Precisiones a Caballero Bonald
En el suplemento El laberinto andaluz del 28 de febrero, Caballero Bonald escribe un art¨ªculo plet¨®rico de hermosas intuiciones sobre los or¨ªgenes oscuros del flamenco. Creo que el hilo conductor de sus razonamientos aprior¨ªsticos es sugerente e incitador (salvando quiz¨¢s unas alusiones a moriscos sevillanos y gaditanos harto arriesgadas si se habla de los albores del siglo XVIII).Sin embargo, a mitad del escrito desliza un aserto que invalida buena parte de los datos posteriores y, por tanto, de las conclusiones que de ellos se sacan: las interrogaciones planteadas no podr¨¢n salir as¨ª del territorio proceloso de las sospechas de verdades.
Dice all¨ª: "Juan Antonio de Iza, Don Preciso, public¨® en 1709 una Colecci¨®n de las mejores coplas de seguidillas...(y) en el Discurso preliminar arremete el autor contra los cantantes de seguidillas y (cita textualmente) el h¨¢bito grosero contra¨ªdo forzando la voz a que salga de sus quicios, admitiendo la extravagante man¨ªa de amontonar gorjeos y gorgoritos violentos". De ello extrae a continuaci¨®n juicios sobre esos "cantantes de hace tres siglos", pero esos juicios no van ir a ninguna parte puesto que Don Preciso no public¨® ese libro en 1709 sino en 1799, o sea 90 a?os despu¨¦s, y cuando la situaci¨®n era muy distinta.
En 1709 estaba como quien dice entrando en Espa?a un rey franc¨¦s -Felipe V- y en 1799 los franceses, ya revolucionarios, nos las estaban dando todas juntas y nuestra ilustraci¨®n hac¨ªa agua por todas partes. El vizca¨ªno Juan de Iza Z¨¢macola era un ilustrado con los mismos tics que el gaditano Cadalso, que por aquellos a?os escribe m¨¢s o menos lo mismo de los cantantes que un se?orito de la serran¨ªa acoje en su cortijo. Los dos son afrancesados y Don Preciso acabar¨¢ por ello sus d¨ªas en el destierro franc¨¦s de Auch mientras muchas de esas gargantas, arrancados "los botones del cuello de la camisa para dar m¨¢s gritos", atronaban las calles con "voz de Broncano" (la expresi¨®n es de Est¨¦banez Calder¨®n y est¨¢ referida a El Fillo) vitoreando a Fernando VII como rey absoluto despu¨¦s de haberse opuesto a Napole¨®n y a los afrancesados .
Yo tambi¨¦n creo, como Caballero Bonald, que existi¨® en el paso del siglo XVII al XVIII una personal interpretaci¨®n de cantos anteriores por parte de gitanos y gentes de su rasero. De la confrontaci¨®n entre esta m¨²sica y la que llegaba desde Par¨ªs de la mano de las modas tenemos cumplida noticia en el teatro de Gonz¨¢lez del Castillo. Pero, a mi juicio, lo que hace nacer el flamenco como arte es su valoraci¨®n por parte de sectores intelectuales "no flamencos". Pudieron ser tambi¨¦n los franceses -convertidos en 100.000 gendarmes de la tiran¨ªa en 1823- los que, sin querer, comenzaran a hacer digerible para muchos aquella wild music de Borrow que hasta entonces se hab¨ªa movido en el peque?o c¨ªrculo de una "afici¨®n" ultramontana (y quiz¨¢s muy cercana ideol¨®gicamente a la que entonces sosten¨ªa "lo vasco").
Es otra "sospecha de verdad" que, fijada en la fecha real del juicio del vizca¨ªno De Iza, engarzo cari?osa y respetuosamente a las del maestro Caballero.- Antonio Zoido. Sevilla.
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