La mayor¨ªa de excomisarios oculta a Bruselas sus ingresos actuales, en contra de la normativa
La mayor¨ªa de los comisarios europeos que dejaron el cargo en oto?o pasado siguen sin cumplir con su obligaci¨®n de declarar a la actual Comisi¨®n Europea qu¨¦ ingresos han obtenido desde entonces al margen de los pagos mensuales que reciben de Bruselas. "S¨®lo unos pocos han cumplido hasta ahora con su obligaci¨®n de informar", admiti¨® a este diario un portavoz de la Comisi¨®n. De los 20 comisarios del equipo de Santer, cuatro siguen en la Comisi¨®n, seis est¨¢n empleados en la empresa privada, seis est¨¢n a¨²n en la pol¨ªtica o la universidad y cuatro no ejercen ninguna actividad remunerada.
El vicepresidente primero de la Comisi¨®n, Neil Kinnock, envi¨® una carta el pasado martes a sus antiguos colegas para recordarles que el reglamento que regula el pago de los salarios transitorios cuando abandonan el cargo les obliga a declarar cualquier tipo de ingresos. En base a esas declaraciones, la Comisi¨®n les descuenta de su salario transitorio -que reciben durante tres a?os- las cantidades que han cobrado por otras v¨ªas.En su misiva, el vicepresidente les invita a cumplir con su obligaci¨®n antes del 15 de abril. "Kinnock est¨¢ preocupado por el retraso en el env¨ªo de las declaraciones pero no quiere dramatizar porque es la primera vez que los antiguos comisarios tienen que presentar estos datos desde que dejaron el cargo y porque de hecho s¨®lo desde el 1 de enero est¨¢n formalmente obligados a declarar sus ingresos", declar¨® un portavoz del comisario brit¨¢nico. Aunque tambi¨¦n est¨¢n obligados a informar de inmediato sobre cualquier cambio en su situaci¨®n.
Los antiguos comisarios tienen derecho a percibir durante un periodo m¨¢ximo de tres a?os un salario llamado de transici¨®n, aunque si son mayores de 60 a?os pueden optar por el cobro de una pensi¨®n. El montante del salario de transici¨®n depende del tiempo durante el que han desempe?ado el cargo. Puede oscilar entre el 40% del salario real si han estado menos de dos a?os y hasta el 65% para los que lo han desempe?ado durante m¨¢s de 15 a?os. En el caso de que opten por una pensi¨®n, esta puede alcanzar un m¨¢ximo del 70% del salario real, aunque ese tope se recorta para aquellos que, siendo mayores de 60 a?os, a¨²n no han cumplido 65.
El cobro del salario de transici¨®n est¨¢ sujeto a una regla b¨¢sica: la Comisi¨®n asegura al beneficiario que durante tres a?os tendr¨¢ unos ingresos que no superen el m¨¢ximo que le toca en funci¨®n de su permanencia en el cargo, por lo que la Comisi¨®n est¨¢ obligada a descontar de sus pagos todos los dem¨¢s ingresos que recibe el ex comisario en cuesti¨®n. Por ejemplo, si un comisario tiene derecho a percibir 15 millones de pesetas al a?o de Bruselas pero gana 10 millones con otras actividades, la Comisi¨®n s¨®lo le abona 5 millones. Si ese comisario gana 20 millones la Comisi¨®n no le paga nada porque supera el m¨¢ximo que le corresponde.
Pero para conocer cu¨¢nto debe descontar, Bruselas necesita los datos de cu¨¢nto cobran los comisarios por cualquier actividad. Es esa declaraci¨®n de ingresos la que se est¨¢ ocultando. "S¨®lo unos pocos han cumplido con su obligaci¨®n de informar", lamenta la Comisi¨®n. Pero Bruselas no quiere denunciar en p¨²blico qui¨¦nes han informado y qui¨¦nes no. Tampoco ha querido decir qui¨¦nes, o cu¨¢ntos comisarios, no tienen derecho a percibir salario de transici¨®n por superar en sus actividades privadas los ingresos que les garantiza la Comunidad.
Esos salarios privados pueden ser muy variables. De los 20 comisarios de la etapa Santer, cuatro siguen en la actual Comisi¨®n y no tienen derecho a esa paga: el vicepresidente Kinnock y los comisarios Mario Monti (Competencia), Franz Fischler (Agricultura) y Erkki Liikanen (Industria).
