Marcus Roberts, uno m¨¢s

La cr¨ªtica sagaz le colg¨® a Marcus Roberts el cartel de conservador en cuanto le vio circular en la ¨®rbita de Wynton Marsalis. Y no se entienden muy bien los motivos, porque el pianista, de 36 a?os, ha sabido modelar una idea de tr¨ªo, quiz¨¢ sin parang¨®n hist¨®rico, en el que cada instrumento puede ejercer de gu¨ªa conceptual en cualquier momento, y en el que manda una forma de fusi¨®n no poco original.En esta ocasi¨®n fueron piezas escritas por Roberts, con Duke Ellington en mente, ya plasmadas en el disco In honor of Duke, las que ocuparon, enlazadas sin interrupciones, el concierto que inauguraba el 7? ciclo Jazz es primavera del San Juan Evangelista. La introducci¨®n del excelente contrabajista Roland Guerin avis¨® de que all¨ª no iba a haber voces principales ni actores secundarios, sensaci¨®n confirmada poco despu¨¦s por el generoso despliegue percusivo del muy preciso bater¨ªa Jason Marsalis. Roberts demostr¨® que ser¨ªa tan capaz de acompa?ar a la Aretha Franklin de Amazing Grace como de tocar un rag de Scott Joplin o de interpretar a Mozart.