El PP y los socialistas mantienen con escasas variaciones sus graneros electorales

El Partido Popular no s¨®lo ser¨¢, seg¨²n la encuesta realizada por Demoscopia, el partido ganador el pr¨®ximo domingo, sino que, adem¨¢s, ampliar¨¢ ligeramente su respaldo electoral en pr¨¢cticamente todas las autonom¨ªas. El mapa electoral no var¨ªa respecto a 1996: Extremadura, Andaluc¨ªa y Catalu?a siguen siendo los bastiones de voto socialista, pero s¨®lo en Extremadura aumenta el voto al PSOE. En el Pa¨ªs Vasco y en Navarra suben tanto PSOE como PP, pero la previsi¨®n de voto en estos territorios est¨¢ mediatizada por el boicoteo anunciado por Herri Batasuna.

Extremadura aparece como el m¨¢s s¨®lido basti¨®n socialista. El prolongado mandato de Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra no ha deteriorado las preferencias ciudadanas. Entre los habituales feudos socialistas, s¨®lo en esta comunidad sube este partido en previsi¨®n de voto. Y aun all¨ª, ese aumento es menor que el que experimenta el PP, y tambi¨¦n inferior al descenso que sufrir¨ªa Izquierda Unida. Andaluc¨ªa, tambi¨¦n tradicional granero socialista, mantendr¨¢ a este partido como el m¨¢s votado el pr¨®ximo domingo en las generales, pero seguido muy de cerca por el PP. La previsi¨®n de voto al PP en Andaluc¨ªa aumenta tres puntos respecto a 1996, mientras que la del PSOE baja punto y medio.

En Catalu?a, PSC-PSOE y CiU ceden terreno en favor del PP -aunque el partido m¨¢s votado sigue siendo el PSC y el segundo Converg¨¨ncia- la previsi¨®n del sondeo es que el PP suba en Barcelona, Tarragona y estrene esca?o en Girona. En Barcelona, con el ministro Josep Piqu¨¦ como cabeza de lista, la previsi¨®n de Demoscopia es que el PP sume uno o dos esca?os a los seis de 1996.

Castilla-La Mancha, que vota PSOE en las auton¨®micas, votar¨¢ PP en las generales. Ya lo hizo en 1996, pero ahora la brecha se ampl¨ªa.

Los gobiernos auton¨®micos del PP no parecen provocar desgaste en los electores de cara a las generales. En Castilla y Le¨®n, por ejemplo, la fuerte ca¨ªda de IU en previsi¨®n de voto se reparte entre PSOE y PP. No var¨ªa la asignaci¨®n de esca?os porque la coalici¨®n que encabeza Francisco Frutos no ten¨ªa all¨ª ning¨²n diputado.

IU s¨ª ten¨ªa una amplia representaci¨®n, seis esca?os, en Madrid. Si se cumplen las previsiones de la encuesta, puede quedarse en la mitad y los beneficios de ese descalabro se repartir¨ªan entre PSOE y PP. Seg¨²n el sondeo, la mitad de los votantes de Madrid optar¨¢n el domingo por una papeleta electoral del PP.

Galicia, feudo de Manuel Fraga, tambi¨¦n ve c¨®mo aumenta el respaldo al PP para las generales, aunque la noticia en esta comunidad aut¨®noma es el fuerte avance del Bloque Nacionalista Galego. El BNG lograr¨ªa, seg¨²n el sondeo, representaci¨®n parlamentaria en las cuatro provincias gallegas y podr¨ªa sumar hasta cinco diputados.

Las previsiones de voto se enfrentan, en el Pa¨ªs Vasco y Navarra, al anunciado boicoteo de Herri Batasuna a las elecciones del domingo. Euskal Herritarrok, su marca electoral, no se presenta y llama a la abstenci¨®n.

En Navarra, donde ning¨²n partido nacionalista logr¨® un esca?o en las elecciones de 1996, la amenaza de HB puede recortar la participaci¨®n del domingo, seg¨²n Demoscopia, entre seis y siete puntos. Esa ausencia del nacionalismo m¨¢s extremista de la convocatoria electoral eleva la previsi¨®n de voto de PNV y EA, pero no lo suficiente como para alcanzar un diputado.

En el Pa¨ªs Vasco, mientras, la participaci¨®n prevista es diez puntos m¨¢s baja que en la media del Estado, pero Demoscopia advierte de que ya en 1996 tal participaci¨®n fue seis puntos menor. La llamada a la abstenci¨®n beneficiar¨¢, m¨¢s que a ning¨²n otro partido al PNV, que puede quedarse con uno o con los dos esca?os que en 1996 gan¨® Herri Batasuna.

Los partidos extraparlamentarios s¨®lo aparecen con cierta fuerza en las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla. All¨ª, el GIL, el partido del destituido presidente del Atl¨¦tico de Madrid, aglutina el voto de un 20% de los electores. Una opci¨®n que no se traduce en esca?os porque ambas plazas norteafricanas s¨®lo eligen, respectivamente, un diputado.

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