Mozambique sigue a la espera de una acci¨®n de la comunidad internacional m¨¢s decidida
Elisa Songo, de 23 a?os, lleg¨® ayer al aeropuerto de Maputo evacuada desde el hospital de Chalocuane, una de las zonas m¨¢s afectadas por las inundaciones en Mozambique. Sentada en el suelo, sosten¨ªa entre sus brazos a su hija de a?o y medio. Tuberculosa, an¨¦mica y con el bazo al borde de reventar, producto de la malaria, Francesita ped¨ªa ayuda a gritos. S¨®lo con la mirada. No pod¨ªa hablar. La escasa ayuda era ayer a¨²n insuficiente para abordar la tragedia. La cifra oficial de muertos es, hasta el momento, de 167, pero las ONG hablan ya de miles.
De profesi¨®n, superviviente, como la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, Elisa Songo fue sorprendida hace tres semanas por la crecida de las aguas en la aldea de Chilembe, al norte de Maputo y cerca de la desembocadura del r¨ªo Limpopo, desbordado por las aguas. Con su hija a la espalda, amarrada en una capulana (tradicional pareo africano) lleg¨® como pudo al centro asistencial de Chalocuane. En el tejado del hospital pas¨® los ¨²ltimos d¨ªas hasta que a primera hora de ayer fue evacuada junto a otras ocho mujeres y 14 ni?os. Todos ellos pasaron gran parte de la ma?ana a la espera de alg¨²n lugar de acogida. Son un grupo de afortunados frente a los millares que a¨²n esperan ser rescatados de los tejados porque en los ¨¢rboles cada vez quedan menos. "La resistencia humana", dice la hermana Mar¨ªa Larios, "tiene un l¨ªmite. La gente no aguanta m¨¢s y se cae de los ¨¢rboles como fruta madura. No pueden aguantar m¨¢s despu¨¦s de cinco d¨ªas colgados". As¨ª es.
En un r¨¢pido viaje por las zonas afectadas puede observarse que los ¨¢rboles han perdido a muchos de sus moradores. Las ONG calculaban ayer en 220.000 los mozambique?os refugiados en ¨¢rboles y tejados. Al menos los tejados permiten que alguien se derrumbe sin caer al agua y ser arrastrado por la corriente. Las organizaciones de ayuda tambi¨¦n aseguraban que, aunque la cifra de muertos que baraja el Gobierno es de 167, cuando bajen las aguas y se conozca la verdadera magnitud de la cat¨¢strofe las v¨ªctimas mortales se podr¨ªan contra por miles.
En la localidad de Xai Xai, en la misma desembocadura del Limpopo, la gente es rescatada en zodiacs. El agua alcanza unos cuatro metros y la poblaci¨®n contin¨²a en los tejados. Humberto Santos, un miembro de los equipos de salvamento, se lamenta de la falta de medios y sobre todo de combustible para utilizar en los escasos barcos de rescate. De camino a Chokw¨¦ pueden verse algunas vacas rodeadas de agua que se han salvado milagrosamente de las crecidas. En esta poblaci¨®n hay zonas transitables y puede observarse a algunos hombres armados con escopetas. Se sabe que han sido asaltados bancos y tiendas de ultramarinos. En otra zona de la ciudad mucha gente a¨²n espera una inmediata evacuaci¨®n.
La hermana Felismina Samb¨², de 49 a?os, se siente impotente: "Nosotras hacemos lo que podemos pero no sabemos a d¨®nde llevar a los refugiados. El Gobierno a¨²n no ha preparado los campos para acogerlos y esto es muy urgente". Elisa Songo y su hija Francesita esperan en silencio en el suelo del aeropuerto. "La mirada de esta ni?a es terrible", dice la hermana ?ngela Rodr¨ªguez, "est¨¢ pidiendo socorro a gritos".
Emergencia
El espa?ol Juan P¨¦rez, voluntario de la misi¨®n de San Gabriel y con cinco a?os en Mozambique, decide que hay que llevar a la ni?a inmediatamente al hospital. No se puede esperar m¨¢s. Llevan a la ni?a y a su madre al centro de salud Polana Canhi?o. Es una emergencia y piden ayuda a la hermana Almudena Jard¨®n, de Madrid. En unos minutos la monja examina a Francesita y su diagn¨®stico es estremecedor: "Est¨¢ malnutrida, tiene el bazo hinchad¨ªsimo producto seguramente de una malaria repetida, bronquitis asmatiforme y anemia".
[Los meteor¨®logos pronostican m¨¢s lluvias para la pr¨®xima semana a causa de un nuevo cicl¨®n, bautizado Gloria y procedente de Madagascar, que avanza hacia las costas mozambique?as a una velocidad de 12 kil¨®metros por hora, al tiempo que se esperan nuevas riadas desde el interior de Africa meridional que buscan su salida al oc¨¦ano Indico, informa Efe].
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