Mayor afirma que la estrategia radical del PNV echa al nacionalismo de ?lava

El ministro del Interior, Jaime Mayor, asegur¨® ayer a este peri¨®dico que la estrategia radical del PNV est¨¢ consiguiendo "el abandono" por parte de ?lava "del nacionalismo", es decir "su navarrizaci¨®n".Mayor no tiene duda alguna de que los alaveses "se sintieron invadidos" con la manifestaci¨®n que el PNV organiz¨® el s¨¢bado en Vitoria y en la que, "en vez de homenajear a las v¨ªctimas del terrorismo, a Fernando Buesa y su escolta", homenaje¨® "al lehendakari", Juan Jos¨¦ Ibarretxe, como desagravio por los abucheos que recibi¨® en sus funerales.

?sa fue la gota que colm¨® el vaso despu¨¦s de que Ibarretxe tardara en reaccionar tras el doble crimen -su mensaje a la poblaci¨®n, el ¨²ltimo de los l¨ªderes pol¨ªticos, se demor¨® cuatro horas y media-y convocase la manifestaci¨®n sin acordar su lema ni siquiera con el PSOE, el partido de uno de los asesinados.

El PNV ha pasado a ser minoritario en ?lava -la provincia menos nacionalista de Euskadi- respecto al PP y el PSOE y su estrategia radical est¨¢ favoreciendo a HB en su propio perjuicio, seg¨²n Mayor: "El modelo alav¨¦s se parece cada vez m¨¢s al navarro y los ¨²ltimos sucesos lo aceleran [el proceso]".

Todo ello, siempre seg¨²n Mayor, es consecuencia inmediata de que Ibarretxe forma parte del Pacto de Lizarra y no tiene ninguna autonom¨ªa como lehendakari respecto del PNV. "En tiempos de [Jos¨¦ Antonio] Ardanza", dice, "hab¨ªa un referente pol¨ªtico con consejeros, como Atutxa o Guevara, que representaban a todos los vascos. Con Ibarretxe no hay Gobierno; s¨®lo hay partido".

Pero el problema de fondo de esta divisi¨®n del Pa¨ªs Vasco es para Mayor el pacto que el PNV mantiene con ETA y HB desde el verano de 1998 pese al "modo implacable y morboso" con que act¨²a la banda, como prueban sus ¨²ltimos cr¨ªmenes. "Que el PNV no haya roto con Lizarra despu¨¦s de estos asesinatos ha fortalecido a la banda. Ha concedido a los cabecillas una autoridad de la que carec¨ªan", valora.

Mayor se muestra muy esc¨¦ptico sobre la posibilidad de que la direcci¨®n del PNV rectifique. Pero no cree que antes del 12-M sea el momento de plantear la dimisi¨®n de nadie. Convencido de que el PNV ha perdido su centralidad como partido vasco, cree que ha llegado la hora de perderle el "miedo reverencial" en Euskadi y que los partidos constitucionalistas, el PP y el PSOE, se constituyan en alternativa al nacionalismo: "La soluci¨®n al problema vasco no pasa por este PNV".