Empate en descaro y desgana en el 'derby'

En desgana y en desprecio a sus respectivas aficiones. En eso empataron Betis y Sevilla y a eso qued¨® reducido el primer derby sevillano de 2000. Dos penaltis -uno a los tres minutos a ra¨ªz de un tan inocente como absurdo agarr¨®n del centrocampista sevillista ?ngel al eslovaco Karhan, que transform¨® sereno Denilson, y el otro, en un muy discutido empuj¨®n de Bornes al uruguayo Olivera, 72 minutos despu¨¦s y que materializ¨® el mago de las jugadas a bal¨®n parado, Tsartas- y nada m¨¢s que contar.Entre el minuto tres y el 75, ambos equipos ofrecieron la imagen y realizaron el pobre juego al que sus hastiadas aficiones ya est¨¢n acostumbradas. Pero eso no debi¨® de servir de excusa a ambos conjuntos para, encima, martirizarles con un partido que se supon¨ªa de fiesta y casi acaba en velatorio.

Y es que el Betis dej¨® escapar la oportunidad de cumplir con tres objetivos a la vez: primero, lograr un triunfo que resarciese a su hinchada del escarnio que supuso el 3-0 de la primera vuelta en el S¨¢nchez Pizju¨¢n; segundo, hundir al eterno rival a¨²n m¨¢s en el pozo en el que lleva instalado 15 jornadas y, con ¨¦sta, ya 16. Y tercero, aprovechar la mediocridad del peor Sevilla que se recuerda.