"Cada vez hay m¨¢s ancianos cuidados por inmigrantes"
Madrid alberga en su seno otra metr¨®poli imaginaria, "la ciudad de los inv¨¢lidos", habitada por los ancianos y enfermos que no pueden valerse por s¨ª mismos. Mar¨ªa ?ngeles Dur¨¢n (Madrid, 1942), soci¨®loga del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), utiliza esa met¨¢fora para alertar sobre uno de los grandes retos de la sociedad actual: la creciente demanda de cuidados geri¨¢tricos provocada por el progresivo envejecimiento de la poblaci¨®n. En su estudio Los costes invisibles de la enfermedad, editado por la Fundaci¨®n BBV, aborda esta cuesti¨®n, y resalta que el peso del cuidado de ni?os, ancianos inv¨¢lidos o discapacitados recae sobre los hombros de las mujeres. El tiempo medio dedicado por cada ciudadano al cuidado de la salud, propia y ajena, es de 211 horas en los hombres y de 338 en las mujeres.Pregunta. ?Qu¨¦ ha pretendido con su estudio?
Respuesta. Ver cu¨¢les son los costes no monetarios de la enfermedad para el afectado y su familia.
P. ?Y cu¨¢les son?
R. Para el enfermo, lo principal es la dependencia. Para la familia puede llegar a significar en casos extremos hasta la pobreza, porque si una persona tiene que cuidar de un familiar incapacitado a menudo no puede trabajar. En realidad, el mayor coste lo sufren las mujeres, porque son ellas las que suelen dedicarse al cuidado de los padres, hijos o hermanos enfermos.
P. ?De qu¨¦ sirve saber los costes?
R. Sobre todo para que nos demos cuenta de la magnitud del problema que tiene planteado nuestra sociedad. De aqu¨ª al a?o 2050, la demanda de cuidados por parte de los mayores de 80 a?os se va a triplicar y, sin embargo, entre 1988 y 1998 el n¨²mero de amas de casa, que eran quienes tradicionalmente se dedicaban a estos menesteres, se ha reducido en un mill¨®n.
P. ?Qu¨¦ se debe hacer?
R. En primer lugar, destinar m¨¢s fondos p¨²blicos a este problema. Potenciar las actividades de voluntariado puede ser tambi¨¦n una alternativa, como se ha visto ya en otros pa¨ªses. Pero lo m¨¢s importante es el cambio dentro de la familia para evitar que sean las mujeres quienes asuman casi siempre estas responsabilidades.
P. Hoy por hoy ese cambio tendr¨ªa que ser muy fuerte.
R. S¨ª, pero si no se produce, el derecho al trabajo que proclama la Constituci¨®n quedar¨¢ en nada porque, ?de qu¨¦ le sirve a la mujer tener reconocido ese derecho si no lo puede ejercer porque contin¨²a en su papel de cuidadora?
P. El cuidado de ancianos, ?es un sector laboral en alza?
R. S¨ª, pero a menudo precarizado. En nuestros barrios cada vez son m¨¢s los ancianos atendidos por inmigrantes. Con una pensi¨®n media de 70.000 pesetas, muchos mayores no pueden contratar a una persona para que les atienda y eso hace que abunde la econom¨ªa sumergida.
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