Espa?a, en el furg¨®n de cola europeo del acceso a Internet Los ciudadanos y la industria no han perdido el tren del desarrollo tecnol¨®gico, pero tampoco han logrado estar en primera fila
Los anuncios de Navegalia.com en las vallas de las ciudades espa?olas; de Inicia.com en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos; la cotizaci¨®n de Terra, primera empresa europea de Internet por su capitalizaci¨®n burs¨¢til, o la profusi¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles, a punto de superar en n¨²mero a los fijos, transmiten la impresi¨®n de que Espa?a est¨¢ a la cabeza en cuanto a la introducci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas.Las apariencias enga?an. A diferencia de otros momentos de su historia, como la revoluci¨®n industrial, Espa?a no est¨¢ esta vez descolgada del tren del progreso, pero s¨ª figura en el furg¨®n de cola. As¨ª lo creen buena parte de los expertos relacionados con la sociedad de la informaci¨®n.
"Internet es una apuesta personal. Espa?a tiene que coger el tim¨®n de Internet y lo va a coger", declar¨® hace un mes el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, al tiempo que su ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, anunciaba que hab¨ªa ya 3,6 millones de internautas.
Otras cifras apuntan a que Espa?a est¨¢, por ahora, casi en la popa de la red. A finales del a?o pasado, el Information Society Index publicaba su clasificaci¨®n anual, en la que coloca a Espa?a en el ¨²ltimo puesto de un segundo grupo de pa¨ªses, sobre un total de cuatro, en el que divide al mundo en funci¨®n de su aprovechamiento de Internet. Por delante de Espa?a figuran Taiwan, Irlanda o Corea del Sur. Otra organizaci¨®n, la Internet Society, no se cree ni siquiera la tasa de penetraci¨®n dada por el ministro.
En comercio electr¨®nico, que utiliza como soporte Internet, Espa?a arroja peores resultados. Su cuota de mercado en Europa equivale a la tercera parte de la de Suecia y a un 70% menos que la de Suiza, seg¨²n la consultora Boston Consulting Group.
Un gran obst¨¢culo al auge de la red ha sido la tardanza, por parte de Telef¨®nica, el operador dominante, en implantar una tarifa plana de acceso ilimitado por una cantidad fija al mes. Arias-Salgado se lo ha reprochado, pero no ha querido echar mano de una normativa para impon¨¦rselo. "Espa?a puede ponerse al d¨ªa si baja los precios y mejora las infraestructuras", vaticinaba en febrero William Kennard, presidente de la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones de EE UU.
El Gobierno, reconocen incluso sus detractores, ha efectuado, no obstante, una buena reflexi¨®n plasmada en Info XXI, publicado en diciembre, y legisla a veces con rapidez. Lo hizo sobre la firma electr¨®nica, cuyo decreto de septiembre de 1999 fue uno de los primeros de Europa, y pretende que la ley sobre comercio electr¨®nico est¨¦ en vigor antes de fin de a?o.
Pero, por mucha ayuda que prometa ahora a la compra de ordenadores, le falta, sin embargo, un plan estrat¨¦gico, con plazos y asignaciones presupuestarias. "Hubo una rivalidad perjudicial entre los ministros Arias-Salgado y Josep Piqu¨¦ [de Industria] y una total descoordinaci¨®n con otras administraciones", se queja Luis Mill¨¢n, consejero de Educaci¨®n de Extremadura, una regi¨®n con un ambicioso plan de introducci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas. "La Administraci¨®n estatal deb¨ªa de haber predicado con el ejemplo usando intensamente la red", a?ade Miguel P¨¦rez Sub¨ªas, presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Internet.
La aparici¨®n de un pu?ado de empresas tecnol¨®gicas punteras tiende tambi¨¦n a disimular la escasez de la investigaci¨®n en Espa?a. Las compa?¨ªas del sector se gastaron en I+D en 1998, ¨²ltimo a?o disponible, s¨®lo un 2,56% de su facturaci¨®n, algo menos que en ejercicios anteriores.
