Desaceleraci¨®n

El Banco de Espa?a ha echado un jarro de agua fr¨ªa sobre los mensajes que rayan el triunfalismo cuando se habla de crecimiento econ¨®mico y lucha contra el paro. En plena campa?a electoral, la autoridad monetaria, al margen de estos vaivenes, advierte en su ¨²ltimo Bolet¨ªn Econ¨®mico que se va a producir una desaceleraci¨®n en el ritmo de creaci¨®n de empleo en nuestro pa¨ªs. Una afirmaci¨®n que por s¨ª sola cuestiona seriamente a aquellos que, en medio de la fiebre de promesas, se comprometen incluso a alcanzar el pleno empleo en poco m¨¢s de cuatro a?os.Si ese anuncio, que hay que tomar en consideraci¨®n viniendo de quien viene, se une al hecho de que Andaluc¨ªa fue una de las pocas comunidades aut¨®nomas donde el desempleo registrado en las oficinas del Inem creci¨® en el pasado mes de febrero, hasta situarse la tasa en el 12,81%, resulta obvio se?alar que el paro debe seguir siendo la principal prioridad que ha de guiar cada una de las ofertas electorales que se presentan ante el ciudadano.

Claro que para combatir este mal hacen falta medidas concretas, planes eficaces y debidamente consensuados, antes que buenas intenciones que, como mucho, dan para un simp¨¢tico titular en los peri¨®dicos. As¨ª, la candidata del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez, en su af¨¢n de acercarse al m¨¢ximo a su electorado, ha hecho toda una manifestaci¨®n de voluntarismo y afecto a la hora de hablar del paro. Lo mejor es que quiere hacerse "amiga de los 760.000 parados existentes en Andaluc¨ªa".

Tal ejercicio de amistad universal debe dar m¨¢s de s¨ª. Al margen del alivio que puedan sentir los parados al escuchar estas palabras, lo cierto es que no ser¨¢n suficientes para acabar con este mal end¨¦mico que sufre Andaluc¨ªa. Por eso, hubiera venido mejor que ese amor de Te¨®fila hacia los desempleados la hubiese llevado antes, por ejemplo, a luchar para que se transfirieran las pol¨ªticas activas de empleo. Este recurso no es el ¨²nico elemento creador de empleo pero, sin duda, habr¨ªa dotado a nuestra comunidad en su momento con armas m¨¢s poderosas con las que combatir dicho problema, tal y como ya lo hacen en Catalu?a, Pa¨ªs Vasco o Galicia.

El ahora tan a?orado Manuel Pimentel se march¨® del Ministerio de Trabajo, al menos en lo que se refiere a Andaluc¨ªa, con ese lunar. De modo que la vocaci¨®n por la amistad de Mart¨ªnez la podr¨ªa haber llevado en su d¨ªa a ejercer las influencias que tiene en este Gobierno, v¨ªa Rodrigo Rato, para traer cosas positivas. Todav¨ªa estamos a tiempo. As¨ª que a esperar al ¨²ltimo Consejo de Ministros del viernes. A lo mejor nos aguarda alguna sorpresa.