La Real sale del descenso dos meses despu¨¦s
Dos meses ha tardado la Real en abandonar las plazas del descenso. Un asunto psicol¨®gicamente importante aunque deportivamente m¨¢s estad¨ªstico que futbol¨ªstico. La Real probablemente rubric¨® el partido m¨¢s probre de la temporada, definido por el puro atolondramiento, la descolocaci¨®n y la fortuna, engendrada a menudo en las manoplas de Alberto y en la indefinici¨®n del Espanyol, un equipo sin delanteros de post¨ªn.Porque el Espanyol fue el due?o del encuentro, aunque su insensatez en al ¨¢rea (Pochettino, como delantero centro fue su ¨²ltimo recurso) le priv¨® cuando menos de un empate que por voluntad, posesi¨®n de bal¨®n, intensidad y oportunidades mereci¨® con creces. El partido se defini¨® por los delanteros, es decir por Jankauskas, el ¨²nico sobre el campo, si por delantero se define aquel que rentabiliza al cien por cien sus oportunidades. Jankauskas tuvo una y la clav¨®, mientras el defensor espanyolista admiraba su remate de cabeza.
REAL SOCIEDAD 1ESPANYOL 0
Real Sociedad: Alberto; Rekarte, Loren, Fuentes, Gurrutxaga, Aranzabal; Aranburu, Khokhlov, De Pedro (G¨®mez, m.85); De Paula (Aldeondo, m.75) y Jankauskas (Idiakez, m.70).Espanyol: Cavallero; Crist¨®bal, Nando, Pochettino, Navas; Velamaz¨¢n, Sergio (De Lucas, m. 80), Galca, Arteaga, (Roger, m.75); Tamudo y Mart¨ªn Posse (Serrano, m.73). Gol: 1-0. M. 22. Jankauskas de cabeza. ?rbitro: Puentes Leira. Expuls¨® a Rekarte por doble amonestaci¨®n (m. 85) y mostr¨® tarjetas amarillas a De Paula, Fuentes, Crist¨®bal, Galca y Pochettino. Unos 25.000 espectadores en Anoeta.
La Real tiene poco juego y mucho miedo. En cuanto marc¨®, cuid¨® la huerta y su ejercicio result¨® un manual de impotencia y descolocaci¨®n. El bal¨®n fue del Espanyol, bien administrado por Galca y Sergio; las oportunidades de Mart¨ªn Posse y Tamudo (aunque Jankauskas dispar¨® al poste en la primera mitad).
El partido no ten¨ªa di¨¢logo, entre un equipo (la Real Sociedad) en plena actitud conservacionista y otro (el Espanyol) con m¨¢s instinto que ocasiones. El equipo de Paco Flores no tiene delanteros y da la impresi¨®n de moverse con mediopuntistas habilitados en el ¨¢rea: centran y nadie remata.
La Real sobrevivi¨® por ello, a pesar de la en¨¦sima expulsi¨®n absurda de un Rekarte incorregible, de la descolocaci¨®n permanente de Loren -un problema permanente- y de la ausencia habitual del centro del campo.
S¨®lo Alberto estuvo en su papel, sobre todo cuando sac¨® un remate a bocajarro de Crist¨®bal en la segunda mitad, en plena avalancha del Espanyol. La Real cumpli¨® su objetivo en la primera final, pero no ha resuelto su asignatura pendiente: el f¨²tbol.
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