Otros seis parece que est¨¢n obteniendo ingresos importantes. El alem¨¢n Martin Bangemann fich¨® por Telef¨®nica antes incluso de hacer efectiva su dimisi¨®n como comisario. Su decisi¨®n de fichar antes de tiempo por una empresa del ramo del que hab¨ªa sido comisario provoc¨® tal esc¨¢ndalo internacional que Bangemann se vio obligado a retrasar un a?o su fichaje por el operador espa?ol.
El espa?ol Marcelino Oreja es presidente de la principal constructora espa?ola, FCC (resultante de la fusi¨®n entre Focsa y Construcciones y Contratas) y consejero de Repsol. Es uno de los pocos comisarios que parecen haberse acogido a la f¨®rmula de la pensi¨®n comunitaria en lugar del salario de transici¨®n. Los otros comisarios contratados por grandes empresas privadas son Yves-Thibault de Silguy (Lyonnaise des Eaux), Karel van Miert (Philips y Swissair) y Sir Leon Brittan (la anglo-holandesa Unilever y el banco suizo Warburg Dillon Read).
Seis ex comisarios siguen en la pol¨ªtica. Jacques Santer y Emma Bonino son eurodiputados. El manchego Manuel Mar¨ªn, refugiado en la Universidad Carlos III, no ha resistido la tentaci¨®n de presentarse a diputado pese a su promesa de dejar la pol¨ªtica. La danesa Britt Bjerregaard es ministra de Agricultura. El griego Christos Papoutsis y el holand¨¦s Frank van den Broek tienen m¨¢s aspiraciones que posibilidades en sus partidos.
Y otros cuatro parecen casi hibernados y no tienen actividades remuneradas. Se trata de la alemana Monika Wulf-Mathies (asesora sin sueldo del canciller Gehard Schr?der), la francesa Edith Cresson (en una fundaci¨®n educativa), el irland¨¦s Padraig Flynn (con problemas judiciales) y la sueca Anita Gradin (jubilada).
El pol¨¦mico fichaje de Van Miert por Swissair
La decisi¨®n del comisario belga Karel van Miert de aceptar una oferta de Swissair le ha situado al filo de la navaja. Acostumbrado a las apuestas fuertes, este pol¨ªtico de car¨¢cter y con fama de valiente ha demostrado una vez m¨¢s esa valent¨ªa al aceptar un cargo que le puede acabar reportando m¨¢s disgustos que beneficios.Van Miert, como comisario de la Competencia en los ¨²ltimos cinco a?os y anteriormente responsable de Industria y de Personal, ha presumido siempre de su independencia y ha tenido en la prensa internacional su principal apoyo frente a las presiones de los Estados miembros.
Pero su decisi¨®n de fichar por Swissair ha sorprendido en Bruselas, aunque sin provocar hasta ahora ning¨²n esc¨¢ndalo. Los cr¨ªticos le acusan de haber entrado en un sector y en una compa?¨ªa a los que en su d¨ªa atac¨® por la opacidad del mercado del transporte a¨¦reo. Pero tambi¨¦n porque la Comisi¨®n empez¨® a analizar en tiempos de Van Miert, y a¨²n no ha acabado, la alianza suscrita por Swissair con Delta, Sabena y Austrian Airlines.
Los defensores del comisario belga alegan que tanto su presencia en el Consejo consultivo de Swissair como en el de Philips es m¨¢s simb¨®lica que influyente. "En Holanda y Suiza las decisiones las toma el consejo de administraci¨®n. El consejo consultivo sirve para aparcar a directivos a los que se quiere jubilar o para fichar a gente de prestigio para presumir de que son sus asesores". Pero por muy asesor que sea, el cargo est¨¢ remunerado.
"Creo que le han fichado m¨¢s para presumir de su asesor¨ªa que para obtener informaci¨®n confidencial, aunque es verdad que aceptar la oferta de Swissair empa?a bastante m¨¢s su imagen que la de Philips. Van Miert critic¨® demasiado y demasiado alto a las compa?¨ªas a¨¦reas como para acabar as¨ª", reconocen incluso quienes le defienden.
"No creo que Van Miert haya aceptado esas dos ofertas por el dinero que le van a pagar a ¨¦l, sino para conseguir financiaci¨®n para el proyecto en el que de verdad est¨¢ empleando su tiempo desde que dej¨® de ser comisario europeo: una universidad privada en Holanda", a?aden esas mismas fuentes. Se trata de la universidad Nijenrode, en Niederlanden.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.