Divisi¨®n en el Gobierno de Italia por la autorizaci¨®n de una 'madre de alquiler
La sentencia de la magistrada romana Chiara Schettini, que autoriz¨® el lunes a una pareja con problemas de esterilidad a utilizar un ¨²tero prestado para procrear un hijo, amenaza con convertirse en un caso pol¨ªtico en Italia donde existe todav¨ªa un vac¨ªo legal sobre el tema. M¨¦dicos y pol¨ªticos han reaccionado, no obstante, con enorme dureza contra una decisi¨®n judicial que ha provocado divisiones en el seno del Gobierno de centro-izquierda y en¨¦rgico rechazo de L'Osservatore Romano, ¨®rgano de prensa del Vaticano, que ayer calific¨® la sentencia de "aberrante". El Forum de la Familia pidi¨® ayer la intervenci¨®n del fiscal de la Rep¨²blica para bloquear la sentencia.La sentencia se refiere al caso de una pareja que recurri¨® en noviembre pasado a los tribunales civiles para obtener el respaldo legal a su decisi¨®n de tener un hijo gestado en el ¨²tero de una amiga.
La madre de alquiler, en este caso no lo ser¨¢, porque la joven que se ha ofrecido ceder¨¢ gratuitamente sus servicios: nueve meses de gestaci¨®n. Un detalle que ha sido juzgado positivamente por la ministra de Cultura, Giovanna Melandri, miembro del principal partido del Gobierno, los Dem¨®cratas de Izquierda, y una de las pocas voces que se han alzado en Italia en defensa de la sentencia.
Dentro del Gobierno varias colegas de Melandri, empezando por la ministra de Sanidad, Rosy Bindi, profundamente cat¨®lica, se han pronunciado en contra del intervencionismo de la justicia en una materia tan delicada.
Lo m¨¢s extra?o del caso es que la pareja F, como la denomina parte de la prensa italiana, no necesitaba ninguna sentencia para llevar adelante su proyecto, ya que en Italia no existe una ley de fecundaci¨®n artificial en vigor. Existe un texto, muy restrictivo, que prohibir¨¢, cuando lo apruebe el Parlamento, la fecundaci¨®n heter¨®loga (es decir, el uso de semen de un hombre ajeno a la pareja), y condenar¨¢ a penas de entre cinco y diez a?os a los m¨¦dicos que se atrevan a implantar embriones en ¨²teros por decirlo as¨ª, prestados.
Los protagonistas de la historia han aclarado que el recurso se present¨® para salvar el ¨²nico obst¨¢culo para ver realizados sus deseos. El representado por un nuevo C¨®digo Deontol¨®gico que obliga al m¨¦dico de la pareja, el ginec¨®logo Pasquale Bilotta, a no realizar intervenciones como la que ellos pretenden. Con la sentencia judicial, Bilotta se siente respaldado y ha anunciado ya que efectuar¨¢ la intervenci¨®n dentro de un par de meses.
Frente a ello se ha creado un comit¨¦ del no a las madres de alquiler -obra de un asesor regionaldel partido de derecha Alianza Nacional.
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