El cap¨ªtulo en el que Espa?a aguanta mejor la comparaci¨®n es en el de la telefon¨ªa, sobre todo en los m¨®viles. A finales de enero rondaban los 16 millones, una tasa de penetraci¨®n similar al del grueso de los pa¨ªses de la UE, aunque el auge de los ¨²ltimos meses ha hecho caer la calidad del servicio.
Tambi¨¦n en este sector se ha legislado con diligencia y a la hora de otorgar nuevas licencias para la pr¨®xima generaci¨®n de m¨®viles y la telefon¨ªa v¨ªa radio, el Gobierno espa?ol va a ser de los primeros de Europa. Son tantas las prisas que la adjudicaci¨®n casi coincidir¨¢ con las elecciones legislativas.
Pese a la celeridad, el peso del operador dominante sigue siendo aplastante. Una vez m¨¢s, tambi¨¦n las decisiones t¨¦cnicas se entremezclan con las pol¨ªticas. "Es una barbaridad efectuar una adjudicaci¨®n tan importante en plena campa?a, con las c¨¢maras disueltas, el Gobierno en funciones y sin ninguna posibilidad de control", denuncia Ignasi Guardans, portavoz de CiU para las telecomunicaciones.
? EN OTROS PA?SES
Cayetano L¨®pez es catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
EE UU gana en la red, y Europa, en telefon¨ªa m¨®vil
En Internet, Estados Unidos posee un par de a?os de ventaja sobre Europa, pero el Viejo Contienente lleva, en cambio, la delantera en tel¨¦fonos m¨®viles, un instrumento que evolucionar¨¢ dentro de poco y permitir¨¢ navegar a buen ritmo por la red. Cuando esto suceda, no significar¨¢ que ambos lados del Atl¨¢ntico quedar¨¢n equiparados, pero s¨ª se puede acortar algo la distancia, opinan buena parte de los expertos.A finales del a?o pasado, el 31% de los estadounidenses eran usuarios de Internet, mientras s¨®lo el 12,8% de los ciudadanos europeos de pa¨ªses desarrollados eran internautas, seg¨²n la consultora Pegasus Research. Las buenas infrastructuras y el car¨¢cter gratuito de las llamadas locales explican en gran medida el aplastante predominio de Estados Unidos.
Entre los europeos hay, sin embargo, grandes diferencias entre los escandinavos, que tienen a veces un mayor acceso a la red que los norteamericanos, y los mediterr¨¢neos. S¨®lo el 7,4% de los espa?oles eran internautas a finales de 1999, seg¨²n Pegasus, un porcentaje que el Estudio General de Medios eleva al 8,2%.
La brecha entre EE UU y Europa es a¨²n mayor en el aprovechamiento que los unos y los otros hacen de la red. La apuesta por el comercio electr¨®nico es mucho m¨¢s decidida por parte de las compa?¨ªas norteamericanas.
Prueba de ello es que la distribuci¨®n on line supone en Europa el 0,2% del volumen de negocio del sector, mientras que en EE UU alcanza el 1,2%. Por si esto no bastase, el 20% del comercio electr¨®nico en el Viejo Continente est¨¢ en manos de empresas estadounidenses, seg¨²n la consultora Boston Consulting Group.
LOS PARTIDOS
"La legislaci¨®n es aqu¨ª m¨¢s permisiva que en EE UU" Juan Pic¨®n, abogado de telecomunicaciones
"La legislaci¨®n espa?ola en materia de telecomunicaciones es m¨¢s permisiva que la estadounidense". Con esta frase contudente, Juan Pic¨®n, que dirige el bufete espa?ol de la firma de abogados norteamericana Squire, Sanders & Dempsey, describe la situaci¨®n legal que prevalece en Espa?a."Sobre el papel se enfoc¨® bien la liberalizaci¨®n, que se ha hecho a buen ritmo, pero el desarrollo pr¨¢ctico deja que desear". "El resultado final est¨¢ viciado". "En vez de una multitud de operadores serios hay s¨®lo 4 o 5". "Entre los aspirantes a nuevas licencias hay demasiadas participaciones cruzadas".
