Un imaginativo documental sobre Per¨®n crea pol¨¦mica en Argentina El director usa filmes in¨¦ditos y recrea escenas con tecnolog¨ªa digital

Per¨®n, sinfon¨ªa de un sentimiento es un documental inclasificable, de seis horas de duraci¨®n, en el que se incluyen fragmentos de filmes in¨¦ditos sobre el dictador argentino y escenas que recrean con tecnolog¨ªa digital momentos de los que no se tiene registro f¨ªlmico. El autor de la pel¨ªcula, Leonardo Favio, sin criticar el r¨¦gimen, a?ora la sensaci¨®n de esperanza en el futuro que el legendario dictador fue capaz de generar.

El Per¨®n de Favio es m¨¢s que un friso hist¨®rico. Como acertadamente lo se?ala su t¨ªtulo, es un concierto barroco, un estallido de emociones, formas y memorias. Favio ha mezclado documentales in¨¦ditos (por ejemplo, fragmentos de telediarios sobre el viaje de Eva Duarte de Per¨®n a Europa en 1947 o una pel¨ªcula familiar que muestra la intimidad de la boda entre Per¨®n y Evita en 1945) con un montaje audaz, que incluye reconstrucciones obtenidas mediante sistema digital, de actos nunca filmados en forma completa, como la asamblea popular del 17 de octubre de 1945, que dio nacimiento al peronismo. En la pel¨ªcula alternan los documentales (en total visualiz¨® 120 horas de pel¨ªculas de ¨¦poca) con dibujos animados, m¨²sica de Mozart, de Atahualpa Yupanki y de Vangelis. Esta parafernalia est¨¢ al servicio de una memoria emotiva sobre el mito de Per¨®n. La pel¨ªcula erige un homenaje a los sentimientos del propio Favio, un ni?o pobre durante la legendaria primera presidencia de Per¨®n (1946-1952). Para Favio, el l¨ªder era mucho m¨¢s que un dirigente amado: Per¨®n era el nombre mismo de la esperanza. El filme no tiene ning¨²n atisbo cr¨ªtico hacia aquel r¨¦gimen y, por ejemplo, omite toda referencia a Jos¨¦ L¨®pez Rega, secretario privado y creador de la Triple A, precursora de las desapariciones que luego multiplic¨® la dictadura de Videla.

Favio, nacido en Luj¨¢n de Cuyo, provincia de Mendoza, en 1937, se vincul¨® al cine al ser descubierto como gal¨¢n joven por el prestigioso realizador Leopoldo Torre Nilsson, por cierto, un antiperonista ac¨¦rrimo. Logr¨® financiar algunas de sus pel¨ªculas mediante las ganancias obtenidas con la profesi¨®n que le dio de comer cuando abandon¨® la actuaci¨®n: compositor y cantante de baladas populares, algunas convertidas en ¨¦xitos de ventas como Fuiste m¨ªa un verano o Ella ya me olvid¨®.

La militancia peronista le ha causado a Favio muchas complicaciones al verse envuelto en las furibundas luchas de los a?os setenta, entre las alas derecha e izquierda del movimiento, y el cineasta-cantor pag¨® sus ideas con un largo y est¨¦ril exilio en Colombia. Su regreso al cine, recuperada la democracia, fue con Gatica, el mono, historia del apogeo y ca¨ªda de un ¨ªdolo deportivo, s¨ªmbolo de los cabecitas negras, triunfantes con Per¨®n y machacados por el antiperonismo. Concluido este filme, Favio, hombre de salud fr¨¢gil, qued¨® muy endeudado. Eduardo Duhalde, ex vicepresidente de Menem, durante muchos a?os delf¨ªn presidencial, le ofreci¨® financiar un filme sobre Per¨®n. Cuando culmin¨® la obra, ¨¦sta hab¨ªa crecido desde lunas convencionales dos horas, hasta las seis. Eso, combinado con la ambig¨¹edad del mensaje en uno de los peores momentos del peronismo en Argentina, est¨¢ dificultando su exhibici¨®n.