El Museo Thyssen recorre la historia de la mujer y la lectura a trav¨¦s de sus cuadros Josefina Aldecoa inaugura hoy en Madrid el ciclo de conferencias 'Mujeres que leen'
?Qu¨¦ le¨ªan las mujeres en el siglo XVII? ?Cu¨¢ndo tuvieron acceso al "privilegio" de la lectura? Este recorrido por la historia de la mujer y el libro empezar¨¢ hoy en el Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid, a trav¨¦s del ciclo de conferencias Mujeres que leen, en el cual ocho escritores analizan igual n¨²mero de cuadros del museo en los que ellas est¨¢n en actitud de leer. Las obras ser¨¢n abordadas por autores como Josefina Aldecoa, que inaugura hoy el ciclo, Jorge Edwards o Carme Riera, coordinadora del proyecto. "Un homenaje a quienes sustentan la literatura".
Solitaria en un sal¨®n, una mujer de traje decimon¨®nico y sentada en un sof¨¢ mira cabizbaja el libro que ha cerrado sobre sus piernas. Como si acabara de leer Madame Bovary. Como si el silencio desatado por el punto final de la novela llenara el cuadro que ha pintado Winslow Homer de su amiga, la tambi¨¦n pintora Helena de Kay. Un retrato que durante los pr¨®ximos meses ser¨¢ protagonista en el Thyssen junto a cuadros de santas, celestinas, v¨ªrgenes o doncellas que est¨¢n acompa?adas por un libro o leen algo.La idea de este ciclo es de Riera, que, tras unas conferencias parecidas que dirigi¨® en la sede del museo en Pedralbes, quiso ampliar la mirada sobre la historia de la mujer en la lectura. Las obras escogidas permiten contemplar la evoluci¨®n femenina frente a la alfabetizaci¨®n, a la lectura, al libro y a su cultura literaria. "La oportunidad de reconocer que la mujer siempre ha le¨ªdo y ha estado interesada en leer, y no es un fen¨®meno de ahora. Que una cosa es el mayor o menor acceso que hayan tenido a libros y otra el inter¨¦s que siempre les ha despertado", afirma Riera. Estas pinturas sirven de ventana para observar c¨®mo a partir de un momento dado las v¨ªrgenes bizantinas con canastillas empiezan a tener en Occidente otra composici¨®n y algunas cambian las cestillas por libros. Un periodo de la historia que ser¨¢ visitado por Riera a trav¨¦s de La Anunciaci¨®n (1570), de Veron¨¦s (la conferencia es el 1 de abril), y Ana Mar¨ªa Moix, con Santa Ana con la virgen, el ni?o y un donante (1515), de un an¨®nimo alem¨¢n (6 de mayo). Una ¨¦poca en la que se consideraba que la educaci¨®n para la mujer era perjudicial.
Pero es en el Renacimiento cuando se empieza a humanizar a las mujeres con un reconocimiento sobre su capacidad intelectual. "Tiene que ver con su acceso a la cultura de los libros sagrados. Y es lo que dice Erasmo cuando defiende la educaci¨®n sin sexo, y se?ala que pueden leer hasta mujeres y putas", dice la escritora. Por los mismos a?os de estas teor¨ªas eramistas, santa Teresa de Jes¨²s pide que las monjas que entren a su comunidad sepan leer. La vista a este periodo en el cual la lectura trata de llegar a sectores distintos del clero la har¨¢n ?ngeles Caso con Retrato de una dama (1530-1535), de Foschi (20 de mayo), y Luis Racionero, La carta amorosa (1570), de Fran?ois Clouet (17 de junio).
El vistazo al siglo XVII lo har¨¢ hoy Aldecoa -a partir de las 12.30 en el sal¨®n de actos del museo- con Santa Marina, de Zurbar¨¢n, porque, aunque es decapitada en el siglo II, el pintor extreme?o habr¨ªa realizado el cuadro entre 1641 y 1658 como si fuera una campesina del XVII y con un libro en las manos. "?Una m¨¢rtir del siglo II que lee? ?O una campesina del siglo XVII que lee? El libro es, sin duda, un devocionario o de contenido religioso, el ¨²nico libro al que durante mucho tiempo ha tenido acceso la mujer", asegura Aldecoa.
Otro cambio importante en la libertad intelectual de las mujeres sucede en el siglo XIX, cuando pasan a ser las principales lectoras de la novela como la conocemos hoy. Este g¨¦nero literario se convierte para ella en la forma de tener la vida que no puede vivir; en el v¨ªnculo con el mundo exterior. Parte de ese mundo decimon¨®nico ser¨¢ recordado por Marina Mayoral (18 de marzo) a trav¨¦s del Retrato de Helena de Kay (1873), de Homer.
Ya en el siglo XX las cosas cambian m¨¢s r¨¢pidamente, como queda reflejado en el cuadro Habitaci¨®n de hotel (1931), de Edward Hopper. Esta cercana y presente historia la abordar¨¢ Jorge Edwards, premio Cervantes 1999, en donde la mujer no s¨®lo ha obtenido importantes logros y reconocimientos culturales, sino que algunos escritores como el Nobel colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez dicen estar en deuda con ellas por ser quienes primero leyeron sus obras y luego convencieron a sus maridos, novios o hermanos para que hicieran lo mismo.
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