Buscadores de vida
Ha sido una noche dura. Domingo Daga lleva el cansancio encajado en el rostro. Durante su guardia en el Cl¨ªnico de M¨¢laga, ha asistido impotente a la muerte de una joven. Est¨¢ agotado, pero sabe que la donaci¨®n que ha logrado salvar¨¢ otras vidas y que con el tiempo reconfortar¨¢ a los familiares de la fallecida. Pilar Ruiz y Miguel ?ngel de Frutos, en cambio, confiesan su tristeza. Un donante potencial ha muerto esa noche en el hospital Carlos Haya. El dispositivo estaba en alerta, pero la familia comunic¨® la voluntad del fallecido de que no lo tocaran, as¨ª que se respet¨® su decisi¨®n.Vida y muerte, alegr¨ªa y llanto. De eso est¨¢ hecha la senda que cada d¨ªa caminan los coordinadores de trasplantes, un eslab¨®n m¨¢s de la cadena en la que participan m¨¢s de cuarenta profesionales, pero del que depende el s¨ª a la donaci¨®n. A la luz de las cifras, la labor de estos buscadores de vida no ha sido en vano. En menos de 10 a?os, la tasa de donantes del Sector M¨¢laga -que incluye Almer¨ªa, Ceuta y Melilla- ha pasado de 24 (1991) a 37 (1999) por mill¨®n de habitantes. El dato supera en cinco puntos a la media andaluza, en cuatro a la espa?ola y es casi el doble de la de EE UU.
Los coordinadores son los encargados de constatar que no haya contraindicaciones para la donaci¨®n, de entrevistar a los familiares para que den el consentimiento para la extracci¨®n de los ¨®rganos y de poner en marcha un dispositivo que debe funcionar a la perfecci¨®n y sin p¨¦rdida de tiempo. Est¨¢n acostumbrados a tel¨¦fonos que suenan a horas intempestivas, a la falta de sue?o y a la tensi¨®n de saber que de su tacto dependen el trabajo de todo un equipo y las esperanzas de muchos enfermos.
Para Mar¨ªa Victoria Requena, otra coordinadora, "lo m¨¢s dif¨ªcil es ponerte en el lugar de la familia que ha perdido a un ser querido". Por lo general, son muertes inesperadas, as¨ª que la primera labor de estos profesionales es ayudar a los familiares a aceptar la realidad y a iniciar el duelo. Despu¨¦s se intenta obtener el visto bueno para la donaci¨®n. "Es una decisi¨®n libre y voluntaria. No pretendemos que quienes opten por la negativa se sientan culpables, porque es una decisi¨®n tan v¨¢lida como cualquier otra", aclara Pilar.
El trabajo de concienciaci¨®n que han realizado durante 10 a?os se refleja en las estad¨ªsticas. En 1989 las negativas familiares eran del 52%. En la actualidad se han reducido al 23% (Tres puntos menos que la media andaluza y uno m¨¢s que la espa?ola). Los coordinadores no se dan por vencidos y quieren bajar a¨²n m¨¢s esa cifra, seguros de que un acto tan generoso no s¨®lo beneficia a los receptores, sino que alivia el duelo de los familiares.
Los cuatro llevan en la cartera sus carn¨¦s de donantes y los sacan para que no queden dudas de la firmeza de sus convicciones. La broma de que de lo contrario se meter¨ªan a pol¨ªticos no tarda ni un segundo en llegar. Hay otro trabajo que excede sus funciones, pero que acometen con gusto: transmitir el agradecimiento de los receptores a los familiares de sus donantes ya que por imperativo legal ambas partes nunca deben conocerse. Miguel ?ngel revuelve en un caj¨®n y saca la prueba. Una nota con cuatro frases en la que la palabra que m¨¢s se repite es gracias.
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