El invierno que termina ha sido uno de los tres m¨¢s secos del Pa¨ªs Vasco de los ¨²ltimos 50 a?os

La falta de lluvias en el transcurso del invierno no ha dejado las reservas de los abastecimientos de agua del Pa¨ªs Vasco en situaci¨®n cr¨ªtica, como en otros puntos de Espa?a. Sin embargo, cuando comience la primavera, el pr¨®ximo martes, habr¨¢ quedado atr¨¢s uno de los inviernos m¨¢s secos de Euskadi en los ¨²ltimos 50 a?os. Entre diciembre y lo que va transcurrido de marzo se ha registrado una media 73,25 litros por metro cuadrado en el conjunto de la comunidad aut¨®noma. En enero, el promedio de precipitaciones s¨®lo fue de 23,5 litros.

La voz de alerta no ha sonado todav¨ªa en la comunidad aut¨®noma. Ni lo har¨¢ aunque persista la sequ¨ªa durante lo que queda de marzo, en el que s¨®lo ha llovido un d¨ªa en Vitoria y dos en Vizcaya y Guip¨²zcoa. "Los pantanos del Zadorra y Ordunte [las principales fuentes de suministro para la comarca del Gran Bilbao y Vitoria] est¨¢n a m¨¢s del 80% de su capacidad. Aunque siga sin llover en marzo, no habr¨¢ problemas de suministro, el abastecimiento est¨¢ asegurado. La tierra est¨¢ un poco seca, pero no parece que habr¨¢ problemas", se?ala un portavoz del Departamento de Obras P¨²blicas del Gobierno vasco.El mes de marzo est¨¢ siendo seco en toda Espa?a, advierten los meteor¨®logos, como lo ha sido en general el invierno. En el Pa¨ªs Vasco, sin embargo, la falta de lluvia se ha hecho notar en la segunda parte de la estaci¨®n. En diciembre pasado hubo precipitaciones 19 d¨ªas en la comunidad vasca, durante los que cayeron una media de 168 litros por metro cuadrado. Los meteor¨®logos califican ese tiempo de "normal", explica Carlos Garc¨ªa de Salazar, del Centro de Meteorolog¨ªa del Pa¨ªs Vasco.

La quiebra de enero

Pero la normalidad climatol¨®gica sufri¨® un giro radical en enero. Durante ese mes, las precipitaciones cesaron pr¨¢cticamente y apenas llovi¨® seis d¨ªas, en los cuales se recogieron 23,25 litros de media por metro cuadrado. "Fue un mes muy seco", dice Garc¨ªa de Salazar. La sequ¨ªa persisti¨®, aunque en menor medida, en febrero, calificado como un mes "normal". La excepcionalidad estuvo en Vitoria: en el observatorio de Foronda se recogieron s¨®lo 32,7 litros por metro cuadrado distribuidos en 11 d¨ªas, lo que merece la calificaci¨®n de un mes "muy seco".

En marzo, la t¨®nica no s¨®lo se ha mantenido sino que se ha agravado. Hasta la fecha de ayer apenas han ca¨ªdo 17,25 litros por metro cuadrado en la comunidad aut¨®noma. "Los meses invernales han tenido un comportamiento desigual desde el punto de vista pluviom¨¦trico. Sin embargo, habr¨¢ que esperar a que a que finalice marzo para calificarlo definitivamente", resalta el meteor¨®logo.

Garc¨ªa de Salazar, con los datos sobre la mesa, recuerda que la falta de lluvias que caracteriza al conjunto del invierno que termina hoy es s¨®lo comparable a otros dos o tres a?os de, al menos, los ¨²ltimos 50 a?os. Desde 1928, a?o a partir del cual el Observatorio Meteorol¨®gico de Igeldo cuenta con datos, s¨®lo en dos ocasiones ha llovido en Guip¨²zcoa menos durante el mes de enero. Fue en 1993 -entonces se recogieron 5,5 litros por metro cuadrado, frente a los 23,25 de enero ¨²ltimo-, y en 1994, cuando las precipitaciones sumaron 17,4 litros, detalla Garc¨ªa de Salazar. Aunque casi nadie lo recuerda ya.

Los datos referentes a las precipitaciones ca¨ªdas en Vizcaya se controlan en Sondika desde 1948. En s¨®lo tres de los 52 a?os registrados ha llovido menos que en el pasado mes de enero. Fue en 1983, en 1992 y en 1993. Este a?o cuenta, adem¨¢s, con la jornada m¨¢s fr¨ªa del decenio en Vizcaya. El term¨®metro marc¨® casi seis grado bajo cero en Bilbao.

En el caso de ?lava, el observatorio de Vitoria puede ofrecer datos comparativos a partir de 1946. Desde esa fecha, s¨®lo llovi¨® menos en enero de 1993; las precipitaciones de ese mes no llegaron siquiera a un litro de agua por metro cuadrado. Los inviernos de 1964 y 1983 tambieron fueron muy secos. Aunque los cient¨ªficos parecen admitir que se est¨¢ produciendo un recalentamiento del planeta, los meteor¨®logos se resisten a hablar de cambio clim¨¢tico si no cuentan con una completa serie de datos hist¨®ricos que lo confirmen. No se f¨ªan de la memoria o las sensaciones, siempre subjetivas, de los ciudadanos