El Bar?a campa por Das Antas

Y ahora, a esperar el rival de cuartos. El Bar?a ha resucitado a lo grande. Siete d¨ªas que han cambiado como de la noche al d¨ªa el futuro de un a?o. Primero gole¨® en casa al Oporto, luego al Numancia y ayer confirm¨® su rehabilitaci¨®n en el estadio Das Antas, un feudo del que en ocho a?os s¨®lo hab¨ªan salido vencedores tres equipos (Milan, Panathinaikos y Real Madrid). Los azulgrana ganaron con tanta autoridad como comodidad en Oporto y lograron, con dos jornadas de antelaci¨®n, su pasaporte para la siguiente ronda. El Bar?a, amarrado otra vez a sus ra¨ªces, a la ¨²nica forma que sabe jugar al f¨²tbol, necesit¨® s¨®lo media hora para concretar su jerarqu¨ªa con un gol de Abelardo y sentenciar tras el descanso con un remate de falta de Rivaldo en otra jugada de estrategia. Van Gaal debi¨® de verlo tan claro que incluso retir¨® al brasile?o cuando quedaban 15 minutos, para no forzar su tobillo maltrecho. El Bar?a pudo regresar con una goleada y el Oporto se sinti¨® impotente ante la firmeza de Hesp y el aplomo de Abelardo, que no dej¨® vivir al peligroso Jardel, m¨¢ximo goleador de la Liga con ocho tantos, y ahora alcanzado por Rivaldo.Todo paso a paso. El Bar?a gole¨® el mi¨¦rcoles y el s¨¢bado, y ahora se hab¨ªa fijado ganar fuera de casa, su cruz de esta temporada. Y cumpli¨®. Puede vivir tranquilo porque el Oporto no es un equipo f¨¢cil en casa. No perd¨ªa en Europa en su estadio desde hace tres a?os y esta temporada s¨®lo hab¨ªa cedido un empate en la Liga. Pero no ha tenido suerte: se ha cruzado con el Bar?a justo cuando sabe otra vez a lo que juega. Es otra vez un equipo reconocible, con un estilo, una forma de jugar y una filosof¨ªa inequ¨ªvoca. El Bar?a del toque, de la b¨²squeda del espacio, de la ocasi¨®n, reconstruido por Van Gaal con Guardiola y los gemelos De Boer justo cuando se reanudaba el torneo europeo. Situado con l¨®gica en el campo, el capit¨¢n ha emergido como un l¨ªder que ha ordenado la vida del Bar?a. Escarmentado por la goleada de hace siete d¨ªas, el Oporto presion¨® m¨¢s arriba, con la misi¨®n de anular al capit¨¢n, siempre a la caza de un rebote perdido que propulsara el contraataque. Pero tampoco le funcion¨® porque Guardiola siempre tuvo al lado a alg¨²n compa?ero que le ayud¨®. El partido pareci¨® un front¨®n. El bal¨®n siempre cay¨® del lado azulgrana. Circulaba con criterio, f¨¢cilmente y con sentido com¨²n. Una labor de paciencia, sin prisas, mesurada. Figo y Rivaldo se situaron de interiores y en la medular se teji¨® un denso medio del campo que los portugueses no supieron romper.

Jardel, bien sujetado por Abelardo, no parec¨ªa demasiado inspirado. Quiz¨¢ ech¨® en falta a Chainho, de corte mucho m¨¢s defensivo que Peixe. El Oporto s¨®lo se agarr¨® a un cabezazo de Ricardo Silva, que no entr¨® por muy poco y a un remate extra?¨ªsimo de Rubens Junior que Hesp, muy seguro, despej¨® bien. Pero todo era una cuesti¨®n de tiempo. El famoso tic-tac tic-tac se impuso. El Bar?a hipnotiz¨® poco a poco al Oporto y al p¨²blico de Das Antas, que hab¨ªa empezado gritando y acab¨® mudo. Primero fue Kluivert quien estuvo cerca de marcar tras una preciosa jugada que naci¨® de una largu¨ªsima asistencia de Hesp; luego Figo, que chut¨® alto y despu¨¦s el propio portugu¨¦s fall¨® dos veces en un contraataque, no sin quejarse tambi¨¦n de un penalti. El gol se intu¨ªa y lleg¨®. Figo bot¨® un c¨®rner y el bal¨®n cay¨® a los pies de Abelardo, que lo empuj¨®.

Fernando Santos vio negro el partido y dio entrada a Domingos por Rubens Junior y a Chainho por Peixe. Apret¨® el Oporto, pero volvi¨® a aparecer la figura de Rivaldo, letal en la ida y ayer. Todo empez¨® por la picard¨ªa de Figo: convenci¨® al ¨¢rbitro para repetir el lanzamiento de una falta y Rivaldo, que ya hab¨ªa estado a punto de batir a Hilario, acert¨®. El Oporto se estrell¨® despu¨¦s ante la firmeza de la zaga y Hesp, y el Bar?a se dedic¨® a recuperar balones y salir al contraataque. Pero el marcador no se movi¨®. Das Antas claudic¨® y el Bar?a se fue sabiendo que ya puede mirarse otra vez sin miedo al espejo.