Justicia racista

La justicia norteamericana, tanto si se trata de jurados populares como de jueces profesionales, no puede quitarse de encima la sospecha de actuar muchas veces m¨¢s por prejucios raciales, de acuerdo con el color de la piel de la v¨ªctima o del acusado, que por estrictos motivos de justicia. Esta sospecha ha aparecido, una vez m¨¢s, en el veredicto de absoluci¨®n de cuatro polic¨ªas de Nueva York acusados de matar a tiros el 4 de febrero de 1999 a Amadou Diallo, un inmigrante africano de 22 a?os, en el barrio neoyorquino del Bronx. La v¨ªctima fue alcanzada por 19 de los 41 disparos que efectuaron contra ¨¦l.Es dif¨ªcil desvincular del disparatado veredicto de no culpabilidad el que los cuatro polic¨ªas acusados sean blancos, que el fallecido fuera negro y que el jurado popular haya sido mayoritariamente blanco. Los cuatros polic¨ªas, pertenecientes a la expeditiva Unidad de Crimen Callejero de la ciudad de Nueva York, acribillaron al joven inmigrante a la puerta de su casa ante la sospecha de que iba sacar un arma que result¨® ser una billetera. En cualquier otro tribunal fuera de EEUU, el criterio de proporcionalidad habr¨ªa bastado para condenar a los cuatros polic¨ªas acusados.

?C¨®mo puede considerarse proporcionado al eventual riesgo de que alguien saque una pistola que cuatro polic¨ªas le acribillen a balazos sin m¨¢s? Ni siquiera ha considerado el jurado la posibilidad de que los polic¨ªas pudieron actuar al menos con imprudencia y al margen de elementales criterios de profesionalidad. Tambi¨¦n un jurado blanco de Los ?ngales consider¨® proporcional -"conducta razonable", se?al¨®- la brutal paliza propinada hace algunos a?os por cuatro polic¨ªas blancos al ciudadano negro Rodney King tras saltarse un sem¨¢foro en rojo con su moto.

Afortunadamente, al igual que ocurri¨® en el caso de Rodney King, las autoridades federales han anunciado que plantear¨¢n una revisi¨®n del caso mediante una demanda por violaci¨®n de derechos civiles del joven Diallo. Pero esta medida no ha podido evitar, como en el caso King, que el veredicto reavive las tensiones raciales y que haya provocado fuertes protestas en el seno de la comunidad negra de la ciudad de Nueva York. El problema de fondo es que estos cuatro polic¨ªas no actuaron como lo hicieron fortuitamente: cumplieron a rajatabla el principio de "tolerancia cero" contra el crimen que el actual alcalde neoyorquino, Rudolf Giuliani, ha situado en el centro de su pol¨ªtica de seguridad ciudadana. No es extra?o que para Giuliani la muerte a tiros de Diallo sea "una gran tragedia, no un crimen".