"Madrid es la puerta por la que Iberoam¨¦rica penetra en Europa"
Tom¨¢s Rodr¨ªguez-Pantoja (Madrid, 1948), hijo de un catedr¨¢tico de Lat¨ªn del Instituto madrile?o Ramiro de Maeztu, se cri¨® en Sevilla, donde se licenci¨® en Derecho. Fue profesor de espa?ol en la Universidad de Cardiff. Habla seis idiomas. Conoce medio mundo. Se hizo diplom¨¢tico. Ocup¨® destinos en Italia, Arabia Saud¨ª y Estados Unidos. En Nueva York estren¨® dos obras de teatro. Desde hace dos a?os y medio dirige la Casa de Am¨¦rica, principal instituci¨®n cultural p¨²blica de Madrid.
Tom¨¢s Rodr¨ªguez-Pantoja es persona expresiva y gestual, latina, se?as de identidad id¨®neas para dirigir una instituci¨®n con vocaci¨®n universalista como la Casa de Am¨¦rica de Madrid. Sobre la fachada abierta a la plaza de Cibeles flamean las banderas de todos los pa¨ªses de la Comunidad Iberoamericana. En sus salas se habla -y se escucha- el mejor idioma espa?ol: el musicalmente entonado por quienes, tambi¨¦n, recibieron la influencia y la dulzura del guaran¨ª, el aymar¨¢ o el quechua.Pregunta. ?C¨®mo define la Casa de Am¨¦rica de Madrid?
Respuesta. Es un instrumento de la pol¨ªtica exterior de Espa?a, de eso no hay duda.
P. ?C¨®mo se rige?
R. Cuenta con un Alto Patronato que preside el Rey. Existe un consorcio entre el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Asuntos Exteriores. ?ste sufraga algo m¨¢s de las tres cuartas partes del presupuesto, unos 600 millones de pesetas al a?o. El resto procede de patrocinadores, grandes empresas con intereses en Am¨¦rica, como Iberia, Telef¨®nica y otras muchas, que invierten una suma anual a fondo perdido.
P. ?A qui¨¦n pertenece el palacio de Linares sobre el que se asienta la Casa?
R. El Ayuntamiento es el propietario del edificio, fruto de una permuta municipal en 1989. En aquella fecha est¨¢bamos en la Comisi¨®n del V Centenario.
P. ?Perteneci¨® a ella?
R. S¨ª, fui su secretario general. Quisimos entonces crear una sede permanente a prop¨®sito de la Cumbre Iberoamericana.
P. ?En qu¨¦ consiste la tarea primordial de Casa de Am¨¦rica?
R. Es la casa de los americanos en Madrid: sin distinciones de ning¨²n tipo y con respeto m¨¢ximo hacia todos. Es un espacio de libertad para ellos en el que pueden expresarse con entera desenvoltura. Por consiguiente, la Casa se mueve en esa direcci¨®n y traza su actividad conforme a ese prop¨®sito.
P. Sin embargo, la oposici¨®n socialista critic¨® tiempo atr¨¢s algunas pr¨¢cticas en la programaci¨®n de actos de la Casa de Am¨¦rica, que consideraba partidistas y excluyentes.
R. No he tenido noticia de tales pr¨¢cticas durante mi mandato, iniciado hace dos a?os y medio.
P. ?Con qu¨¦ elementos cuenta para garantizar la pluralidad ideol¨®gica en la programaci¨®n de actividades de la Casa de Am¨¦rica?
R. Elementos no hay ninguno, sencillamente depende del talante democr¨¢tico de quienes la rijan. Y yo soy dem¨®crata.
P. Da la impresi¨®n de que la batalla por mantener la lengua espa?ola a escala planetaria se va venciendo. Pero la gente cree que en la contienda de las costumbres se ha perdido la partida.
R. Eso es verdad, tanto en Am¨¦rica como en Espa?a. Hay una invasi¨®n de costumbres de Estados Unidos que logra imponerse con ¨¦xito: comer en un Macdonald, vestir vaqueros..., son pr¨¢cticas incorporadas ya a nuestra vida cotidiana.
P. ?De qu¨¦ modo?
R. La adopci¨®n de esas costumbres no es profunda; es superficial. No va m¨¢s all¨¢ de las formas.
P. ?Por qu¨¦ motivo?
R. Creo que hay un factor civilizacional de car¨¢cter cultural y tambi¨¦n religioso que lo impide. Es el inicio de todo. Luego viene el idioma. Si se hubiera disuelto aquel factor, la lengua tampoco habr¨ªa resistido.
P. Entre las ciudades americanas, ?qu¨¦ rango ocupa Madrid?
R. Estoy convencido: Madrid es la puerta por la que Iberoam¨¦rica penetra en Europa. Es curioso, pero no conozco a nadie que comience su periplo espa?ol o europeo por un lugar distinto de Madrid.
P. ?Por qu¨¦ Madrid no se ha convertido a¨²n en sede de una gran universidad americana?
R. La situaci¨®n lo est¨¢ pidiendo a voces.
P. ?Conoce el proyecto de crear en Madrid una gran biblioteca iberoamericana con un pante¨®n dedicado a sus grandes hombres de letras?
R. Lo desconoc¨ªa. Pero si existe, me parece un acierto, un acto de justicia hist¨®rica. En cuanto a un pante¨®n de literatos, me pregunto qu¨¦ ser¨ªa de la literatura en espa?ol si nos olvid¨¢ramos de los Cort¨¢zar, Paz, Benedetti... De ese proyecto se beneficiar¨ªa toda nuestra literatura y hemos de reconocer que la pujanza literaria del espa?ol se debe hoy a la contribuci¨®n iberoamericana.
P. Tambi¨¦n surgen conflictos... A veces muy graves.
R. La cultura es la autopista por la que circula todo, la pol¨ªtica, las ideas, la econom¨ªa. Lo prioritario de nuestra relaci¨®n con Am¨¦rica es, precisamente, la cultura. Pese a los avatares pol¨ªticos, la vibraci¨®n es ¨²nica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.