La actitud del Ej¨¦rcito bloquea el trabajo de la Mesa de Di¨¢logo

Los efectos de la ceremonia de recepci¨®n militar a Augusto Pinochet y del despliegue de tropas que le rode¨® a su llegada a Chile fueron los torpedos que ayer acertaron en la l¨ªnea de flotaci¨®n de la Mesa de Di¨¢logo, cuando los abogados de derechos humanos se negaron a firmar el documento final de la primera etapa de esta instancia, por estimar que el Ej¨¦rcito ha perdido credibilidad.As¨ª fracas¨® ayer la reuni¨®n final de la Mesa de Di¨¢logo, impulsada por el ministro de Defensa, Edmundo P¨¦rez, y que re¨²ne a representantes de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y a abogados especializados en la defensa de los derechos humanos para buscar un entendimiento entre civiles y militares y dar con el paradero de los detenidos desaparecidos de la dictadura de Pinochet. La instancia fue rechazada desde su inicio por las principales organizaciones de parientes de las v¨ªctimas.

Despu¨¦s de meses de trabajo conjunto, el jueves pasado, en la v¨ªspera de la llegada de Pinochet, los participantes de esta Mesa estaban a punto de acordar un documento final. Pero la recepci¨®n a Pinochet y la participaci¨®n en ella de la c¨²pula castrense convenci¨® a los cuatro abogados que participan en la Mesa de que el Ej¨¦rcito les hab¨ªa enga?ado, o mostraba un rostro doble, amable en el documento y duro en la realidad.

Uno de los abogados, Roberto Garret¨®n, dijo: "Fuimos sorprendidos con un recibimiento apote¨®sico al principal responsable" de las violaciones de los derechos humanos. "No se trata de un hecho menor: se trata de saber si es cre¨ªble un documento que proclama valores democr¨¢ticos sin reservas, mientras algunos de los que deben firmarlo festejan como h¨¦roe al responsable de la mayor verg¨¹enza que ha sufrido nuestra patria", agrega.

Firma sin valor

La demostraci¨®n de fuerza de los militares, seg¨²n otro de los juristas, H¨¦ctor Salazar, s¨®lo tiene una lectura: "El Ej¨¦rcito no permitir¨¢ que nadie toque a Pinochet". La abogada Pamela Pereira, tambi¨¦n integrante de la Mesa, insisti¨® en que, tras el juego doble del Ej¨¦rcito, la firma del jefe de la instituci¨®n, el general Ricardo Izurieta, "carece de valor", ya que, en un Estado democr¨¢tico normal, ¨¦l deber¨ªa renunciar.

Por ello, los juristas se negaron a firmar el texto de acuerdo, pidieron explicaciones a los militares participantes y que se incluyeran nuevos puntos en el documento, como que nadie en Chile est¨¢ eximido de comparecer ante la justicia. Aunque la Mesa proseguir¨¢ su labor durante el pr¨®ximo Gobierno del socialista Ricardo Lagos, su futuro es claramente incierto.