Paulino Rivero, el alcalde presidente

Entr¨® en pol¨ªtica por azar. Seg¨²n cuenta ¨¦l mismo, lo ficharon mientras jugaba una partida al domin¨® en su pueblo, El Sauzal, en la isla de Tenerife, all¨¢ por el a?o 1979. Ten¨ªa 27 a?os y desde entonces ha ejercido de forma ininterrumpida como alcalde de su municipio. Pero Paulino Rivero aspiraba a m¨¢s. El grupo independiente bajo cuyas siglas hab¨ªa accedido a la m¨¢xima autoridad de su Ayuntamiento se integr¨® en la Agrupaci¨®n Tinerfe?a Independiente (ATI); ATI se integr¨® en Coalici¨®n Canaria (CC), y Rivero Baute pudo dar el salto a la pol¨ªtica insular y nacional. Es, desde diciembre de 1998, el primer presidente de la formaci¨®n nacionalista del archipi¨¦lago.Como buen corredor de fondo -deporte que practica casi a diario-, ha ido escalando pelda?os paso a paso. A sus tareas de primer edil sum¨® la elecci¨®n como miembro del Cabildo Insular de Tenerife en 1983, cargo que ocup¨® hasta 1995. Primero en la oposici¨®n, fue asumiendo progresivamente ¨¢reas de m¨¢s responsabilidad hasta ocupar la vicepresidencia de la corporaci¨®n y la portavoc¨ªa de su grupo. En 1995 da el salto al Congreso de los Diputados, esca?o que aspira a revalidar el 12-M como cabeza de lista de Coalici¨®n Canaria por la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Su ascenso como cargo p¨²blico ha sido paralelo a su consolidaci¨®n en los puestos org¨¢nicos de ATI (ha sido secretario de organizaci¨®n y es su secretario general desde julio de 1994) y de CC. Paulino Rivero simboliza en este sentido la transici¨®n del insularismo al nacionalismo. Al primero lleg¨® apadrinado por Manuel Hermoso, cofundador de ambos proyectos pol¨ªticos y ex presidente del Gobierno aut¨®nomo. En el segundo, este Arzalluz del nacionalismo canario comparte protagonismo con el hasta ahora portavoz de Coalici¨®n Canaria en el Congreso, Jos¨¦ Carlos Mauricio.

La buena relaci¨®n que mantienen ambos dirigentes es exponente del principal logro obtenido por Coalici¨®n Canaria: regionalizar la pol¨ªtica de unas islas hist¨®ricamente enfrentadas entre s¨ª en lo que se ha venido a definir como el "pleito insular" entre Gran Canaria y Tenerife. Paulino Rivero no se cansa de repetir la coletilla de que "Canarias es un territorio fragmentado" para resumir la necesidad de adoptar cualquier tipo de decisi¨®n pol¨ªtica bajo esta premisa y evitar as¨ª que la delicada balanza del equilibrio insular caiga de uno u otro lado. En esta pugna interprovincial, Rivero ejerce de mediador, lo que le vali¨® el honor de convertirse en el primer presidente de Coalici¨®n Canaria.

La s¨®lida carrera pol¨ªtica que viene protagonizando no ha llevado a este maestro -obtuvo el t¨ªtulo de Magisterio en la Universidad de La Laguna- a abandonar el pueblo de El Sauzal, donde sigue residiendo con su mujer y sus dos hijos. Entre las an¨¦cdotas que cuentan de su apego al pueblo se recuerda su decisi¨®n de no acudir, el 10 de octubre de 1998, a la recepci¨®n del director general de la Guardia Civil Santiago L¨®pez Valdivieso para ejercer hasta sus ¨²ltimas consecuencias su funci¨®n de alcalde: casar a una pareja de vecinos.

De aspecto juvenil, Rivero consigue rescatar tiempo de su apretada agenda para mantenerse en forma con su afici¨®n a correr y madrugar, cada ma?ana, para recibir clases particulares de ingl¨¦s. Quienes le conocen bien aseguran que el futuro pol¨ªtico de Paulino Rivero pasa por el Gobierno de Canarias, ¨²nica instituci¨®n de la que, de momento, no ha formado parte.