Pic¨®n achaca, en parte, este resultado "a que los concursos no han sido todo lo atractivos que deber¨ªan ser, los requisitos de inversi¨®n, de cobertura, etc¨¦tera, han sido excesivos y han desincentivado a muchos".
Lamenta, por ¨²ltimo, "las dificultades que crea el operador dominante a la hora de facilitar acuerdos de interconexi¨®n a sus rivales emergentes". "Telef¨®nica se aprovecha de su situaci¨®n de dominio".
En cuanto a Internet, se?ala: "No ha sido una prioridad para el Gobierno, aunque, acaso sea por coincidencia electoral, estos ¨²ltimos tiempos ha ido rectificando".
"Somos innovadores, pero hay que dar facilidades" J. Moya-Angeler, presidente de Meta4
Joaqu¨ªn Moya-Angeler preside una joya desconocida: Meta4, una empresa fabricante de software cuya cotizaci¨®n en el Easdaq, el mercado bruselense de nuevas tecnolog¨ªas, subi¨® m¨¢s de un 350% desde principios de a?o."Internet no es un tren que pasa", se?ala Moya-Angeler, "es una transformaci¨®n profunda que genera inmensas oportunidades porque deslocaliza la innovaci¨®n, la pone al alcance de todos". "Aqu¨ª hay gente intuitiva e innovadora, pero hace falta colocarla en un contexto de ¨¦xito para encauzar esas capacidades", prosigue Moya-Angeler.
"Se ha ido, por ejemplo, muy despacio a la hora de crear mercados de capital-riesgo y las opciones sobre acciones est¨¢n penalizadas". "En las empresas j¨®venes podemos ofrecer poco sueldo a nuestra gente y mucha esperanza, es decir, stock options". "No pedimos privilegios, sino poder competir en igualdad de condiciones con compa?¨ªas de otros pa¨ªses", sobre todo con las del mundo anglosaj¨®n".
"De lo contrario, las empresas emigran a EE UU u Holanda", cuya nacionalidad ha adoptado Meta4 por razones fiscales.
"Hay una brecha que vamos poco a poco colmando" Josep Maria Vil¨¤, presidente de AEETI
A Josep Maria Vil¨¤, el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Empresas de Tecnolog¨ªa de la Informaci¨®n, no le duelen prendas en reconocer que "hay una brecha" entre Espa?a y el resto de Europa, sobre todo con los anglosajones y escandinavos, "en la asimilaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas". "Pero aqu¨ª el crecimiento es fuerte -alcanz¨® el 16% el a?o pasado- y vamos poco a poco colmando ese boquete". "La generalizaci¨®n del cable va a suponer un salto cualitativo" en la incorporaci¨®n social a la informaci¨®n."En materia de hardware tenemos poco que pintar", asegura, "pero en software se est¨¢n haciendo cosas, algunas de ellas importantes", y cita a varias empresas.
"Desde la Administraci¨®n se ha desregulado con celeridad, pero tambi¨¦n se pod¨ªa haber mostrando la v¨ªa a los ciudadanos impulsando el consumo y el uso de nuevas tecnolog¨ªas", recalca Vil¨¤, que alaba los esfuerzos de Hacienda para que la declaraci¨®n de la renta se pueda hacer on line.
A diferencia de las telecomunicaciones, Internet experimenta un desarrollo tard¨ªo, "porque en Espa?a hay pocos ordenadores en los hogares y las altas tarifas han sido un freno".
