Philip Morris acepta nuevas limitaciones en la venta de tabaco

Por primera vez, el principal fabricante mundial de tabaco se ha mostrado dispuesto a negociar una serie de regulaciones que permitan al Gobierno de EEUU ejercer mayor control sobre la comercializaci¨®n de cigarrillos. En lo que se interpreta como un cambio de pol¨ªtica y de imagen, Philip Morris acepta ahora una negociaci¨®n a la que se hab¨ªa negado en los ¨²ltimos a?os. La postura de este fabricante puede arrastrar al resto de la industria y facilitar una nueva legislaci¨®n, m¨¢s estricta, sobre la composici¨®n y venta de tabaco. El vicepresidente de Philip Morris, Steven Parrish, ha revelado que en los ¨²ltimos d¨ªas ha habido varias reuniones pol¨ªticas en las que ha expresado "la voluntad de la compa?¨ªa de abrir un di¨¢logo para buscar un marco regulador adecuado". Seg¨²n Parrish, Philip Morris (fabricante de Marlboro, Benson & Hedges y otras 16 marcas), est¨¢ dispuesta a aceptar nuevas regulaciones en todo lo referente a comercializaci¨®n y consumo por parte de los fumadores m¨¢s j¨®venes, investigaci¨®n sobre productos menos nocivos y publicaci¨®n de datos internos. El lobby de las tabacaleras en Washington -apoyadas mayormente en el lado republicano- ha bloqueado sistem¨¢ticamente las iniciativas legisladoras de los ¨²ltimos a?os.

Clinton, favorable

Bill Clinton se mostr¨® "animado" por lo que considera "un paso adelante". Clinton record¨® que fue la propia industria con sus apoyos en la mayor¨ªa republicana del congreso la que bloque¨® la legislaci¨®n propuesta por el Gobierno. "Cada d¨ªa", record¨® Clinton, "3.000 j¨®venes fuman por primera vez y 1.000 personas mueren por culpa del tabaco. Nuestro deber es hacer todo lo que podamos por salvar y prolongar sus vidas mediante la protecci¨®n de los j¨®venes frente al tabaco", dijo el presidente.

Hasta ahora, la industria del tabaco hab¨ªa aceptado ciertas regulaciones que afectaban especialmente a las pr¨¢cticas publicitarias en la comercializaci¨®n del tabaco, pero esa concesi¨®n s¨®lo se hizo a cambio de pactar el acuerdo extrajudicial que puso fin a las demandas de los Estados por los gastos sanitarios que genera el tabaquismo.

En 1995, la FDA (el organismo gubernamental que regula los alimentos y los medicamentos) se declar¨® competente en la reglamentaci¨®n del tabaco, aunque anunci¨® que su intenci¨®n no era juzgar los peligros del consumo ni fomentar prohibiciones, sino trabajar en la reducci¨®n del consumo entre los m¨¢s j¨®venes.

Esta iniciativa asum¨ªa que el tabaco es una droga, una aseveraci¨®n que qued¨® doblemente bloqueada: por un lado, la industria logr¨® que sus contactos pol¨ªticos en el Senado frenasen la propuesta legislativa; por otro, consiguieron una victoria en los tribunales cuando se anul¨® la decisi¨®n de la FDA, aunque el Departamento de Justicia ha llevado un recurso ante el Tribunal Supremo todav¨ªa pendiente de resoluci¨®n.