburos clorados. La Administraci¨®n asegura que la celda cumple todas las medidas de seguridad. Sin embargo, los miembros del Fondo Navarro para la Protecci¨®n del Medio Ambiente, Gurelur, han reiterado ante una comisi¨®n parlamentaria que recibi¨® sus informes, que la operaci¨®n es ilegal porque vulnera numerosas leyes medioambientales.La empresa Inabonos, nacida a principios de siglo, dispon¨ªa en Navarra de dos plantas donde fabricaba ¨¢cido sulf¨²rico, cuya materia prima es la pirita. En la de Pamplona, ubicada en el barrio de San Jorge, esta producci¨®n desapareci¨® en 1983. En Lodosa, donde Inabonos centrar¨¢ a partir de este a?o toda su producci¨®n, dej¨® de producirse en 1989.
El Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona y la industria, ahora en manos del grupo franc¨¦s Roullier, negociaron el cierre de la empresa y el traslado de su actividad industrial para dedicar el pol¨ªgono de Buztintxuri a la futura construcci¨®n de unas 3.000 viviendas. Un convenio firmado en diciembre de 1998 cerr¨® el trato por el que Gobierno y municipio pagaron 582 millones por el terreno. Pero antes hab¨ªa que trasladar los residuos t¨®xicos y las tierras manchadas que durante ocho d¨¦cadas hab¨ªa generado la producci¨®n de fertilizantes y abonos qu¨ªmicos. El presupuesto, de 300 millones, lo afronta la propia empresa.
Traslado pactado
Se pact¨® as¨ª el traslado de esos suelos a una colina cercana, Santa Luc¨ªa, ubicada a tan s¨®lo 1.300 metros de distancia. El pasado oto?o una flotilla de camiones comenz¨® a verter en esta celda de seguridad, de diez metros de profundidad, tierras manchadas que sumar¨¢n al final de la operaci¨®n, ya pr¨®xima, un total de 107.000 metros c¨²bicos de suelos altamente contaminados.
Antonio Munilla, portavoz de Gurelur, record¨® a los grupos parlamentarios que la celda se ubica en una colina catalogada como reserva paisaj¨ªstica y en la que tambi¨¦n se ubican dos dep¨®sitos de la mancomunidad de Aguas de Pamplona, con una capacidad de 7.500 metros c¨²bicos de agua. No obstante, a juicio de los ecologistas es la cercan¨ªa del llamado Poblado de Santa Luc¨ªa, un asentamiento regulado de familias de raza gitana, lo que incrementa, a su juicio, la peligrosidad e ilegalidad de la celda.
A escasos cien metros del dep¨®sito se ubican las primeras casas de estas familias, cuando, seg¨²n el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, deber¨ªa existir al menos una distancia de 2.000 metros al punto habitado m¨¢s pr¨®ximo. "Es totalmente inadmisible, desde un punto de vista ¨¦tico, lo que se est¨¢ haciendo a escasos metros de las viviendas de unas familias gitanas", se?al¨® Munilla.
Gurelur sostiene que la celda entra en contradicci¨®n con las Normas Urban¨ªsticas Comarcales de Pamplona, que protegen esta reserva paisaj¨ªstica, y a?ade que el estudio de impacto ambiental reconoce que no se puede garantizar que los productos t¨®xicos y peligrosos no lleguen al r¨ªo a trav¨¦s de lixiviados, p¨¦rdidas en el transporte y escorrent¨ªas. Frente a estas tesis, la Administraci¨®n niega que se est¨¦ vulnerando la ley y asegura que la celda cumple todas las medidas de seguridad exigibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.