Renuncias
Resulta conmovedor observar c¨®mo el candidato andalucista, Pedro Pacheco, no s¨®lo no tiene cr¨ªtica alguna que hacer hacia la labor de los presidentes de las seis cajas de ahorro de Andaluc¨ªa a pesar del esp¨ªritu pele¨®n que le caracteriza, sino que, todo lo contrario, sale en defensa de ellos. Pretende, nada menos, que se deje en suspenso la aplicaci¨®n de una ley que ¨¦l mismo vot¨® y apoy¨® en el Parlamento andaluz como es la referida a las cajas de ahorro, la ¨²ltima norma importante que sali¨® de la C¨¢mara auton¨®mica en esta legislatura y de la que ahora reniega.Quiere que se deje sin efecto el plazo de un semestre fijado en la ley para la renovaci¨®n democr¨¢tica de sus ¨®rganos de gobierno, al ser recurrido el texto por el Gobierno central. Un particular sentido el que tiene Pacheco de nuestra autonom¨ªa cuando se muestra dispuesto, ¨¦l, que se precia de ser un nacionalista, a automutilar los propios recursos legales con los que se ha dotado la autonom¨ªa andaluza, s¨®lo y exclusivamente por el rechazo que ha expresado el Gobierno central a esta ley al llevarla al Tribunal Constitucional.
La verdad es que alg¨²n d¨ªa se deber¨¢ arrojar la suficiente luz sobre todo lo que est¨¢ pasando en torno a las cajas. S¨®lo entonces habr¨¢ elementos de juicio para poder interpretar debidamente este tipo de actitudes que rayan el absurdo, por no pensar en cosas peores... Lo dicho: el tiempo pondr¨¢ a cada uno en su sitio. En estas fechas de campa?a hubiera sido mejor por parte de los candidatos, y muy especialmente de Pacheco, una defensa a ultranza de la naturaleza jur¨ªdica de las cajas y su funci¨®n social ante los intentos de privatizaci¨®n que ya se est¨¢n lanzando por parte de determinados foros econ¨®micos ligados a la gran banca y muy pr¨®ximos al PP, en vez de dar la cara por la continuidad en sus bien remunerados puestos de unos presidentes cuyo mandato parece ya m¨¢s que agotado ante la sociedad andaluza. Parece, por tanto, que estamos en tiempo de renuncias.
Ah¨ª tienen, si no, el papel de los sindicatos y el futuro de los astilleros p¨²blicos en Andaluc¨ªa. Por menos le met¨ªan fuego a medio C¨¢diz si hac¨ªa falta. En estos d¨ªas ocurre lo contrario. En plena campa?a y junto a la patronal, la empresa estatal SEPI acepta la desaparici¨®n no ya de las siglas, sino de la propia entidad y su integraci¨®n en la Baz¨¢n. Tal vez suponga la tabla de salvaci¨®n, pero la flexibilidad que demuestran aqu¨ª los sindicalistas, que tan amantes eran de la barricada, al aceptar su incorporaci¨®n a una cultura industrial bien distinta como es la de Baz¨¢n resulta, cuanto menos, sorprendente.
ANTONIO Y?LAMO
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.