EL EXPERTO
Una apuesta que deber¨ªa ganar CAYETANO L?PEZ
Uno de los indicadores b¨¢sicos de futuro en las sociedades actuales es el grado de penetraci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, especialmente Internet. Y no s¨®lo en lo econ¨®mico, donde su impacto es ya evidente, sino tambi¨¦n en lo educativo, y en el de las relaciones entre ciudadanos y entre ¨¦stos y las instituciones. No es que el uso de Internet vaya a transformar radicalmente nuestras percepciones morales o nuestra visi¨®n del mundo, pero va a ir interviniendo en un n¨²mero cada vez m¨¢s grande de parcelas de la actividad humana y, por lo tanto, va a ir modificando el modo en que la sociedad se organiza. Especialmente cuando su uso no se restrinja al ¨¢mbito de la gente familiarizada con los ordenadores y se instale en canales m¨¢s populares, como la televisi¨®n o los m¨®viles.Como en otros pa¨ªses europeos, la carest¨ªa del tel¨¦fono ha contribuido a retrasar su despliegue y ha hecho que sean las compa?¨ªas telef¨®nicas, que obtienen considerables beneficios del mayor uso de sus l¨ªneas, los principales actores en Internet en nuestro pa¨ªs, en contraste con lo que ocurre en Estados Unidos. Por otra parte, las deficiencias de nuestras redes y el complicado proceso de liberalizaci¨®n del sector, con enormes dificultades para abrir el bucle local a la competencia, siguen actuando como freno a una expansi¨®n que habr¨¢ de continuar debido a la irrupci¨®n de nuevas generaciones, m¨¢s acostumbradas a su uso, y de nuevas necesidades de consumo, informaci¨®n y comunicaci¨®n. El problema es que, con esas rigideces, la expansi¨®n se produzca tarde y mal.
La discusi¨®n sobre la tarifa plana refleja bien la situaci¨®n. Es indudable que una tal modalidad de pago facilitar¨ªa mucho la difusi¨®n de Internet, pero la soluci¨®n de aplicarla s¨®lo cuando se contraten l¨ªneas ADSL desvirt¨²a notablemente su alcance. En efecto, la tecnolog¨ªa ADSL optimiza las capacidades de la l¨ªnea telef¨®nica ordinaria, pero a un coste inicial y con tarifas muy altas respecto de lo que son los presupuestos del internauta medio. Con los precios vigentes, la tarifa plana resultar¨¢ beneficiosa para los grandes consumidores pero no resolver¨¢ el problema de la mayor¨ªa, y no animar¨¢ la aparici¨®n de nuevos usuarios. No es eso lo que se esperaba de ella.
Hay hoy en todo el mundo, y tambi¨¦n en Espa?a, una gran apetencia de ancho de banda. La multiplicaci¨®n de contenidos y usuarios, m¨¢s el peso cada vez mayor de contenidos multimedia, hace que las l¨ªneas instaladas sean insuficientes. Justamente, de la puesta en pie de una red tupida de conexiones de banda ancha, ya sea por cable o por las varias modalidades inal¨¢mbricas existentes, depende que Internet multiplique sus potencialidades.
Es obligaci¨®n de los Gobiernos facilitar al m¨¢ximo la extensi¨®n de esta nueva tecnolog¨ªa y hacer que su uso sea asequible a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n; su importancia para el aumento de la eficacia econ¨®mica es obvio en un mundo fuertemente competitivo. Pero es tambi¨¦n su obligaci¨®n evitar que se produzca el foso digital entre quienes tienen acceso a la red, y por lo tanto a posibilidades de negocio, informaci¨®n, cultura y educaci¨®n, y quienes no disponen de esas facilidades. Los programas de extensi¨®n universal del acceso a Internet a escuelas y otras instituciones p¨²blicas son una parte de los programas puestos en marcha en muchos pa¨ªses para evitar esa desigualdad. Pero no basta con poner un ordenador y un modem en cada escuela. Familiarizar a los j¨®venes con su uso requiere una pol¨ªtica decidida de inversiones, de apoyo y formaci¨®n del profesorado, de impulso a la creatividad en contenidos, y de continuaci¨®n de esa actividad tambi¨¦n cuando se deja la escuela. Internet no es la soluci¨®n universal proclamada por algunos gurus, pero es ya un instrumento vital, y omnipresente, en las sociedades modernas.
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