El voto y los impuestos
El PP me ha bajado alg¨²n impuesto un mes antes de la campa?a. Ahora promete un aut¨¦ntico derrumbamiento de tipos fiscales y la ecum¨¦nica ampliaci¨®n de muchas exenciones. Estoy bastante contento. Es una pena, sin embargo, que estas ocurrencias asalten a nuestro Gobierno en periodo electoral. Cuatro a?os de trabajo y, vaya, es ahora cuando Dios les tira del caballo, camino de las urnas de Damasco, y reciben la paulina iluminaci¨®n. A m¨ª me pasa como a la mayor¨ªa de los ciudadanos, que el asunto de los impuestos me gusta y no me gusta. Me gusta que los bajen, porque uno tiene familia, y si los suben procuro defenderlos, ya que la cosa p¨²blica es tambi¨¦n una familia, una familia a lo bestia. Por eso, cuando los impuestos se suben o se bajan, los ciudadanos responsables damos saltitos dial¨¦cticos, entre la alegr¨ªa y la depresi¨®n, entre el ego¨ªsmo y la solidaridad.
A los analfabetos en Derecho Tributario las nuevas medidas fiscales, sean ¨¦stas las que sean, siempre nos aturden. Alguien dice que beneficiar¨¢n a los pobres (generalmente el que manda) y alguien que a los ricos (generalmente la oposici¨®n). Como uno pertenece adem¨¢s a la clase media no sabe a qu¨¦ carta quedarse y mira desconfiadamente a uno y otro lado. Examen de conciencia: ?pertenezco a los privilegiados del paisito? ?Soy acaso, sin saberlo, un proletario? ?Las medidas fiscales de estos tipos zaherir¨¢n mi econom¨ªa, como siempre uno imagina que pasa con la clase media, la ¨²nica clase de la historia sin aut¨¦ntica conciencia de clase?
Misterios de la t¨¦cnica fiscal. Y misterios de la conciencia individual. Defiendo los impuestos, pero me gusta que los bajen. Espero que favorezcan a los pobres, pero me mato por no tener la oportunidad de compartir sus beneficios. Alabo los impuestos, pero blasfemo cada vez que llegan los recibos. Por all¨¢ arriba, en los predios de la pol¨ªtica, toda medida fiscal se interpreta, seg¨²n el partido, de forma diametralmente distinta. Y al final ignoro qu¨¦ voto ser¨ªa m¨¢s ¨²til a mi propia econom¨ªa y qu¨¦ voto ser¨ªa m¨¢s ¨²til al inter¨¦s social. Mejor as¨ª. Mejor no hacerse un l¨ªo. Ignorancia absoluta acerca de c¨®mo incidir¨¢n las medidas fiscales en mi casa. A eso se le llama votar en conciencia, claro.
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