L?BANO PAGA EL PATO. EDITORIAL
Israel est¨¢ haciendo un ritual de sus bombardeos sobre L¨ªbano, como si con ellos fuera a forzar el apaciguamiento de Hezbol¨¢, la guerrilla local shi¨ª que combate en la franja sur ocupada del pa¨ªs. Los ataques a¨¦reos se renovaron ayer, coincidiendo con una visita rel¨¢mpago a Beirut del pr¨ªncipe heredero saud¨ª y una m¨¢s que inusual entrevista con una representaci¨®n de Hezbol¨¢. La renovada ofensiva israel¨ª sigue a unas encendidas declaraciones de su ministro de Defensa, prometiendo un infierno a los libaneses si los guerrilleros contin¨²an matando a sus soldados: han muerto siete en lo que va de a?o.Haciendo de L¨ªbano el objetivo de su venganza, Israel hace de la injusticia farsa. Primero, porque el Gobierno de Beirut no controla a Hezbol¨¢, virtualmente en manos de Siria en lo que toca a armamento y log¨ªstica. Segundo, porque el primer ministro Barak se ha comprometido a retirarse de L¨ªbano este verano, con o sin acuerdos con Damasco y Beirut. A la postre, Hezbol¨¢ combate contra los soldados de un pa¨ªs que ocupa su territorio desde hace 22 a?os ignorando las resoluciones de la ONU.
L¨ªbano es una pieza peque?a de la partida regional que Israel disputa con Siria, por un lado, y por otro, con los palestinos, y tambi¨¦n con ¨¦stos est¨¢n paralizadas las negociaciones sobre Cisjordania. Concertar la paz con Asad puede resultar a Barak m¨¢s trabajoso de lo previsto. El primer ministro israel¨ª acaba de recibir una seria advertencia del Parlamento, que ha pasado en primera lectura, contra los deseos del Gobierno, un proyecto de ley seg¨²n el cual el anunciado refer¨¦ndum para devolver el Gol¨¢n a Damasco debe ser aprobado por m¨¢s del 50% del censo. La derrota -cuyos art¨ªfices han sido los ultraortodoxos de Shas, una decisiva fuerza pendular que ha venido a recordar a Barak que no puede dar su apoyo por garantizado- muestra la fragilidad de la coalici¨®n; pero tambi¨¦n avisa de la creciente desgana del legislativo para devolver a Siria los territorios ocupados, columna vertebral de cualquier acuerdo duradero. De todas las bazas a que Israel juega en el proceso de paz, sus bombardeos de L¨ªbano es la m¨¢s indefendible moralmente, adem¨¢s de diplom¨¢ticamente infructuosa.
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