El CCCB muestra los aspectos menos conocidos de Einstein

Albert Einstein es el nuevo personaje de la microexposici¨®n Fars del segle XX, que organiza el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB). Es una microexposici¨®n sobre tres conceptos fundamentales de la aportaci¨®n einsteniana a la ciencia, que se adhiere a las caracter¨ªsticas formales de otros faros dise?ados por el equipo del CCCB, dispuestos a "la creaci¨®n de un ciclo de experiencias est¨¦ticas in¨¦ditas orientadas a una sensibilidad emergente y que permitan un enfoque original de los personajes aludidos".

La luz proyectada sobre este Einstein parte de un di¨¢logo entre el historiador de la ciencia Luis Navarro Veguillas, autor de Einstein, profeta y hereje, (Tusquets, 1990), y el dise?ador Peret. El propio Peret explicaba ayer con toda humildad en qu¨¦ ha consistido el di¨¢logo: "Yo he hecho la cubierta y las ilustraciones de un libro que ha escrito el se?or Navarro". Ellos dos y el coordinador general de los faros, Juan Carlos Ins¨²a, insistieron ayer en la improbabilidad de que una persona salga de la microexposici¨®n sabiendo m¨¢s sobre Einstein o su universo conceptual, "pero creemos que la instalaci¨®n puede despertar los deseos de ampliar ese conocimiento", puntualizaron. El espacio dedicado a Einstein se organiza en torno a tres escenarios. El primero, El mito, aborda los t¨®picos einstenianos: su teor¨ªa de la relatividad y su f¨®rmula E=mc2, y la aplicaci¨®n de esta teor¨ªa a la cosmolog¨ªa moderna. Teor¨ªa dif¨ªcil de explicar y dif¨ªcil de entender que est¨¢ en la base, tal vez, de esta aguda pregunta que se hac¨ªa Einstein y que reproduc¨ªa The New York Times, el 12 de marzo de 1944: "?C¨®mo es posible que nadie me entienda y todo el mundo me admire?".

El segundo escenario, El revolucionario, aborda las aportaciones del cient¨ªfico a la teor¨ªa cu¨¢ntica y el uso que hizo de la teor¨ªa de las fluctuaciones (desviaciones en torno al comportamiento medio). Einstein, contra lo que se piensa, no recibi¨® el Nobel en 1922 por su teor¨ªa de la relatividad, sino por su explicaci¨®n del efecto fotoel¨¦ctrico en t¨¦rminos de cuantos. Las fluctuaciones le sirvieron, entre otras cosas, para explicar con precisi¨®n por qu¨¦ vemos el cielo azul.

El ¨²ltimo escenario trata de los aspectos m¨¢s distorsionados del genio. Y pretende aclarar su sentido real. El primero, la relaci¨®n de Einstein con la bomba. En la microexposici¨®n se reproduce la carta que envi¨® a Roosevelt, donde describ¨ªa el posible uso militar de la energ¨ªa at¨®mica. Einstein consider¨® esta carta el error m¨¢s grande de su vida. Otra aclaraci¨®n afecta a la c¨¦lebre frase "Dios no juega a los dados". Einstein nunca neg¨® la capacidad predictiva de la mec¨¢nica cu¨¢ntica sobre el funcionamiento del mundo. Pens¨® que el comportamiento de la naturaleza era predecible -"Dios no juega"...- siempre que se descubrieran sus leyes. Pero igualmente pens¨® que la mec¨¢nica cu¨¢ntica era una teor¨ªa provisional e incompleta. La ¨²ltima aclaraci¨®n afecta a la imagen de Einstein como un presunto promotor del relativismo, incluso cultural. Nada m¨¢s lejos de la verdad: los dos postulados de la teor¨ªa de la relatividad establecen el car¨¢cter absoluto de las leyes f¨ªsicas y del valor de la velocidad de la luz en el vac¨ªo.